Lunes diciembre 16:
Cada vez más [Salamón] llegó a considerar los lujos, la sensualidad y el favor del mundo como indicios de grandeza. Hizo traer mujeres hermosas y atractivas de Egipto, Fenicia, Edom, Moab, y muchos otros lugares. Esas mujeres se contaban por centenares. Su religión se basaba en el culto de los ídolos, y se les había enseñado a practicar ritos crueles y degradantes. Hechizado por su belleza, el rey descuidaba sus deberes hacia Dios y su reino.
Sus mujeres ejercieron una influencia poderosa sobre él, y gradualmente le indujeron a participar de su culto. Salomón había despreciado las instrucciones que Dios había dado para que sirviesen como barrera contra la apostasía, y llegó a entregarse al culto de los dioses falsos (Profetas y reyes, p. 40).
Abrahán había notado los resultados que desde los días de Caín hasta su propio tiempo dieran los casamientos entre los que temían a Dios y los que no le temían. Tenía ante los ojos las consecuencias de su propio matrimonio con Agar y las de los lazos matrimoniales de Ismael y de Lot. La falta de fe de Abrahán y de Sara había dado lugar al nacimiento de Ismael, mezcla de la simiente justa con la impía. La influencia del padre sobre su hijo era contrarrestada por la de los idólatras parientes de su madre, y por la unión de Ismael con mujeres paganas…
Nadie que tema a Dios puede unirse sin peligro con quien no le teme. “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de concierto?”. Amós 3:3. La felicidad y la prosperidad del matrimonio dependen de la unidad que haya entre los esposos; pero entre el creyente y el incrédulo hay una diferencia radical de gustos, inclinaciones y propósitos. Sirven a dos señores entre los cuales la concordia es imposible. Por puros y rectos que sean los principios de una persona, la influencia de un cónyuge incrédulo tenderá a apartarla de Dios (Conflicto y valor, p. 57).
Les resulta duro a los hombres aprender que Dios realmente quiere decir lo que dice. Por lo general, los que eligen como amigos y compañeros a personas que rechazan a Cristo y pisotean la ley de Dios, eventualmente adoptan la misma mentalidad y el mismo espíritu….
Muchos que comenzaron la vida con un porvenir tan brillante y prometedor, en su esfera limitada, como Salomón en su exaltado puesto, debido a un irrevocable mal paso en su matrimonio, perdieron su alma, y arrastraron a otros a la ruina juntamente con ellos… Compañeros frívolos, que no tienen profundidad de principios, apartaron el corazón de aquellos que tenían una vez nobles ideales, para dirigirlos a la vanidad, a los placeres corruptores y directamente al vicio.
Debiéramos sentir siempre un profundo interés en la salvación de los impenitentes y se les debiera manifestar un espíritu de bondad y cortesía; pero solo estaremos seguros eligiendo como nuestros amigos a los que son los amigos de Dios (Sons and Daughters of God, p. 165; parcialmente en Hijos e hijas de Dios, p. 165).
La Reprensión De Nehemías
Sus mujeres ejercieron una influencia poderosa sobre él, y gradualmente le indujeron a participar de su culto. Salomón había despreciado las instrucciones que Dios había dado para que sirviesen como barrera contra la apostasía, y llegó a entregarse al culto de los dioses falsos (Profetas y reyes, p. 40).
Abrahán había notado los resultados que desde los días de Caín hasta su propio tiempo dieran los casamientos entre los que temían a Dios y los que no le temían. Tenía ante los ojos las consecuencias de su propio matrimonio con Agar y las de los lazos matrimoniales de Ismael y de Lot. La falta de fe de Abrahán y de Sara había dado lugar al nacimiento de Ismael, mezcla de la simiente justa con la impía. La influencia del padre sobre su hijo era contrarrestada por la de los idólatras parientes de su madre, y por la unión de Ismael con mujeres paganas…
Nadie que tema a Dios puede unirse sin peligro con quien no le teme. “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de concierto?”. Amós 3:3. La felicidad y la prosperidad del matrimonio dependen de la unidad que haya entre los esposos; pero entre el creyente y el incrédulo hay una diferencia radical de gustos, inclinaciones y propósitos. Sirven a dos señores entre los cuales la concordia es imposible. Por puros y rectos que sean los principios de una persona, la influencia de un cónyuge incrédulo tenderá a apartarla de Dios (Conflicto y valor, p. 57).
Les resulta duro a los hombres aprender que Dios realmente quiere decir lo que dice. Por lo general, los que eligen como amigos y compañeros a personas que rechazan a Cristo y pisotean la ley de Dios, eventualmente adoptan la misma mentalidad y el mismo espíritu….
Muchos que comenzaron la vida con un porvenir tan brillante y prometedor, en su esfera limitada, como Salomón en su exaltado puesto, debido a un irrevocable mal paso en su matrimonio, perdieron su alma, y arrastraron a otros a la ruina juntamente con ellos… Compañeros frívolos, que no tienen profundidad de principios, apartaron el corazón de aquellos que tenían una vez nobles ideales, para dirigirlos a la vanidad, a los placeres corruptores y directamente al vicio.
Debiéramos sentir siempre un profundo interés en la salvación de los impenitentes y se les debiera manifestar un espíritu de bondad y cortesía; pero solo estaremos seguros eligiendo como nuestros amigos a los que son los amigos de Dios (Sons and Daughters of God, p. 165; parcialmente en Hijos e hijas de Dios, p. 165).
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