Lunes, 18 de mayo:
Los días de la creación
Fui llevado en visión hacia atrás, a la creación, y me fue mostrada que la primera semana, en la cual Dios hizo la obra de la creación en seis días y reposó el día séptimo, fue igual que cualquier otra semana. El gran Dios, en sus días de creación y en su día de reposo, midió el primer ciclo como una muestra para todas las semanas sucesivas hasta el cierre del tiempo. “Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados”. Dios nos otorga las producciones de su obra al cierre de cada día literal. Cada día fue contado por él como una generación, porque cada día generó o produjo una nueva porción de su obra. El séptimo día de la primera semana Dios reposó de su obra, y entonces bendijo el día de su reposo, y lo colocó aparte para el bien del hombre. El ciclo semanal de siete días literales, seis para trabajar y el séptimo para reposar, que ha sido preservado y traído a través de la historia bíblica, originó en los grandes hechos de los primeros siete días - Spiritual Gifts, vol. 3, p. 90.La suposición infiel que pretende que los acontecimientos de la primera semana requirieron siete períodos largos y de duración indefinida, atenta directamente contra el fundamento del sábado del cuarto mandamiento. Hace oscuro e indefinido aquello que Dios hizo sumamente claro. Es la peor clase de infidelidad, porque para muchos que pretenden creer el relato de la creación, es infidelidad encubierta. Acusa a Dios con ordenarnos observar un día de siete días literales en conmemoración de siete períodos indefinidos, lo que es contrario a sus tratos con nosotros, y es una impugnación de su sabiduría -Ser semejante a Jesús, p. 149.
Podemos saber con seguridad que la venida del Señor está cercana. “El cielo y la tierra pasarán dice, mas mis palabras no pasarán”. Cristo va a venir en las nubes y con grande gloria. Le acompañará una multitud de ángeles resplandecientes. Vendrá para resucitar a los muertos y para transformar a los santos vivos de gloria en gloria. Vendrá para honrar a los que le amaron y guardaron sus mandamientos, y para llevarlos consigo. No los ha olvidado ni tampoco ha olvidado su promesa. Volverán a unirse los eslabones de la familia. Cuando miramos a nuestros muertos, podemos pensar en la mañana en que la trompeta de Dios resonará, cuando “los muertos serán levantados sin corrupción, y nosotros seremos transformados”. 1 Corintios 15:52. Aun un poco más, y veremos al Rey en su hermosura. Un poco más, y enjugará toda lágrima de nuestros ojos. Un poco más, y nos presentará "delante de su gloria irreprensibles, con grande alegría”. Judas 1:24. Por lo tanto, cuando dio las señales de su venida, dijo: “Cuando estas cosas comenzaren a hacerse, mirad, y levantad vuestras cabezas, porque vuestra redención está cerca” —El Deseado de todas las gentes, p. 586.
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