NUESTRA UNIDAD EN CRISTO
INTRODUCCIÓN:
La iglesia es la familia de Dios en la Tierra: sus miembros sirven, estudian y adoran juntos. Al mirar a Jesús como su líder y redentor, la iglesia es llamada a llevar las buenas nuevas de la salvación a todos.
La creencia fundamental número 12 de la Iglesia Adventista del Séptimo Día señala, en parte: “La iglesia es la comunidad de creyentes que confiesan que Jesucristo es Señor y Salvador. Como continuadores del pueblo de Dios del Antiguo Testamento, se nos invita a salir del mundo; y nos reunimos para adorar, para estar en comunión unos con otros, para recibir instrucción en la Palabra, para la celebración de la Cena del Señor, para servir a toda la humanidad y para proclamar el evangelio en todo el mundo” (Creencias de los adventistas del séptimo día, p. 161).
Pero ¿qué entendemos por iglesia? ¿Quién pertenece a la iglesia? La respuesta a estas preguntas depende, en parte, de nuestra definición de iglesia.
Sin duda, una iglesia es la comunidad local de creyentes en Jesús que obedecen al Señor y se reúnen para adorar y servir. Pueden reunirse en casas-iglesias o en congregaciones más grandes (Rom. 16:10, 11). Con iglesia también nos referimos al edificio en el que se reúnen los cristianos; pero esta no es la mejor definición de iglesia. La iglesia consiste en personas, no en edificios.
En el Nuevo Testamento, a veces se hace referencia a la iglesia como el grupo de creyentes de una zona geográfica en particular. Por ende, cuando Pablo le escribió a la iglesia de Galacia, se dirigía a muchas congregaciones locales de pueblos y aldeas de esa región (Gál. 1:2; ver además 1 Ped. 1:1). Con iglesia a veces también nos referimos a un grupo de personas que pertenecen a una confesión religiosa en particular, cuyo nombre refleja sus creencias y su herencia.
Sin embargo, todas estas definiciones son incompletas. La iglesia es el pueblo de Dios en toda la Tierra. Y, aunque Cristo tiene seguidores fieles en distintas confesiones (muchos de los cuales se unirán al remanente de Dios en la crisis final [Apoc. 18:1‑4]), este trimestre nos enfocaremos en nuestra iglesia, la Iglesia Adventista del Séptimo Día, y qué significa para nosotros la unidad en Cristo.
La creencia fundamental número 14, llamada “Unidad en el cuerpo de Cristo”, declara: “La iglesia es un cuerpo con muchos miembros, llamados de entre todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos. En Cristo somos una nueva creación; las distinciones de raza, cultura, educación y nacionalidad, y las diferencias entre encumbrados y humildes, ricos y pobres, hombres y mujeres, no deben causar divisiones entre nosotros. Todos somos iguales en Cristo, quien por un mismo Espíritu nos unió en comunión con él y los unos con los otros; debemos servir y ser servidos sin parcialidad ni reservas. Por medio de la revelación de Jesucristo en las Escrituras, participamos de la misma fe y la misma esperanza, y damos a todos un mismo testimonio.
Esta unidad tiene sus orígenes en la unicidad del Dios triuno, que nos adoptó como hijos suyos” (Creencias de los adventistas del séptimo día, p. 200).
El propósito de esta guía de estudio de la Biblia es brindar instrucción bíblica sobre el tema de la unidad cristiana para los adventistas del séptimo día, quienes hoy y siempre vemos amenazada esa unidad; y ese desafío nos acompañará hasta el final de los tiempos.
Sin embargo, en las Escrituras encontramos diversas revelaciones e instrucciones sobre cómo vivir el don divino de la unidad en Cristo. Esas revelaciones, esas instrucciones sobre cómo vivir y expresar en nuestra iglesia la unidad que nos ha sido dada, son el eje central de este trimestre.
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