DE HOMBRES Y BESTIAS
(Apocalipsis 13 - 14:5
La bestia del mar
Del mar emerge una bestia increíblemente similar al dragón. Al igual que el dragón, la bestia luce sus siete cabezas y sus diez cuernos (Apoc. 13:1 ). El Apocalipsis declara que la bestia ha recibido su poder del mismo dragón (vers. 4). Su origen del agua ya indica su carácter maligno. Tanto en la Biblia como en la literatura del antiguo Medio Oriente, el dragón de las aguas representa a los enemigos del Creador, 1 los goyim que asaltan al pueblo de Dios. 2 Su naturaleza marina también hace alusión a la identidad geopolítica de la bestia. La bestia representa a Roma, cuyo poder experimentaron las naciones del Medio Oriente como proveniente del mar. Las visiones del cuarto libro de Ezra, una obra apocalíptica de alrededor del año 1 00 d. C., describe a Roma como una bestia que emerge del mar ( 4 Ezra [2 Esdras] 11 : 1; 12: 11).
Pero la nueva bestia representa más que al dragón. Sus características nos recuerdan a los cuatro animales de Daniel 7: el leopardo, el oso, el león (Apoc. 13:2; comparar con Dan. 7:2-6) y especialmente la cuarta, la bestia de diez cuernos (Apoc. 13: 1; comparar con Dan. 7:7). La visión profética se centra en la característica distintiva de esta cuarta bestia: el cuerno pequeño. Al igual que el cuerno pequeño, nuestra bestia recibe una boca que habla con arrogancia (Apoc. 13:5; comparar con Dan. 7:8). Y, al igual que el cuerno pequeño, nuestra bestia tiene tendencias a usurpar. Busca ser adorada y recibe la alabanza: "[ ... ] ¿Quién como la bestia? [ ... ]" (Apoc. 13:4). Esta expresión se hace eco de otra que tradicionalmente se refiere al Dios de Israel: "¿Quién como Dios?" (comparar con Éxo. 15: 11; Sal. 35:10), y constituye el mismo nombre de Miguel (el hebreo mika-el significa "¿quién es como Dios?").
Por otra parte, al igual que el cuerno pequeño, la bestia oprime al pueblo de Dios durante 42 meses, después de los cuales recibe una herida fatal (Apoc. 13:3). Esta secuencia de eventos está insinuada por el paralelismo de nuestro pasaje: ABC/ 1 A'B'C':
Primer párrafo:
A. la bestia recibe autoridad del dragón (Apoc. 13:2)
B. una de sus cabezas es fatalmente herida (vers. 3)
C. la herida es sanada, la bestia es adorada (vers. 3, 4)
Segundo párrafo:
A'. la bestia recibe una boca y autoridad (vers. 5)
B'. durante 42 meses (vers. 5)
C'. abre su boca, adorada por el mundo (vers. 6-8).
A'. la bestia recibe una boca y autoridad (vers. 5)
B'. durante 42 meses (vers. 5)
C'. abre su boca, adorada por el mundo (vers. 6-8).
Este paralelismo relaciona a B con B'. En el primer párrafo, la bestia recibe autoridad del dragón (A) hasta que una de sus cabezas es herida (B), después de lo cual todo el mundo la admira (C). Asimismo, en el segundo párrafo, la bestia recibe autoridad del dragón (A') durante 42 meses (B'), después de los cuales el mundo vuelve a adorarla (C'). La bestia, por lo tanto, recibe su herida al término de los 42 meses.
Hasta este punto, la profecía solo reformula revelaciones pasadas. Al igual que la profecía de Daniel,. nuestro pasaje describe la emergencia del poder que procura reemplazar a Dios, que aparece cronológicamente después de la caída de Roma. Según el libro de Daniel, este poder oprimiría al pueblo de Dios durante "tiempo, y tiempos, y medio tiempo" (Dan. 7:25), a saber, 42 meses, o 1.260 días proféticos (años). Nuestro pasaje, además, explica que después de este período de opresión algo heriría fatalmente a la bestia, pero que en última instancia se recuperaría y "todos los moradores de la tierra" la adorarían (Apoc. 13:8).
