Lunes, 27 de abril:
La unidad de la Escritura
El Antiguo y Nuevo Testamento están unidos con el broche áureo de Dios. Necesitamos familiarizarnos con las Escrituras del Antiguo Testamento. Debe verse claramente la inmutabilidad de Dios; debe estudiarse la similitud de su trato con su pueblo de la dispensación pasada con el de la presente...
Mediante la obra del Espíritu Santo la verdad es afianzada en la mente e impresa en el corazón del estudiante diligente y temeroso de Dios. Y no sólo él es bendecido por esa clase de labor, sino que también son grandemente bendecidas las almas a las cuales comunica la verdad y por quienes un día tendrá que dar cuenta. Los que hacen de Dios su consejero recogen la más preciosa cosecha cuando reúnen los áureos granos de la verdad de la Palabra divina, pues el Instructor celestial está cerca de ellos. El que así se capacita para el ministerio tendrá derecho a la bendición prometida al que conduce a muchos a la justicia (RH 20-4-1897) (Comentario Bíblico Adventista del séptimo día, t. 5 p. 1121
La historia del Antiguo Testamento se registró en beneficio de las generaciones venideras. También son muy necesarias las lecciones del Nuevo Testamento. Aquí de nuevo Cristo es el Instructor, que conduce a su pueblo para que busque esa sabiduría que viene de lo alto, y para que obtenga esa instrucción acerca de la justicia que modelará el carácter de acuerdo con la semejanza divina. Las Escrituras, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo, nos enseñan los principios en que se basan tanto la obediencia a los mandamientos como los requisitos para obtener esa vida que se equipara con la de Dios, porque por medio de la obediencia llegamos a participar de la naturaleza divina, y aprendemos a huir de la corrupción que encontramos en el mundo debido a la concupiscencia. Por lo tanto, debemos estudiar sus máximas y obedecer sus mandamientos y principios, que son más preciosos que el oro, para incorporarlos a nuestro diario vivir.—Carta 342, del 2 de septiembre de 1907, a los obreros del sur de California. (Cada día con Dios p. 261)
El Creador de todas las ideas puede impresionar a diferentes mentes con el mismo pensamiento, pero cada una puede expresarlo de una manera diferente, y sin embargo sin contradicción. El hecho de que existan esas diferencias no debiera dejarnos perplejos o confundidos. Es muy raro que dos personas vean y expresen la verdad *Una forma de llamar en aquel tiempo a una reunión de oración. de la misma manera. Cada una se ocupa de puntos particulares que su idiosincrasia y educación la capacitan para apreciar. La luz solar que cae sobre diferentes objetos, les da matices diferentes. (Mensajes selectos T. 1, pp. 25,26)
Familiarizarse con las Escrituras agudiza la capacidad de discer nimiento y fortalece el alma contra los ataques de Satanás. La Biblia es la espada del Espíritu, que nunca dejará de vencer al adversario. Es el único y verdadero guía en todos los asuntos de fe y de práctica. La razón por la cual Satanás tiene tanto control sobre la mente y el corazón de los hombres, es porque no han hecho de la Palabra de Dios su consejera, y todos sus caminos no han sido probados mediante la prueba verdadera. La Biblia nos mostrará el curso que debemos seguir para llegar a ser los herederos de la gloria.—The Review and Herald, 4 de enero de 1881; Nuestra Elavada Vocacion, 33. (Mente, carácter y personalidad T. 1 p. 118)
El Creador de todas las ideas puede impresionar a diferentes mentes con el mismo pensamiento, pero cada una puede expresarlo de una manera diferente, y sin embargo sin contradicción. El hecho de que existan esas diferencias no debiera dejarnos perplejos o confundidos. Es muy raro que dos personas vean y expresen la verdad *Una forma de llamar en aquel tiempo a una reunión de oración. de la misma manera. Cada una se ocupa de puntos particulares que su idiosincrasia y educación la capacitan para apreciar. La luz solar que cae sobre diferentes objetos, les da matices diferentes. (Mensajes selectos T. 1, pp. 25,26)
Familiarizarse con las Escrituras agudiza la capacidad de discer nimiento y fortalece el alma contra los ataques de Satanás. La Biblia es la espada del Espíritu, que nunca dejará de vencer al adversario. Es el único y verdadero guía en todos los asuntos de fe y de práctica. La razón por la cual Satanás tiene tanto control sobre la mente y el corazón de los hombres, es porque no han hecho de la Palabra de Dios su consejera, y todos sus caminos no han sido probados mediante la prueba verdadera. La Biblia nos mostrará el curso que debemos seguir para llegar a ser los herederos de la gloria.—The Review and Herald, 4 de enero de 1881; Nuestra Elavada Vocacion, 33. (Mente, carácter y personalidad T. 1 p. 118)
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