1. Su importancia La obra más delicada. Tratar con las mentes humanas es la obra más delicada en la cual los hombres estuvieron alguna vez ocupados.- 3T 269 (1873). Conocer las leyes que rigen la mente y el cuerpo. Es deber de toda persona, para su propio bien y el de la humanidad, conocer las leyes de la vida y obedecerlas con toda conciencia. Todos necesitan conocer el organismo más maravilloso: el cuerpo humano. Deberían comprender las funciones de los diversos órganos y como éstos dependen unos de otros para que todos actúen con salud. Deberían estudiar la influencia de la mente en el cuerpo, la del cuerpo en la mente, y las leyes que los rigen. -MC 89, 90 (1905). Adiestrar y disciplinar la mente. No importa de quién se trate. . . el Señor os ha bendecido con facultades intelectuales capaces de vasto desarrollo. Cultivad vuestros talentos con fervor perseverante. Educad y disciplinad la mente por el estudio, la observación y la reflexión. No podéis encontraros con la