Domingo, 8 de marzo:
Ayuno y oración, una vez más
Incansables en su oposición, los samaritanos debilitaban "las manos del pueblo de Judá, y los arredraban de edificar. Cohecharon además contra ellos consejeros para disipar su consejo, todo el tiempo de Ciro rey de Persia, y basta el reinado de Darío rey de Persia". Esdras 4:4, 5. Mediante informes mentirosos despertaron sospechas en espíritus que con facilidad se dejaban llevar a sospechar ...
Mientras Satanás estaba procurando influir en las más altas potestades del reino de Medo-Persia para que mirasen con desagrado al pueblo de Dios, había ángeles que obraban en favor de los desterrados. Todo el cielo estaba interesado en la controversia. Por intermedio del profeta Daniel se nos permite vislumbrar algo de esta lucha poderosa entre las fuerzas del bien y las del mal (Profetas y reyes, p. 418).
Debemos acercamos mucho más a Dios. Nuestra vida diaria debe tener menos del yo y más de Jesucristo y su gracia. Vivimos en un período importante de la historia del mundo. El fin de todas las cosas está cercano; las arenas del tiempo se están escurriendo rápidamente; pronto se dirá en el cielo: "Hecho está". Apocalipsis 21 :6. "El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía". Apocalipsis 22: 11.
Nuestros testimonios deben cobrar mayor intensidad y debemos aferrarnos con más firmeza a Dios. No puedo dejar de orar a la una, a las dos y a las tres de la madrugada para que el Señor obre en los corazones de su pueblo. Pienso en todos los seres celestiales que están interesados en la obra que se lleva a cabo en la tierra. Los ángeles ministradores esperan junto al trono para obedecer instantáneamente el mandato de Jesucristo de contestar cada oración ofrecida con fe viva y fervorosa (Mensajes selectos, t. 2, pp. 432, 433).
El abatimiento es pecaminoso e irracional. Dios puede y quiere dar "más abundantemente" (Hebreos 6: 17) a sus siervos la fuerza que necesitan para las pruebas. Los planes de los enemigos de su obra pueden parecer bien trazados y firmemente asentados; pero Dios puede anular los más enérgicos de ellos. Y lo hace cómo y cuándo quiere; a saber, cuando ve que la fe de sus siervos ha sido suficientemente probada ...
En los días más sombríos, cuando en apariencia hay más peligro, no temáis. Tened fe en Dios. Él conoce vuestra necesidad. Tiene toda potestad. Su compasión y amor infinitos son incansables. No temáis que deje de cumplir su promesa. Él es la verdad eterna. Nunca cambiará el pacto que hizo con los que le aman. Y otorgará a sus fieles siervos la medida de eficiencia que su necesidad exige. El apóstol Pablo atestiguó: "Me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona". 2 Corintios 12:9 (Profetas y reyes, pp. 120, 121).
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