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CAPÍTULO 36: PRINCIPIOS DE MOTIVACIÓN - Mente, carácter y personalidad T1

36. PRINCIPIOS DE MOTIVACIÓN El éxito requiere una meta. El éxito en cualquier actividad requiere una meta definida. El que desea lograr verdadero éxito en la vida debe mantener constantemente en vista esa meta digna de su esfuerzo. - Ed 262 (1903). Apuntar tan alto como sea posible. El lugar definido señalado para nosotros en la vida lo determinan nuestras aptitudes. No todos alcanzan el mismo desarrollo, ni hacen con igual eficiencia el mismo trabajo. Dios no espera que el hisopo adquiera las proporciones del cedro, ni que el olivo alcance la altura de la majestuosa palmera. Pero todos deberíamos aspirar a la altura a que la unión del poder humano con el divino nos permita alcanzar. - Ed 267 (1903). Los estudiantes han de tener una meta real. Enseñe a los estudiantes a usar para los propósitos más elevados y santos los talentos que Dios les ha dado, para que puedan realizar el mayor bien posible en este mundo. Los estudiantes necesitan aprender lo que significa tener una

CAPÍTULO 35: LA INFLUENCIA DE LA PERCEPCIÓN - Mente, carácter y personalidad T1

35. LA INFLUENCIA DE LA PERCEPCIÓN Una ley en los mundos intelectual y espiritual. Hay una ley de la naturaleza intelectual y espiritual según la cual modificamos nuestro ser mediante la contemplación. La inteligencia se adapta gradualmente a los asuntos en que se ocupa. Se asimila lo que se acostumbra a amar y a reverenciar. - CS 611 (1888). Contemplar el mal corrompió a los antediluvianos. Al contemplar el mal, los hombres fueron cambiados a su semejanza, hasta que Dios no pudo soportar su maldad por más tiempo, y fueron barridos por el diluvio. - FE 422,1896. Transformados para lo mejor. Mirando a Jesús obtenemos vislumbres más claras y distintas de Dios, y por la contemplación somos transformados. La bondad, el amor por nuestros semejantes, llegan a ser nuestro instinto natural. Desarrollamos un carácter que será la copia del carácter divino. Creciendo a su semejanza, ampliamos nuestra capacidad de conocer a Dios. Entramos cada vez en mayor relación con el mundo cele

CAPÍTULO 34: LA CONCIENCIA - Mente, carácter y personalidad T1

34. LA CONCIENCIA Exaltar la conciencia a su legítimo lugar de autoridad. Dios ha dado a los hombres más que una mera vida animal. "De tal manera amó al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". El espera que aquellos por quienes hizo un sacrificio tan grande muestren su aprecio por su amor siguiendo el ejemplo que Cristo les dejó, y viviendo en armonía con su voluntad. Espera que respondan al amor que les expresó negándose a sí mismo por el bien de otros. Espera que usen los poderes de la mente y del cuerpo en su servicio. Les ha dado afectos, y espera que usen este precioso don para su gloria. Les ha dado una conciencia, y les prohibe que usen mal este don; más bien, debe ser exaltado al lugar de autoridad que El le ha asignado. - SW , 1º de marzo de 1904. Controle la conciencia y cultive una disposición afable. Todos deberíamos cultivar una disposición afable y someternos al control de la co