La historia confirma la profecía. Los 1.260 años comienzan en 538, cuando la iglesia se establece como poder institucional; y termina en 1798, cuando la espada de Napoleón la apuñala.3 Luego, la iglesia se recupera rápidamente y el Papado se restablece. El siglo XIX marca un reavivamiento en la Iglesia Católica. El primer Concilio Vaticano (1870) inauguró una era de respeto y devoción renovados por el Papa. La Iglesia Católica había emergido del período de la Revolución Francesa más fuerte que nunca, y ha recibido reconocimiento en forma creciente como autoridad política y moral. Las enseñanzas jesuíticas explicaban que cuando el Papa actúa de mediador, es Dios mismo el que media a través de él. Los músicos católicos compusieron himnos de alabanza para glorificar a Pío IX (papa de 1846 a 1878). Algunos propagandistas eclesiásticos, incluso, se refirieron al "Santo Padre" como al "viceDios de la humanidad".4 Finalmente, en 1870, el liderazgo eclesiástico pronunció la infalibilidad papal como un dogma. De allí en adelante, el prestigio del Papado no ha hecho más que crecer. La caída del marxismo y otras crisis económicas y sociales han reforzado su prerrogativa moral. La revista Time calificó al Papa como el "Hombre del Año" en 1994, y le dedicó la historia de tapa a él.
Atreverse a identificar al benigno Papa con una bestia monstruosa casi no es apropiado en nuestra era de creciente tolerancia, apertura y respeto. La inmensa popularidad del Papa, su campaña en favor de la paz mundial y su ayuda a los pobres y los oprimidos de alguna manera contradicen la profecía.
Sin embargo, curiosamente, la profecía predice esto incluso: "[ ... ] se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Y la adoraron todos los moradores de la tierra[ ... ]" (Apoc. 13:7, 8). Por primera vez, la influencia del Papado ha estallado más allá de los límites de la religión católica, más allá de los territorios de Italia o incluso Francia, la "hija mayor de la iglesia".
Pero la visión profética no necesariamente acusa a la Iglesia Católica como tal. La intención profética no busca tanto condenar como dilucidar los meandros de la historia, a fin de que podamos saber que detrás de ellos la providencia divina está obrando para fortalecer la fe y sustentar la esperanza. Esta es la lección de nuestro pasaje: "[ ... ] Aquí está la paciencia y la fe de los santos" (Apoc. 13: 10).
La bestia de la tierra
Inmediatamente después de que el mundo comienza a admirar a la bestia del mar con cabezas, el profeta del Apocalipsis ve otra bestia, esta vez de origen terrenal. La bestia de la tierra después pisó el campamento de la primera bestia y "hablaba como dragón" (vers. 11 ). De modo que la bestia de la tierra se alió con la bestia del mar, y compartió el mismo poder dispensado por el dragón (vers. 4): "Y
ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella" (vers. 12).
ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella" (vers. 12).
Además, la bestia de la tierra hace todo lo posible con el fin de instigar a "la tierra y los moradores de ella" para que "adoren a la primera bestia" (vers. 12). Al seducir al mundo con grandes maravillas (vers. 13, 14), hace campaña a favor de la primera bestia, y erige una gran estatua de ella (vers. 14 ). Incluso anima a la estatua, completa los efectos de sonido, como algunos de esos juguetes nuevos que· al apretar un botón parecen tener vida. Nos inclinaríamos a sonreír si no fuese por la violencia subsiguiente.
Nuestro pasaje nos recuerda el incidente relatado en Daniel 3. N abucodonosor erige una gran estatua -la réplica de la imagen de sus sueños (Dan. 2)- y les ordena a sus súbditos, "pueblos, naciones y lenguas" (Dan. 3:4; comparar con 3:7), que la adoren so pena de muerte (Dan. 3:6). La bestia de la tierra ahora procura hacer "matar a todo el que no la adorase" (Apoc. 13: 15).
