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CAPÍTULO 73 | EL MODO CORRECTO DE PENSAR | Mente, carácter y personalidad T2

  73 EL MODO CORRECTO DE PENSAR   La mente es algo que Dios nos ha confiado. Hay que cultivar las facultades de la mente. Hay que usarlas con tanta sabiduría que aumenten en fortaleza. Cada cual debería usar los talentos que se le han confiado de manera que hagan el mayor bien posible. Se debe educar la mente de tal manera que aparezcan las mejores energías del alma y se desarrolle cada facultad. No deberíamos conformarnos con una norma inferior. Deberíamos avanzar de una línea de progreso en la obra hacia otra.­ Carta 106, 1901. La mente es la mejor posesión que tenemos; pero debe ser adiestrada en la escuela de Cristo, el mejor y verdadero educador que el mundo ha conocido, mediante el estudio, la reflexión y el aprendizaje. El obrero cristiano debe crecer. Debe edificar el carácter para que sea útil; debe adiestrarse a fin de soportar dificultades y ser sabio en la planificación y ejecución de la obra de Dios. Debe ser un hombre puro mentalmente y en su conversación,

ADMINISTRAR PARA EL SEÑOR... HASTA QUE ÉL VENGA | Lección de Escuela Sabátia 1T - 2023

    ADMINISTRAR PARA EL SEÑOR...  HASTA QUE ÉL VENGA Descargue  N os cuesta comprender plenamente la relación que nuestro Dios, el Creador del Universo, quiere tener con nosotros, los seres humanos. (¡La sola idea es asombrosa!) “¡Miren qué gran amor nos ha prodigado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios! ¡Y en realidad, somos hijos de Dios! Por eso el mundo no nos conoce, porque no lo conoce a él” ( 1 Juan 3:1 ). O, como escribió Elena de White: “¿Puede algún rango humano igualar a este? ¿Qué lugar más destacado podríamos ocupar nosotros que ser llamados hijos del Dios infinito? [...] ¿Puede alguna honra mundanal igualarse a esto?” (MGD 341). Es solo la oscuridad de este mundo cargado de pecado lo que hace que no apreciemos completamente el estatus que se nos ha dado en Jesús. Sin embargo, si no somos prudentes, la tentación del mundo y las cosas del mundo nos alejarán de Cristo. La Palabra de Dios nos advierte de las tentaciones y las seducciones de Satanás: “Los que quieren en

CAPÍTULO 72 | LOS PENSAMIENTOS HABITUALES | Mente, carácter y personalidad T2

  72 LOS PENSAMIENTOS HABITUALES El hombre, "cual es su pensamiento en su corazón, tal es él" (Prov. 23: 7). Muchos pensamientos forman la historia no escrita de un solo día, y tienen mucho que ver con la formación del carácter. Debemos vigilar estrictamente nuestros pensamientos, pues un pensamiento impuro deja profunda impresión en el alma. Un pensamiento malo deja una mala impresión en la mente. Si los pensamientos son puros y santos el hombre mejora por haberlos acariciado. Aceleran el pulso espiritual y aumentan el poder para hacer el bien. Y así como una gota de lluvia prepara el camino para otra en el humedecimiento de la tierra, un buen pensamiento prepara el camino para otro.­ MJ 142 (1901). Está al alcance de todos escoger los temas que han de ocupar los pensamientos y amoldar el carácter.­ Ed 127 (1903). Nadie, fuera de vosotros, puede controlar vuestros pensamientos. En la lucha por alcanzar las normas más elevadas, el éxito o el fracaso dependerá mucho del

CAPÍTULO 71 | LA FELICIDAD | Mente, carácter y personalidad T2

71 LA FELICIDAD La acción armoniosa y saludable de todas las facultades del cuerpo y la mente, produce felicidad; mientras más elevadas y refinadas sean las facultades, más pura y sin mezcla será la felicidad.­ RH, 29 de julio de 1884; (CH 51). Tan íntima es la relación que existe entre la salud y la felicidad, que no podemos disfrutar de esta última sin disponer de la anterior. Se necesita un conocimiento práctico de la vida humana para poder glorificar a Dios por medio de nuestros cuerpos. Por lo tanto, es de la mayor importancia que entre los estudios seleccionados para los niños, la fisiología ocupe el primer lugar. ¡Cuán pocos conocen algo acerca de la estructura y el funcionamiento de sus propios cuerpos y de las leyes de la naturaleza! Muchos están a la deriva al carecer de conocimiento, como un barco en medio del mar, sin brújula ni ancla; y lo que es peor, no tienen interés en aprender a conservar sus cuerpos en condición saludable y así prevenir la enfermedad.­ HR, agos