SINOPSIS
Se acercaban los días finales de Pablo y, aun cuan- do los líderes religiosos estaban buscando arrestarlo, anhelaba compartir con los creyentes lo que Dios estaba haciendo en favor del evangelio. También quería presentarles la generosa ofrenda que los gentiles de todo el mundo les enviaban. La lección de esta semana se trata de la última visita de Pablo a Jerusalén, donde él se ofrece a sí mismo. Este acto había sido profetizado por el profeta Ágabo cuando, “tomando el cinturón de Pablo, se ató con él de pies y manos, y dijo: ‘Así dice el Espíritu Santo: De esta manera atarán los judíos de Jerusalén al dueño de este cinturón, y lo entregarán en manos de los gentiles’ ” (Hech. 21:11, NVI). Luego de su llegada, se esparció la noticia, y las autoridades fueron a arrestarlo. Fue en ese momento que Pablo pidió permiso para hablar con la multitud y, cuando lo hizo, simplemente les contó la experiencia de su conversión.
La lección para los jóvenes, hoy, está modelada por Pablo al contar la historia de su conversión. Uno de los grandes fracasos de los líderes religiosos de esos días, y quizá también suceda lo mismo hoy, era que no podían imaginar cambiarse de religión. Elena de White señala que “estos hombres habían perdido de vista el hecho de que Dios es el Maestro de su pueblo; que todo obrero de su causa ha de adquirir una experiencia individual en pos del di- vino Dirigente” (Los hechos de los apóstoles, p. 322).
OBJETIVOS
Los alumnos:
• Profundizarán su comprensión de la importan- cia de la experiencia personal. (Conocer.)
• Sentirán la responsabilidad de testificar. (Sentir.)
• Determinarán encontrar a Dios con una genuina devoción y vivir para contarlo. (Responder.)
Ilustración
Comparta esta ilustración con sus propias palabras: Se cuenta la historia de John Currier, que había sido sentenciado a prisión de por vida por el delito de asesinato en 1949. Después de varios años, lo transfirieron y lo pusieron bajo libertad condicional, por lo que se le asignó trabajar en una granja en Tennessee. Casi veinte años después, la sentencia de por vida de John Currier había quedado saldada y, legalmente, era un hombre libre. Salvo que John nunca recibió una carta ni nadie escogió comunicarle acerca de su libertad. Continuó bajo trabajos forzados sin siquiera la esperanza de ser un hombre libre. No obstante, Currier siguió trabajando día tras día en esa granja, aun cuando el granjero para el que trabajaba había muerto.
Puente hacia la historia
Comparta lo siguiente con sus palabras:
¿Cómo te hubieras sentido? ¿Y si alguien hubiera tenido la intención deliberada de no decir la verdad acerca de tu libertad para mantenerte prisionero hasta tu muerte? Quizá Pablo se haya sentido tan compelido a compartir el mensaje de Cristo a los demás porque no había nada en el mundo que le impidiera transmitir el conocimiento que podría liberar a cualquier persona.
John Currier representa a las personas que po- drían haber llegado a conocer el gozo de la salvación simplemente si alguien se lo hubiera presen- tado de una manera tal que pudieran entenderlo. Pablo tenía solo una oportunidad de abrir su boca y emitir palabras que podrían ayudar a algunos a comprender y aceptar a Cristo. ¿Qué le diría a una multitud hostil? ¿De qué manera sus palabras podrían penetrar en los obstinados judíos de Jerusalén que se oponían al movimiento cristiano?
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