Jueves 21 de marzo: El juicio de Babilonia
[B]ajo una misma dirección, la de la potencia papal, para oponerse
a Dios en la persona de sus testigos.
¿Qué entidad le entrega su reino a esta potencia? El protestantismo,
un poder que, mientras profesa tener el carácter y el espíritu de un cordero y estar aliado con el cielo, habla con la voz de un dragón. Está
movido por una fuerza que procede de abajo...
“Estos tienen un mismo propósito”. Habrá un lazo universal de
unión, una gran armonía, una confederación de fuerzas de Satanás. “Y
entregarán su poder y su autoridad a la bestia”. Así se manifiesta el mismo poder arbitrario y opresor contra la libertad religiosa, la libertad
de adorar a Dios según los dictados de la conciencia, que manifestó el
papado cuando en el pasado persiguió a los que se negaban a conformarse con los ritos y ceremonias religiosas del romanismo (Maranata, p. 185).
A pesar de las tinieblas espirituales y del alejamiento de Dios que
se observan en las iglesias que constituyen Babilonia, la mayoría de los
verdaderos discípulos de Cristo se encuentran aún en el seno de ellas.
Muchos de ellos no han oído nunca proclamar las verdades especiales
para nuestro tiempo. No pocos están descontentos con su estado actual
y tienen sed de más luz. En vano buscan el espíritu de Cristo en las
iglesias a las cuales pertenecen. Como estas congregaciones se apartan
más y más de la verdad y se van uniendo más y más con el mundo, la
diferencia entre ambas categorías de cristianos se irá acentuando hasta
quedar consumada la separación. Llegará el día en que los que aman a
Dios sobre todas las cosas no podrán permanecer unidos con los que
son “amadores de los placeres, más bien que amadores de Dios; teniendo la forma de la piedad, mas negando el poder de ella”.
El capítulo 18 del Apocalipsis indica el tiempo en que, por haber
rechazado la triple amonestación de Apocalipsis 14:16-12, la iglesia
alcanzará el estado predicho por el segundo ángel, y el pueblo de Dios
que se encontrare aún en Babilonia, será llamado a separarse de la comunión de esta. Este mensaje será el último que se dé al mundo y cumplirá su obra. Cuando los que “no creen a la verdad, sino que se complacen en la injusticia” (2 Tesalonicenses 2:12, VM), sean dejados para
sufrir tremendo desengaño y para que crean a la mentira, entonces la
luz de la verdad brillará sobre todos aquellos cuyos corazones estén
abiertos para recibirla, y todos los hijos del Señor que quedaren en Babilonia, oirán el llamamiento: “¡Salid de ella, pueblo mío!” Apocalipsis
18:4 (El conflicto de los siglos, pp. 386, 387).
La inmensa mayoría del mundo desechará la misericordia de Dios,
y será sumida en pronta e irremisible ruina.
Pero el que presta oídos a la advertencia y “habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente”. “Escudo y adarga es
su verdad”. Para el tal es la promesa: “Saciarélo de larga vida, y mostraréle mi salud”. Salmos 91:1, 4, 16 (Patriarcas y profetas, pp. 163,
164).
Viernes 22 de marzo: Para estudiar y meditar
Maranata, “La estrategia del diablo”, p. 161.
Testimonios para la iglesia, “Elias reprende al rey Acab”, t. 3, pp.
303-308.
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