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Mostrando entradas de enero, 2023

CAPÍTULO 74 | LAS DUDAS | Mente, carácter y personalidad T2

74 LAS DUDAS La Palabra de Dios, como el carácter de su divino Autor, presenta misterios que nunca podrán ser plenamente comprendidos por seres finitos. La entrada del pecado en el mundo, la encarnación de Cristo, la regeneración, la resurrección y otros muchos asuntos que se presentan en la Biblia, son misterios demasiado profundos para que la mente humana los explique, o aun para que los capte plenamente siquiera. Pero no tenemos razón para dudar de la Palabra de Dios porque no podamos entender los misterios de su providencia. En el mundo natural estamos siempre rodeados de misterios que no podemos sondear. Aun las formas más humildes de la vida presentan un problema que el más sabio de los filósofos es incapaz de explicar. Por todas partes se presentan maravillas que superan nuestro conocimiento. ¿Debemos sorprendernos de que en el mundo espiritual haya también misterios que no podamos sondear? La dificultad está únicamente en la debilidad y estrechez de la mente humana. Dios

CAPÍTULO 73 | EL MODO CORRECTO DE PENSAR | Mente, carácter y personalidad T2

  73 EL MODO CORRECTO DE PENSAR   La mente es algo que Dios nos ha confiado. Hay que cultivar las facultades de la mente. Hay que usarlas con tanta sabiduría que aumenten en fortaleza. Cada cual debería usar los talentos que se le han confiado de manera que hagan el mayor bien posible. Se debe educar la mente de tal manera que aparezcan las mejores energías del alma y se desarrolle cada facultad. No deberíamos conformarnos con una norma inferior. Deberíamos avanzar de una línea de progreso en la obra hacia otra.­ Carta 106, 1901. La mente es la mejor posesión que tenemos; pero debe ser adiestrada en la escuela de Cristo, el mejor y verdadero educador que el mundo ha conocido, mediante el estudio, la reflexión y el aprendizaje. El obrero cristiano debe crecer. Debe edificar el carácter para que sea útil; debe adiestrarse a fin de soportar dificultades y ser sabio en la planificación y ejecución de la obra de Dios. Debe ser un hombre puro mentalmente y en su conversación,