El Apocalipsis describe la marca de la adoración como sellada en la mano derecha o en la frente (vers. 16), imagen tomada del libro de Deuteronomio, en el que se aplica a la fidelidad a la ley de Dios: "Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos" (Deut. 6:8; comparar con Éxo. 13:9). Para los judíos, ese lenguaje es especialmente significativo, dado que evoca su hábito diario de atar el Tifillin en la mano y en la frente, como recordativo de su total sumisión a la ley, que involucra tanto las acciones (la mano) como el pensamiento (la frente).
La intención de la bestia de la tierra es totalmente clara. Quiere forzar a todos los pueblos a someterse a la ley de la bestia del mar así como Dios esperaba que los israelitas se sometieran a la ley de Moisés -en la frente y en la mano, es decir, en pensamiento y en acciones- en forma total. De modo que la bestia de la tierra ayuda a la bestia del mar a alcanzar una categoría divina. Su ley reemplaza la de Dios en las acciones y en los corazones humanos. "La marca de la bestia", por lo tanto, es más que un tatuaje superficial, puesto que actúa como señal de que la ley de la bestia del mar está inscrita profundamente en el corazón de las personas y se manifiesta a través de sus actos.
El número de la bestia también delata su carácter y su vocación: 666. Es un "número de hombre", explica el Apocalipsis (Apoc. 13:18). La tradición bíblica asocia el número 6 con los seres humanos,
dado que fueron creados el sexto día. El número 6 simboliza la autosuficiencia y el orgullo de la persona que no necesita a Dios. Y el número 6 también es un número clave en la construcción de la estatua de Nabucodonosor (Dan. 3: 1).6 Nabucodonosor la erigió para promover la unidad de los pueblos de la tierra y para reemplazar a la autoridad divina. La triple repetición del número 6 hace alusión al deseo de la criatura de usurpar el papel de Dios. De hecho, el número 3 es el número de Dios. Repetir el número humano tres veces viene a ser lo mismo que promover lo humano al nivel de lo divino, que es tres veces santo (Isa. 6:3; Apoc. 4:8).
Al llamar 666 a este poder, el Apocalipsis revela la verdadera naturaleza de la bestia del mar. Detrás de su máscara de religiosidad, asecha la aspiración de poder exclusivamente humano. La iglesia no tiene ningún interés en Dios. Es todo un juego político. Desde Constantino y Clodoveo, la iglesia ha codiciado el poder político. A veces la iglesia no ha tenido otra preocupación más que recobrar un punto de apoyo en la arena política. Ha vendido su alma por el reconocimiento mundanal y ahora está respaldada por la bestia de la tierra. Varios indicios nos ayudan a identificar a este último poder:
Su naturaleza: es diferente de la bestia del mar. Al no ser un poder religioso, no recibe adoración (Apoc. 13: 12, 15). Pero el Apocalipsis define su naturaleza como económica: ·determina quién puede "comprar [o] vender" (vers. 1 7); y como política: puede matar (vers. 15).
Su tiempo: emerge después de que aparece la primera bestia, y sus acciones comienzan después de que la primera bestia se recupera de su herida (vers. 12); por lo tanto, este poder comienza a manifestarse recién al final del siglo XVIII.
Su espacio: en contraste con la bestia del mar, esta proviene de la tierra. La diferencia de origen tiene un gran significado para el lector hebreo. En tanto que el mar es intimidatorio, la tierra es familiar y tranquilizadora. La palabra hebrea erets (tierra) denota el país, la patria o el hogar.7 Al provenir de la erets, la bestia se presenta en tonos tranquilizadores, como un aliado. De hecho, pocos versículos antes, el Apocalipsis muestra que la tierra salva a la mujer (Apoc. 12: 16).
