Jueves 19 dediciembre:
No debemos comprometer los principios cediendo a las opiniones y prejuicios que hayamos albergado antes de unirnos con el pueblo que guarda los mandamientos de Dios. Nos hemos alistado en el ejército del Señor, y no debemos pelear en el bando del enemigo, sino al lado de Cristo, donde podemos formar un conjunto unido en sentimiento, en acción, en espíritu y en camaradería….
La palabra “comunión” significa participación, sociedad. Dios emplea las figuras más fuertes para mostrar que no debe haber unión entre los partidos mundanos y los que buscan la justicia de Cristo. ¿Qué comunión puede haber entre la luz y las tinieblas, la verdad y la injusticia?—Ninguna. La luz representa la justicia; las tinieblas, la injusticia. Los cristianos han salido de-las tinieblas a la luz. Se han revestido de Cristo, y llevan el distintivo de la verdad y la obediencia. Son gobernados por los elevados y santos principios que Cristo expresó en su vida. Pero el mundo es gobernado por principios de deshonestidad e injusticia (Fundamentals of Christian Education, pp. 475, 476; parcialmente en Obreros evangélicos, p. 407).
Si la esposa no es creyente, o se opone a la verdad, el hombre no puede, en concordancia con la Ley de Dios, repudiarla únicamente por esas razones. Para armonizar con la ley de Jehová, debe continuar viviendo con ella, a menos que ella misma opte por la separación. Es posible que tenga que sufrir oposición, opresión y molestias de todo tipo; pero podrá encontrar aliento, fuerza y apoyo en Dios, quien puede otorgar gracia para cualquier emergencia. Tendrá que ser un hombre de mente pura, decidido, firme en los principios, y Dios le proporcionará sabiduría para que pueda seguir el curso de acción que debería (Testimonios acerca de conducta sexual, adulterio y divorcio, p. 180).
Hay muchos que permiten que sus esposas o esposos les impidan escuchar el llamamiento de Dios. El esposo dice: “No puedo obedecer mis convicciones en cuanto a mi deber mientras mi esposa se oponga a ello. Su influencia haría excesivamente difícil para mí la obediencia”….
Todos éstos rechazan el llamado del Salvador porque temen la división en el círculo de la familia. Suponen que al rehusar obedecer a Dios aseguran la paz y la prosperidad del hogar; pero esto es un engaño. Aquellos que siembran egoísmo segarán egoísmo. Al rechazar el amor de Cristo rechazan lo único que puede impartir pureza y firmeza al amor humano (Palabras de vida del Gran Maestro, pp. 177, 178).
Jesús nos conoce individualmente, y se conmueve por el sentimiento de nuestras flaquezas. Nos conoce a todos por nombre. Conoce la casa en que vivimos, y el nombre de cada ocupante….
Cada alma es tan plenamente conocida por Jesús como si fuera la única por la cual el Salvador murió. Las penas de cada uno conmueven su corazón. El clamor por auxilio penetra en su oído. El vino para atraer a todos los hombres a sí. Los invita: “Seguidme,” y su Espíritu obra en sus corazones para inducirlos a venir a él. Muchos rehusan ser atraídos. Jesús conoce quiénes son. Sabe también quiénes oyen alegremente u llamamiento y están listos para colocarse bajo su cuidado pastoral. El dice: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.” Cuida a cada una como si no hubiera otra sobre la haz de la tierra (El Deseado de todas las gentes, p. 445).
El Matrimonio Actual
La palabra “comunión” significa participación, sociedad. Dios emplea las figuras más fuertes para mostrar que no debe haber unión entre los partidos mundanos y los que buscan la justicia de Cristo. ¿Qué comunión puede haber entre la luz y las tinieblas, la verdad y la injusticia?—Ninguna. La luz representa la justicia; las tinieblas, la injusticia. Los cristianos han salido de-las tinieblas a la luz. Se han revestido de Cristo, y llevan el distintivo de la verdad y la obediencia. Son gobernados por los elevados y santos principios que Cristo expresó en su vida. Pero el mundo es gobernado por principios de deshonestidad e injusticia (Fundamentals of Christian Education, pp. 475, 476; parcialmente en Obreros evangélicos, p. 407).
Si la esposa no es creyente, o se opone a la verdad, el hombre no puede, en concordancia con la Ley de Dios, repudiarla únicamente por esas razones. Para armonizar con la ley de Jehová, debe continuar viviendo con ella, a menos que ella misma opte por la separación. Es posible que tenga que sufrir oposición, opresión y molestias de todo tipo; pero podrá encontrar aliento, fuerza y apoyo en Dios, quien puede otorgar gracia para cualquier emergencia. Tendrá que ser un hombre de mente pura, decidido, firme en los principios, y Dios le proporcionará sabiduría para que pueda seguir el curso de acción que debería (Testimonios acerca de conducta sexual, adulterio y divorcio, p. 180).
Hay muchos que permiten que sus esposas o esposos les impidan escuchar el llamamiento de Dios. El esposo dice: “No puedo obedecer mis convicciones en cuanto a mi deber mientras mi esposa se oponga a ello. Su influencia haría excesivamente difícil para mí la obediencia”….
Todos éstos rechazan el llamado del Salvador porque temen la división en el círculo de la familia. Suponen que al rehusar obedecer a Dios aseguran la paz y la prosperidad del hogar; pero esto es un engaño. Aquellos que siembran egoísmo segarán egoísmo. Al rechazar el amor de Cristo rechazan lo único que puede impartir pureza y firmeza al amor humano (Palabras de vida del Gran Maestro, pp. 177, 178).
Jesús nos conoce individualmente, y se conmueve por el sentimiento de nuestras flaquezas. Nos conoce a todos por nombre. Conoce la casa en que vivimos, y el nombre de cada ocupante….
Cada alma es tan plenamente conocida por Jesús como si fuera la única por la cual el Salvador murió. Las penas de cada uno conmueven su corazón. El clamor por auxilio penetra en su oído. El vino para atraer a todos los hombres a sí. Los invita: “Seguidme,” y su Espíritu obra en sus corazones para inducirlos a venir a él. Muchos rehusan ser atraídos. Jesús conoce quiénes son. Sabe también quiénes oyen alegremente u llamamiento y están listos para colocarse bajo su cuidado pastoral. El dice: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.” Cuida a cada una como si no hubiera otra sobre la haz de la tierra (El Deseado de todas las gentes, p. 445).
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