Jueves 31 de octubre:
El Ejemplo de Nehemías
Nehemías y sus compañeros no rehuyeron el trabajo duro, ni se excusaron del servicio penoso. Ni de noche ni de día, ni aun durante el breve tiempo usado para dormir, se quitaban la ropa, o aun colocaban a un lado su armadura. "Y ni yo, ni mis hermanos, ni mis mozos, ni la gente de guardia que me seguía (Servicio cristiano, pp. 219, 220).
No hay nada que debilite la fortaleza de la iglesia como el orgullo y la pasión... Cristo nos ha dado un ejemplo de amor y humildad, y ha ordenado a sus seguidores que se amen mutuamente como él los ha amado. Con humildad, debemos estimar a otros superiores a nosotros. Debemos ser severos con nuestros propios defectos de carácter, pron tos para discernir nuestros errores y equivocaciones, y tener menos en cuenta las faltas ajenas que las nuestras. Debemos sentir un interés especial cn considerar las cosas ajenas, no para codiciarlas, no para encontrar faltas en ellas, no para hacer comentarios en cuanto a ellas y presentarlas en una luz dudosa, sino para hacer estricta justicia en todas las cosas a nuestros hermanos y a todos con quienes nos tratamos. Ofende a Dios el espíritu de hacer planes para nuestro interés egoísta, con el fin de obtener alguna ganancia, o para mostrar superioridad o rivalidad. El Espíritu de Cristo guiará a sus seguidores para que se preocupen, no solo por su éxito o ventajas, sino por tener también interés en el éxito y ventajas de sus hermanos. Esto será amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (A fin de conocerle, p. 176).
Éramos todos deudores de la justicia divina; pero nada teníamos con qué pagar la deuda. Entonces el Hijo de Dios se compadeció de nosotros y pagó el precio de nuestra redención. Se hizo pobre para que por su pobreza fuésemos enriquecidos. Mediante actos de generosidad hacia los pobres, podemos demostrar la sinceridad de nuestra gratitud por la misericordia que se nos manifestó. "Ilagamos bien a todos -- recomienda el apóstol Pablo , y mayormente a los domésticos de la fe". Y sus palabras concuerdan con las del Salvador: “Siempre tendréis los pobres con vosotros, y cuando quisiereis les podréis hacer bien". "Todas las cosas que quisierais que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas”. Gálatas 6:10; Marcos 14:7; Mateo 7:12 (Profetas y reyes, p. 482).
Viernes 1 de noviembre: Para estudiar y meditar
Profetas y reyes, "Reproches contra la extorsión", pp. 477-482.
Reflejemos a Jesús, "Cristo dirá a los misericordiosos: bien hecho", p. 219.
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