Su carácter: el aspecto de la bestia confirma su primera impresión de inocuidad. Con sus dos cuernos pequeños, la bestia se asemeja a un cordero (Apoc. 13:11 ); puede ser confiable. La bestia del mar, con sus diez cuernos y características salvajes, era impura y aterradora. La bestia de la tierra, en cambio, parece dócil y domesticada. Además, para el cristiano Yohanan, sus características semejantes a un cordero le recuerdan las del tierno Yeshua (Apoc. 14:1 ).
No obstante, no debemos permitir que nos engañe. El cordero habla como dragón (Apoc. 13:11). Esos rasgos contradictorios deberían impactarnos. Al hacer añicos su imagen inocente y tranquilizadora, el cordero de repente ruge como dragón.
Las piezas del rompecabezas se reúnen para formar un retrato inesperado. Un superpoder económico y político que se origina a fines del siglo XVIII, un refugio para los oprimidos religiosos, Estados U nidos de N orteamérica ruge en la escena internacional como un dragón, aunque exterioriza el rostro de un cordero. La doble naturaleza de la bestia se manifiesta en los niveles político y psicológico. El ingenuo idealismo estadounidense va de la mano con el fuerte poder militar, económico y político. De hecho, a menudo las rugientes amenazas del dragón estadounidense parecen fuera de lugar al venir de esta bestia con cara de cordero.
La historia confirma la visión profética. Según nuestro pasaje, esta bestia también tiene una doble influencia. Interactúa con los habitantes de la tierra y con la primera bestia. Por otro lado, seduce a los habitantes de la tierra con sus maravillas y su poder de hacer caer fuego del cielo. Para el hebreo, esta imagen evoca el poder del profeta Elías (1 Rey. 18:17-39). Y, en el Apocalípsis, caracteriza el poder de los dos. testigos de Dios (Apoc. ll :5). De modo que la bestia de la tierra imita las señales divinas. Ya sea en el escenario militar o el diplomático, o en la pantalla grande, Estados Unidos siempre termina salvando al mundo. Su influencia se pone de manifiesto en todos lados. El dólar se ha convertido en un estándar monetario mundial. Las producciones y los comerciales estadounidenses
saturan los medios internacionales. La música rock, losjeans, McDonald's y Coca-Cola son productos universales. Efectivamente, Estados Unidos ha seducido al mundo.
Por otro lado, desempeña un papel primordial en el éxito de la otra bestia. Y, de hecho, el Vaticano mantiene una relación privilegiada con los Estados Unidos. Ambos han trabajado juntos en el pasado, y más recientemente desempeñaron un papel importante en la caída del marxismo. Los primeros movimientos históricos anticipados por la profecía están comenzando a salir a la superficie en el escenario internacional.
De hecho, los dejos totalitarios del régimen de la bestia son bastante inesperados por parte de un país libre como Estados Unidos. Nuestro pasaje especifica que los que rechazan la marca de la bestia se verán eliminados del mundo comercial. La identidad de todos estará moldeada en el número 666. Si la profecía dice la verdad, podemos esperar que un día Estados Unidos, la tierra de la libertad, se convierta en el centro de la opresión religiosa. La "marca de la bestia" hará un gran esfuerzo para acabar con la individualidad. La autoridad humana reemplazará la de Dios' en el corazón y en las acciones de las personas.
Podemos ver el cumplimiento de la profecía en la evolución religiosa actual. Los intereses sociológicos, psicológicos o incluso del entretenimiento reemplazan, cada vez más, la adoración a Dios. Y hasta vemos esfuerzos para estandarizar el día de adoración8 por razones de utilidad, o en una postura ecuménica de amor y unidad universales.
Pero estos son solo síntomas. La "marca de la bestia" implica más que un día o una forma de adoración; implica también lealtad a la bestia, al poder de Babel, con todo su pote;ncial de represión, conformidad y alejamiento de Dios. Esas acusaciones son increíbles. No obstante, ciertas evoluciones parecen señalar en dirección a la profecía, especialmente el surgimiento de la Derecha Cristiana, con su lucha apasionada en contra de la separación del Estado y la Iglesia.
