Martes, 7 de enero:
Cuando Daniel y sus compañeros fueron puestos a prueba, se colocaron plenamente del lado de la rectitud y la verdad. No procedieron caprichosa sino inteligentemente. Decidieron que como la carne no había formado parte de su régimen en lo pasado, no debían comerla en lo futuro; y así como el vino había sido prohibido a todos los que deben ocuparse del servicio de Dios, decidieron que no lo tomarían...
Daniel y sus compañeros no sabían cuál seria el resultado de su decisión; solo sabían que les costaría la vida, pero resolvieron seguir la senda recta de una estricta temperancia aunque estaban en la corte de la licenciosa Babilonia...
Comprendían que por la gracia de Dios su destino dependía de su propia voluntad y acción (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 4, pp. 1188, 1189).
Los pequeños incidentes de la vida diaria pasan con frecuencia sin que los notemos; pero son estas cosas las que forman el carácter. Cada acontecimiento de la vida es grande para bien o para mal. La mente necesita ser educada por las pruebas diarias, a fin de adquirir fuerza para resistir en cualquier situación dificil. En los días de prueba y peligro, necesitaréis ser fortalecidos para permanecer firmes de parte de lo recto, independientes de toda influencia opositora.
Dios quiere hacer mucho por vosotros, basta con que sintáis vuestra necesidad de él. Jesús os ama. Tratad siempre de andar en la luz de la sabiduría de Dios. Y en todos los variados escenarios de la vida, no descanséis hasta saber que vuestra voluntad está en armonía con la voluntad de vuestro Creador. Por la fe en él podéis obtener fucrza para resistir a toda tentación de Satanás, y así crecer en fuerza moral con cada prueba que Dios os envie.
Podéis convertiros en personas de responsabilidad e influencia si por el poder de vuestra voluntad, unida con la fortaleza divina, os dedicáis fervientemente a la realización del trabajo... Aprended a reflexionar tanto como a estudiar, para que vuestras mentes puedan expandirse, fortalecerse y desarrollarse (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 554).
Dios no domina nuestra mente sin nuestro consentimiento, sino que cada hombre está libre para elegir el poder que quiera ver dominar sobre él. Nadie ha caido tan bajo, nadie es tan vil que no pueda hallar liberación en Cristo. El endemoniado, en vez de oraciones, solo podía pronunciar las palabras de Satanás; sin embargo, la muda súplica de su corazón fue oída. Ningún clamor de un alma en necesidad, aunque no llegue a expresarse en palabras, quedará sin ser oído. Los que consienten en hacer pacto con el Dios del cielo no serán abandonados al poder de Satanás ni a las flaquezas de su propia naturaleza... Maravillosa será la transformación de quien abra por la fe la puerta de su corazón al Salvador (El ministerio de curación, p. 62).
Daniel y sus compañeros no sabían cuál seria el resultado de su decisión; solo sabían que les costaría la vida, pero resolvieron seguir la senda recta de una estricta temperancia aunque estaban en la corte de la licenciosa Babilonia...
Comprendían que por la gracia de Dios su destino dependía de su propia voluntad y acción (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 4, pp. 1188, 1189).
Los pequeños incidentes de la vida diaria pasan con frecuencia sin que los notemos; pero son estas cosas las que forman el carácter. Cada acontecimiento de la vida es grande para bien o para mal. La mente necesita ser educada por las pruebas diarias, a fin de adquirir fuerza para resistir en cualquier situación dificil. En los días de prueba y peligro, necesitaréis ser fortalecidos para permanecer firmes de parte de lo recto, independientes de toda influencia opositora.
Dios quiere hacer mucho por vosotros, basta con que sintáis vuestra necesidad de él. Jesús os ama. Tratad siempre de andar en la luz de la sabiduría de Dios. Y en todos los variados escenarios de la vida, no descanséis hasta saber que vuestra voluntad está en armonía con la voluntad de vuestro Creador. Por la fe en él podéis obtener fucrza para resistir a toda tentación de Satanás, y así crecer en fuerza moral con cada prueba que Dios os envie.
Podéis convertiros en personas de responsabilidad e influencia si por el poder de vuestra voluntad, unida con la fortaleza divina, os dedicáis fervientemente a la realización del trabajo... Aprended a reflexionar tanto como a estudiar, para que vuestras mentes puedan expandirse, fortalecerse y desarrollarse (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 554).
Dios no domina nuestra mente sin nuestro consentimiento, sino que cada hombre está libre para elegir el poder que quiera ver dominar sobre él. Nadie ha caido tan bajo, nadie es tan vil que no pueda hallar liberación en Cristo. El endemoniado, en vez de oraciones, solo podía pronunciar las palabras de Satanás; sin embargo, la muda súplica de su corazón fue oída. Ningún clamor de un alma en necesidad, aunque no llegue a expresarse en palabras, quedará sin ser oído. Los que consienten en hacer pacto con el Dios del cielo no serán abandonados al poder de Satanás ni a las flaquezas de su propia naturaleza... Maravillosa será la transformación de quien abra por la fe la puerta de su corazón al Salvador (El ministerio de curación, p. 62).
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