Sábado 7 de marzo
Cada uno debe calcular el costo. Nadie logrará el éxito sin arduo esfuerzo. Hemos de ejercitar todos nuestros poderes espirituales y crucificar la carne con sus afectos y concupiscencias. Crucificar el yo
abarca mucho más de lo que muchos pudieran suponer.
Se requiere una vigilancia continua para ser fieles hasta la muerte, para pelear la buena batalla de la fe hasta que termine la guerra y como vencedores recibamos la corona de la vida (In Heavenly Places, p. 117; parcialmente en En los lugares celestiales, p. 119).
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. Efesios 6: 10.
Estas palabras inspiradas de Dios son apropiadas para nosotros. Se aplican en forma especial a los que se esfuerzan por guardar los mandamientos de Dios en medio de gente torcida y perversa entre la que brillan como luces en el mundo ...
"Tomad toda la armadura de Dios". Efesios 6: 13. Haced de la Palabra vuestra guía. Tomadla. Toda la armadura que se os proporciona en las Escrituras está a vuestra disposición. "Por tanto, tornad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad". Vers. 13, 14 (A fin de conocerle, pp. 344,345).
Solo cuando se vean a la luz de la eternidad las providencias de Dios, comprenderemos lo que debemos al cuidado y la intercesión de sus ángeles. Los seres celestiales han desempeñado una parte activa en los asuntos de los hombres Han aparecido con ropas tan brillantes como relámpago; se han presentado como hombres, bajo la apariencia de viajeros ...
Todo redimido comprenderá la obra de los ángeles en su propia vida. ¡Qué sensación le producirá conversar con el ángel que fue su guardián desde el primer momento; que vigiló sus pasos y cubrió su
cabeza en el día de peligro; que estuvo con él en el valle de la sombra de muerte, que señaló su lugar de descanso, que fue el primero en saludarlo en la mañana de la resurrección, y conocer por medio de él la historia de la intervención divina en la vida individual, de la cooperación celestial en toda obra en favor de la humanidad! (La educación, pp. 304, 305).
De la batalla a la victoria
El seguir a Cristo no significa estar libre de conflictos. No es un juego de niños . . No es ociosidad espiritual. Todo el gozo del servicio de Cristo significa la sagrada obligación de enfrentar a menudo duros conflictos. Seguir a Cristo significa duras batallas, labor activa, guerra contra el mundo, la carne y el maligno. Las victorias ganadas por Cristo en guerra dura y cruenta serán nuestro gozo ... Estarnos alistados para luchar "no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece". Juan 6:27.
Cada uno debe calcular el costo. Nadie logrará el éxito sin arduo esfuerzo. Hemos de ejercitar todos nuestros poderes espirituales y crucificar la carne con sus afectos y concupiscencias. Crucificar el yo
abarca mucho más de lo que muchos pudieran suponer.
Se requiere una vigilancia continua para ser fieles hasta la muerte, para pelear la buena batalla de la fe hasta que termine la guerra y como vencedores recibamos la corona de la vida (In Heavenly Places, p. 117; parcialmente en En los lugares celestiales, p. 119).
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. Efesios 6: 10.
Estas palabras inspiradas de Dios son apropiadas para nosotros. Se aplican en forma especial a los que se esfuerzan por guardar los mandamientos de Dios en medio de gente torcida y perversa entre la que brillan como luces en el mundo ...
"Tomad toda la armadura de Dios". Efesios 6: 13. Haced de la Palabra vuestra guía. Tomadla. Toda la armadura que se os proporciona en las Escrituras está a vuestra disposición. "Por tanto, tornad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad". Vers. 13, 14 (A fin de conocerle, pp. 344,345).
Solo cuando se vean a la luz de la eternidad las providencias de Dios, comprenderemos lo que debemos al cuidado y la intercesión de sus ángeles. Los seres celestiales han desempeñado una parte activa en los asuntos de los hombres Han aparecido con ropas tan brillantes como relámpago; se han presentado como hombres, bajo la apariencia de viajeros ...
Aunque los gobernantes de este mundo lo ignoren, a menudo los ángeles han hablado en sus concilios ... Han desbaratado propósitos y detenido males que hubieran causado oprobio y sufrimiento a los hijos de Dios ...
Todo redimido comprenderá la obra de los ángeles en su propia vida. ¡Qué sensación le producirá conversar con el ángel que fue su guardián desde el primer momento; que vigiló sus pasos y cubrió su
cabeza en el día de peligro; que estuvo con él en el valle de la sombra de muerte, que señaló su lugar de descanso, que fue el primero en saludarlo en la mañana de la resurrección, y conocer por medio de él la historia de la intervención divina en la vida individual, de la cooperación celestial en toda obra en favor de la humanidad! (La educación, pp. 304, 305).
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