La profecía cierra con el frío cepo del totalitarismo. El número 666 hace que las últimas palabras de la profecía sean frías e insensibles; como si la esperanza y el trato humanitario ya no fuesen una opción.
Interludio: Los hombres en el cielo
De repente, una nueva visión capta la atención del profeta, al ver a una multitud triunfante que entona alabanzas de esperanza y gozo. La escena está en contraste directo con lo que acabamos de escuchar y de temer. Para los aplastados por el poder de Babel, la visión trae nuevas de esperanza. Por encima del mar y de la tierra, se eleva el "monte de Sion" (Apoc. 14: 1) del futuro. La única mención de Sion en el Apocalipsis es la Sion celestial.
La voz que el profeta oye proviene del cielo (vers. 2), y los 144.000 se congregan de pie ante el Trono celestial.
Sobre la base de la presencia de Dios en el monte terrenal de Sion, el pueblo de Israel ha llegado a referirse a la morada de Dios en el cielo con el mismo nombre de "monte de Sion".9 De modo que, en el Salmo 48:2, cuando los hijos de Coré relacionan a Sion, el santo monte de Dios, con "los lados del norte" (yarketey tsqfon), se están refiriendo al cielo. El profeta Isaías confirma esto al identificar los "lados del norte" con el "cielo [ ... ] junto a las estrellas de Dios" (Isa. 14: 13). A diferencia de las bestias que "suben" del mar y de la tierra, el Cordero "está en pie" sobre el monte de Sion. La estabilidad y el orden confrontan la confusión y el caos ocasionados por el dragón. Incluso el sello de propiedad, que en el caso del dragón a veces se coloca en la mano y a veces en la frente, ahora está
firmemente grabado en la frente de' los redimidos (Apoc. 14: 1 ). De igual manera, el número 144.000 simboliza el pacto con Dios (12 x 12.000) y contrasta con el número 666, que simboliza la ausencia de Dios.
Los "vírgenes" contrastan con los que se dejan "engañar" por la bestia (Apoc. 13:14; comparar con 13:3, 8). Nuevamente, la Escritura emplea la metáfora conyugal para indicar una íntima relación entre Dios y su pueblo. Las Escrituras hebreas a menudo llaman al pueblo de Dios la "virgen hija de Sion" .10 En Cantares, el vivo deseo de la sulamita por Salomón, su amado, representa el deseo de Israel por Dios, su amado.11 El profeta Oseas lloró nostálgicamente al pensar en los días de esponsales de Israel en el desierto (Ose. 2: 16).
El Apocalipsis, obviamente, no utiliza esta imagen de la virginidad del pueblo de Dios para fomentar la abstinencia sexual, sino como una exaltación de la virtud y de la paciencia. Israel permanecerá virgen para siempre porque siempre espera a su amado. El Reino no es de este mundo. En contraste con los que se han unido con el reino terrenal, la "virginidad" de Sion los preserva para el Reino de Dios. Al describirlos como "vírgenes", el profeta del Apocalipsis quiere significar un pueblo consagrado, apartado para Dios.
El otro título que los caracteriza -las "primicias para Dios" (Apoc. 14:4)- implica el mismo concepto. Nuevamente, el Apocalipsis ha tomado el lenguaje de las Escrituras hebreas. Evoca el ritual en el que Israel reservaba las primicias de la cosecha para Dios. 12 La Escritura consideraba que Israel era el primogénito de Dios13 y, en la misma línea de pensamiento, las primicias de la cosecha (Jer. 2:3), un pueblo santo apartado para Dios.
El Apocalipsis distingue a los 144.000 del resto de la raza humana. El pueblo de Dios y el pueblo del dragón se diferencian por sus acciones y sus actitudes. Los seguidores del dragón son como robots. Ni siquiera hablan. La bestia habla por ellos. Su mayor preocupación es material y económica, su objetivo es el éxito y el reconocimiento mundanales.
