UN RESCATE SORPRENDENTE 8:59. El vuelo 139 de Air France parte de Tel Aviv con destino a París el 27 de junio de 1976. En un domingo de cielo despejado y soleado, 228 pasajeros vuelan a bordo de un Airbus A300. Son, en su mayoría, israelíes y franceses, y otras personas de veinte nacionalidades distintas; entre ellas, dos adolescentes brasileños. Al hacer una escala en Atenas, 38 pasajeros desembarcan, y otros 56 embarcan en la aeronave. Debido a las fallas de seguridad del aeropuerto, cuatro terroristas logran pasar por los detectores de metal, dotados de armas, explosivos y granadas. Dos son palestinos; y los otros dos, Wilfried Böse y Brigitte Kuhlmann, alemanes. Ocho minutos después del despegue, los alemanes, sentados adelante, en primera clase, anuncian el secuestro y dominan la cabina. Nadie se imagina lo que va a suceder. Tensión y peligro Bajo la supervisión de Böse, el comandante Michel Bacos, de 51 años, expiloto naval francés, veterano de la Segunda Guerra Mundial, se vio