GRACIA, ¿UN REGALO? El sábado último durante la hora del culto divino el predicador presentó el tema de la gracia divina, que por cierto estuvo muy bien disertado; pero como suele suceder con los predicadores que predican sobre este mensaje, comparó a la gracia divina con un regalo. Cuando escuché que la gracia es un regalo por primera vez me puse a pensar si esto es así o no, dando vueltas a las ideas llegué a la conclusión que la gracia divina no puede ser comparado con un regalo; quizá en este momento más de uno no concuerda con mi afirmación, pero líneas abajo referiré las razones por las que la gracia divina no debiera ser comparado con un regalo. Pensemos por un momento sobre qué entendemos por regalo en nuestros tiempos. Cuanto tú recibes un regalo ese regalo es tuyo, hagas lo que hagas seguirá siendo tuyo, quien te lo regaló no te lo puede quitar porque te comportaste de una manera que a él o ella (quien te hizo el regalo) no le guste; lo mucho que puede hacer es