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CAPÍTULO 39: El Conocimiento Comunicado por la Palabra de Dios - Ministerio de curación

El Conocimiento Comunicado por la Palabra de Dios LA BIBLIA entera es una revelación de la gloria de Dios en Cristo. Aceptada, creída y obedecida, constituye el gran instrumento para la transformación del carácter. Es el gran estímulo, la fuerza que constriñe, que vivifica las facultades físicas, mentales y espirituales y encauza debidamente la vida. La razón por la cual los jóvenes, y aun los de edad madura, se ven tan fácilmente inducidos a la tentación y al pecado es porque no estudian la Palabra de Dios ni la meditan como debieran. La falta de fuerza de voluntad firme y resuelta, que se manifiesta en su vida y carácter resulta del descuido de la sagrada instrucción que da la Palabra de Dios. No hacen esfuerzos verdaderos por dirigir la mente hacia lo que le inspiraría pensamientos puros y santos y la apartaría de lo impuro y falso. Son muy pocos los que escogen la mejor parte, los que se sientan a los pies de Jesús, como lo hizo María, para aprender del divino Maestro. Pocos

CAPÍTULO 38: Importancia del Verdadero Conocimiento - El ministerio de curación

  Importancia del Verdadero Conocimiento NECESITAMOS comprender más claramente de lo que solemos las contingencias del gran conflicto en que estamos empeñados. Necesitamos comprender más ampliamente el valor de las verdades de la Palabra de Dios, y el peligro de consentir que el gran engañador aparte de ella nuestra mente. El valor infinito del sacrificio requerido para nuestra redención pone de manifiesto que el pecado es un tremendo mal, que ha descompuesto todo el organismo humano, pervertido la mente y corrompido la imaginación. El pecado ha degradado las facultades del alma. Las tentaciones del exterior hallan eco en el corazón, y los pies se dirigen imperceptiblemente hacia el mal. Así como el sacrificio en beneficio nuestro fue completo, también debe ser completa nuestra restauración de la corrupción del pecado. La ley de Dios no disculpará ningún acto de perversidad; ninguna injusticia escapará a su condenación. El sistema moral del Evangelio no reconoce otro ideal

CAPÍTULO 37 - LO FALSO Y LO VERDADERO EN LA EDUCACIÓN - Ministerio de curación

Lo Falso y lo Verdadero en la Educación   LA INTELIGENCIA maestra en la confederación del mal obra siempre para ocultar las palabras de Dios y hacer resaltar las opiniones de los hombres. Se propone que no oigamos la voz de Dios, que nos dice: "Este es el camino, andad por él." (Isaías 30:21.) Valiéndose de perversos sistemas de educación hace cuanto puede por obscurecer la luz del cielo. La especulación filosófica y la investigación científica que no reconocen a Dios están haciendo millares de escépticos. En las escuelas de hoy las conclusiones a las cuales llegaron hombres instruidos como resultado de sus investigaciones científicas se enseñan con empeño y se explican detenidamente, de modo que se implante bien clara la impresión de que si esos eruditos tienen razón, la Biblia no puede tenerla. El escepticismo atrae a la inteligencia humana. La juventud ve en él una independencia que cautiva la imaginación, y es víctima del engaño. Satanás triunfa. Nutre toda

CAPÍTULO 36: PELIGRO QUE ENTRAÑA EL CONOCIMIENTO ESPECULATIVO - Ministerio de curación

PELIGRO QUE ENTRAÑA EL CONOCIMIENTO ESPECULATIVO Uno de los mayores males que acompañan la búsqueda de conocimientos y las investigaciones de la ciencia, es la disposición a exaltar la razón humana más allá de su verdadero valor y su esfera apropiada. Muchos intentan juzgar al Creador y sus obras con el escaso conocimiento que tienen de la ciencia. Se esfuerzan por determinar la naturaleza, los atributos y prerrogativas de Dios, y se entregan a teorías especulativas respecto del Infinito. Los que se empeñan en este modo de estudiar pisan terreno prohibido. Su investigación no les dará resultados provechosos, y si persisten en ella lo harán con peligro de sus almas. Nuestros primeros padres fueron inducidos al pecado por haber codiciado una ciencia que Dios les había vedado. Al procurarla perdieron todo lo que era digno de ser poseído. Si Adán y Eva no hubieran tocado el árbol prohibido, Dios les hubiera comunicado un conocimiento sobre el cual no hubiera recaído la maldición del p