Domingo, 12 de abril:
Escrito está
Satanás lanzó ataques más poderosos contra Cristo que los que nunca lanzará contra nosotros. Del triunfo de Cristo o de él dependían consecuencias mucho más importantes. Si Cristo resistía sus más poderosas tentaciones, y Satanás no podía obtener éxito en su intento de inducirlo a pecar, sabría que había perdido su poder y que finalmente sería castigado con eterna destrucción. Por lo tanto Satanás obró con mucho poder para inducir a Cristo a cometer un acto erróneo, porque entonces obtendría ventaja sobre él... Nunca podéis ser tentados en forma tan decidida y cruel como lo fue nuestro Salvador. Satanás estuvo en su senda en cada momento...El Salvador venció para mostrarle al ser humano cómo puede vencer. Cristo venció todas las tentaciones de Satanás con la Palabra de Dios. Confiando en las promesas de Dios, recibió poder para obedecer los mandamientos de Dios, y el tentador no pudo obtener ventaja — Dios nos cuida, p. 25.
Cristo vino a este mundo para mostrarnos lo que Dios puede hacer y lo que nosotros podemos hacer en cooperación con Dios. Fue al desierto en la carne humana para ser tentado por el enemigo. Sabe lo que es tener hambre y sed. Conoce las debilidades y flaquezas de la carne. Fue tentado en todo como nosotros somos tentados.
Nuestro rescate ha sido pagado por nuestro Salvador. Nadie necesita estar esclavizado por Satanás. Cristo está ante nosotros como nuestro ejemplo divino, nuestro ayudador todopoderoso. Hemos sido comprados por un precio que es imposible de calcular. ¿Quién puede medir la bondad y misericordia del amor redentor? —Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 6, p. 1074.
Debemos elevarnos a un grado más alto en el tema de la fe. Tenemos tan poca fe. La Palabra de Dios es nuestro respaldo. Debemos tomarla, creyendo sencillamente cada palabra. Con esta seguridad podemos pedir grandes cosas, y de acuerdo con nuestra fe nos serán concedidas... Si humillamos nuestros corazones delante de Dios; si buscamos morar en Cristo, tendremos una experiencia más santa y elevada...
La verdadera fe consiste en hacer precisamente las cosas que Dios ha ordenado, no las que no ha mandado. Los frutos de la fe son la justicia, la verdad y la misericordia. Necesitamos caminar a la luz de la Ley de Dios; y entonces las buenas obras serán el fruto de nuestra fe, los resultados de un corazón renovado cada día —Alza tus ojos, p. 344. La Palabra de Dios ha de ser nuestra guía. No hay nada que adivinar en las verdades que contiene. No dejemos esta guía segura para buscar algo nuevo y extraño... Hay muchas doctrinas que no tienen en su fundamento un “Escrito está”. Son suposiciones humanas. Con la declaración “Escrito está” Cristo hizo frente a las tentaciones que Satanás le presentó en el desierto, y provisto con esa arma, pudo decirle al enemigo: “Llegarás hasta aquí y no más adelante” --A fin de conocerle, p. 210.
Comentarios
Publicar un comentario