Gracia, ¿Un regalo?

 

GRACIA, ¿UN REGALO?

 

El sábado último durante la hora del culto divino el predicador presentó el tema de la gracia divina, que por cierto estuvo muy bien disertado; pero como suele suceder con los predicadores que predican sobre este mensaje, comparó a la gracia divina con un regalo. Cuando escuché que la gracia es un regalo por primera vez me puse a pensar si esto es así o no, dando vueltas a las ideas llegué a la conclusión que la gracia divina no puede ser comparado con un regalo; quizá en este momento más de uno no concuerda con mi afirmación, pero líneas abajo referiré las razones por las que la gracia divina no debiera ser comparado con un regalo.

Pensemos por un momento sobre qué entendemos por regalo en nuestros tiempos.

Cuanto tú recibes un regalo ese regalo es tuyo, hagas lo que hagas seguirá siendo tuyo, quien te lo regaló no te lo puede quitar porque te comportaste de una manera que a él o ella (quien te hizo el regalo) no le guste; lo mucho que puede hacer es no volver a darte otro regalo. Para algunos padres el regalo es un premio que entregan a sus hijos por haber logrado algo (no tener cursos jalados en el colegio por ejemplo) o por su buen comportamiento.  Otros entregan un regalo a sus seres queridos en ocasiones especiales como cumpleaños, Navidad, día de la amistad, etc. Pero es bien raro que alguien entregue un regalo valioso a quien no le cae bien, a quien le resulta ofensivo, o simplemente a quien no quiere. Una vez recibido un regalo es tuyo y puedes hacer con ella lo que te plazca.

¿Qué nos dice la Biblia en relación a la gracia divina?

En la parábola de los dos deudores (Mateo 18:23-35) El rey perdona a su siervo una cuenta de diez mil talentos -recibió la gracia-, pero este siervo perdonado no quiso perdonar a su consiervo una deuda de cien denarios; el rey enterado de tal accionar inmisericorde del siervo perdonado lo manda llamar para reprocharle su conducta y le manda a la cárcel hasta que pague el último centavo - perdió la gracia.

Cuando el pueblo de Israel estuvo sumido en la esclavitud en Egipto, Dios envió a Moisés para liberarlos y después de la manifestación de poder de Dios en cada una de las plagas que cayeron sobre Egipto, Israel dejó Egipto convirtiéndose en el pueblo de Dios -Recibió la gracia- (Deuteronomio 7: 6-11) para conservar el privilegio de ser el pueblo de Dios debía de poner en práctica los mandamientos que Dios les dio por medio de Moisés en caso no lo hicieran perderían el privilegio de ser el pueblo de Dios -perderían la gracia- como lamentablemente sucedió (Deuteronomio 8:1-20) "

En la parábola de los talentos (Mateo 25:14-30) El hombre antes de salir de viaje entrega a sus siervos cinco, tres y un talento -reciben la gracia- según la capacidad de cada uno de ellos; después de un tiempo el hombre vuelve a su propiedad y sus siervos se acercan para rendir cuentas de los talentos recibidos; quien recibió cinco talentos entregó cinco más y quien recibió 3 talentos entregó otros tres, a lo que el señor de la casa los felicitó -conservaron la gracia- mientras que quien recibió un talento le entregó el mismo talento, razón por lo cual su señor mandó que le quiten el talento -perdió la gracia- y fuera arrojado.

Para la gran mayoría de los cristianos Pablo es relacionado con la gracia porque sus escritos hablan ampliamente sobre este tema, en Efesios 2:8 deja en claro que somos salvos por gracia y no por mérito alguno del ser humano. En 1 Corintios 15:10 el apóstol refiere que es lo que es por la gracia de Dios y que la gracia de Dios trabajó en él, de tal manera que su vida estuvo lleno de frutos -recibió la gracia- En la misma carta a los corintios (1 Corintios 9:27) manifiesta que si no somete su vida a Dios, no importará el haber sido heraldo para otros, que podría ser eliminado -perder la gracia.

Dios nos recibe tal cual somos -nos regala su gracia- pero no espera que sigamos siendo los mismos, espera que su gracia nos transforme día a día, que vayamos creciendo en gracia hasta la plenitud de la estatura de Cristo (Efesios 4:13) -conservamos la gracia-.

"Una vez salvo, siempre salvo", una frase que suena bien pero que no es real. El regalo de Dios -la gracia- es condicional, lo puedo preservar o perder, dependerá de lo que haga con dicho regalo.

#Hedjusan

14/02/18