Silencio en el cielo
El profeta ahora mira el sello final. Al abrirlo se revelarían los contenidos del libro. Pero no se abre como los demás. Cada vez, Yohanan había estado involucrado personalmente en la visión. La expresión "oí" había presentado los primeros cuatro sellos; y "vi", o "miré", el quinto y el sexto sellos. Pero Yohanan no necesita ver ni oír el sexto sello. Por primera vez, los eventos desencadenados por el sello ocurren exclusivamente en el cielo. Los primeros seis involucraban eventos mundanos y seguían el curso de la historia humana. Sin embargo, el séptimo sello describe un momento muy corto registrado en solo un versículo (Apoc. 8: 1 ). Y, finalmente, lo que describe es radicalmente diferente. Después de los gritos de guerra, los rugidos de las bestias salvajes, los gemidos de hombres y mujeres, el caos de los desastres naturales (Apoc. 6: 12-16), de pronto nos encontramos en silencio; en total silencio.
Ni visto ni oído, el incidente está más allá de cualquier descripción. El silencio expresá hasta lo que no pueden expresar las palabras, la música ni el arte. Solo el silencio puede comunicar lo inenarrable. Y solo el silencio puede expresar al Dios infinito. 58 El silencio dura una buena media hora. En lenguaje profético, en el que un día representa un año, esto equivale a una semana entera (si un día de
24 horas equivale a un año profético, una hora es igual a 365 dividido 24 -es decir, 15 días- y media hora representa una semana). La historia humana termina como había comenzado: por un tiempo de creación. La semana de silencio del fin se hace eco de la semana de silencio del comienzo (Gén. 1), un concepto posteriormente confirmado por la tradiciónjudía. La apertura del séptimo sello revela
el contenido del libro: la venida de Dios y la promesa de una nueva creación, de un mundo nuevo: la única solución para nuestras preguntas, anhelos y sufrimiento.
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