Por otro lado, los discípulos del Cordero lo siguen espontáneamente (Apoc. 14:4) y entonan un "cántico nuevo" (vers. 3). La creatividad de estos poetas/músicos va en contra de los cálculos tergiversados de los técnicos del éxito comercial y económico del dragón. La vida, la imaginación, y la búsqueda de la aventura y el descubrimiento se enfrentan a la muerte y el aburrimiento de los conspiradores del éxito material.
La expresión "cántico nuevo" es fundamental para el libro de los Salmos, en el que se celebra el renacimiento de la salvación. 14 En este caso, los 144.000, inundados por el milagro de la resurrección, irrumpen en armonías de alabanza que solo ellos pueden expresar. La visión profética anticipa eljuicio final. El profeta oye de fondo un gran trueno y el estruendo de muchas aguas, "como de arpistas" (vers. 2). Ha llegado el momento de que la justicia y el amor de Dios se reúnan otra vez y le pongan fin al mal.
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Referencias
1 Isa. 27:1; Eze. 29:3-5; 31; 32; comparar con Sal. 69:1, 2; 74:12-17; 124: 1-5.
2Isa. 17:12;Jer. 46:7;Apoc. 17:1,18.
3 Ver Doukhan, Secretos de Daniel, pp. 108-111.
4 Bruce L. Shelley, Church History in Plain Language (Waco, Tex.: 1982), p. 381.
5 Time (26 de diciembre de 1994).
6 Doukhan, Secretos de Daniel, pp. 46, 4 7.
7 Gén. 11:31; 12:1, 5-7; Lev. 14:34; Deut. 18:9; 2 Rey. 5:2; comparar con Mat.
2:20, 21; Efe. 6:3.
8 Ver "Lord's Day Alliance Officials Have Audience With Pope John Pau11I and
Others in Europe", Sundqy: The Magazine of the Lord's Dqy Alliance in the United States
(octubre-diciembre de 1986), pp. 8, 9; comparar con James P. Wesberry, ed., The Lord's Day (Nashville: 1986), p. 123.
9 Sal. 2:6; 68:18; 87:1; 99:9.
1° Comparar con 2 Rey. 19:21; Isa. 37:22;Jer. 14:17; Amós 5:2; etc.
11 Cant. 2:8, 9; 5:2; 8:14.
12 Deut. 26:1-11; Lev. 23:9-21.
13 Éxo. 4:22;Jer. 31:9.
14 Sal. 33:3; 40:3; 96:1; 98:1; 144:9; 149:1.
1 Isa. 27:1; Eze. 29:3-5; 31; 32; comparar con Sal. 69:1, 2; 74:12-17; 124: 1-5.
2Isa. 17:12;Jer. 46:7;Apoc. 17:1,18.
3 Ver Doukhan, Secretos de Daniel, pp. 108-111.
4 Bruce L. Shelley, Church History in Plain Language (Waco, Tex.: 1982), p. 381.
5 Time (26 de diciembre de 1994).
6 Doukhan, Secretos de Daniel, pp. 46, 4 7.
7 Gén. 11:31; 12:1, 5-7; Lev. 14:34; Deut. 18:9; 2 Rey. 5:2; comparar con Mat.
2:20, 21; Efe. 6:3.
8 Ver "Lord's Day Alliance Officials Have Audience With Pope John Pau11I and
Others in Europe", Sundqy: The Magazine of the Lord's Dqy Alliance in the United States
(octubre-diciembre de 1986), pp. 8, 9; comparar con James P. Wesberry, ed., The Lord's Day (Nashville: 1986), p. 123.
9 Sal. 2:6; 68:18; 87:1; 99:9.
1° Comparar con 2 Rey. 19:21; Isa. 37:22;Jer. 14:17; Amós 5:2; etc.
11 Cant. 2:8, 9; 5:2; 8:14.
12 Deut. 26:1-11; Lev. 23:9-21.
13 Éxo. 4:22;Jer. 31:9.
14 Sal. 33:3; 40:3; 96:1; 98:1; 144:9; 149:1.
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