13. ALIMENTO PARA LA MENTE
Uso sabio
versus abuso.
Dios nos concede talentos para que los aprovechemos sabiamente, no para que
abusemos de ellos. La educación es tan sólo una preparación para las facultades
físicas, intelectuales y morales para el mejor cumplimiento de todos los
deberes de la vida. La lectura impropia imparte una educación falsa. El poder
de resistencia, la fuerza y actividad del cerebro pueden ser reducidos o
aumentados de acuerdo con la manera en que se emplean.- 1JT 571 (1880).
Alimento saludable para la mente.
La lectura pura y saludable será a la mente lo que el alimento saludable es al
cuerpo. De ese modo llegaréis a ser más fuertes para resistir la tentación,
formar hábitos correctos y obrar de acuerdo con principios rectos.- RH , 26 de
dic. de 1882; HHD 180.
Guardar las avenidas del alma.
Tenemos, sin embargo, algo que hacer para resistir a la tentación. Los que no
quieren ser víctimas de los ardides de Satanás deben custodiar cuidadosamente
las avenidas del alma; deben abstenerse de leer, ver u oír cuanto sugiera
pensamientos impuros. No se debe dejar que la mente se espacie al azar en todos
los temas que sugiera el adversario de las almas. Dice el apóstol Pedro:
"Por lo cual, teniendo los lomos de vuestro entendimiento ceñidos... no
conformándoos con los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
sino como aquel que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda
conversación" (1 Ped. 1: 13-15).
Pablo dice: "Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay alguna
virtud, si alguna alabanza, en esto pensad" (Fil. 4: 8). Esto requerirá
ferviente oración y vigilancia incesante. Habrá de ayudarnos la influencia
permanente del Espíritu Santo, que atraerá la mente hacia arriba y la habituará
a pensar sólo en cosas santas y puras. Debemos estudiar diligentemente la
Palabra de Dios. "Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu
palabra", dice el salmista y añade: "En mi corazón he guardado tus
dichos, para no pecar contra ti" (Sal. 119: 9, 11).- PP 492 (1890).
El carácter se revela por la elección de la lectura.
La naturaleza de la experiencia religiosa de una persona se revela por el
carácter de los libros que escoge para leer en los momentos desocupados. Para
tener un estado mental sano y principios religiosos firmes, los jóvenes deben
vivir en comunión con Dios mediante su Palabra. Al señalar el camino de la
salvación por medio de Cristo. La Biblia es nuestro guía hacia una vida más
elevada y mejor. Contiene la historia y las biografías más interesantes e
instructivas que se hayan escrito. Los que no han pervertido su imaginación con
la lectura de novelas, hallarán que la Biblia es el más interesante de los
libros.- YI, 9 de oct. de 1902; Mj 271.
Algunos libros confunden la mente.
Muchos de los libros apilados en las grandes bibliotecas de la tierra confunden
la mente más de lo que ayudan a la comprensión. Y sin embargo, los hombres
gastan grandes sumas de dinero para comprar tales libros, y años en su estudio,
cuando tienen a su alcance un Libro que contiene las palabras del Alfa y la
Omega de la sabiduría. El tiempo gastado en el estudio de estos libros podría
ser mejor aprovechado en obtener un conocimiento del que es vida eterna si lo
conocemos bien. Sólo los que obtienen este conocimiento oirán al fin las
palabras: "Vosotros estáis completos en él" (Col. 2:10).- Words of
Counsel (folleto), 1903; CH 369.
Entendimiento confundido.
Cuando se pone a un lado la Palabra de Dios, por libros que apartan del Señor y
confunden el entendimiento acerca de los principios del reino de los cielos, la
educación impartida es una perversión del vocablo. A menos que el estudiante
reciba alimento mental puro, cabalmente limpio de todo lo que se llama
"educación superior" y está impregnado de incredulidad, no puede
conocer verdaderamente a Dios. Unicamente los que cooperan con el cielo en el
plan de salvación, pueden saber lo que significa en su sencillez la verdadera
educación.- CM 16, 17 (ed. PP), 16 (ed. ACES) (1913).
Poder despótico de autores incrédulos (palabras del ángel instructor).
Las inteligencias humanas quedan con facilidad fascinadas por los engaños de
Satanás, y estas obras producen desagrado por el estudio de la Palabra de Dios,
la cual, si se la recibe y aprecia, asegura la vida eterna. Vosotros sois seres
sujetos a hábitos, y debéis recordar que los hábitos correctos son bendiciones
tanto en sus efectos sobre vuestro carácter como en su influencia benéfica
sobre los demás; empero los malos hábitos, una vez establecidos, ejercen un
poder despótico y esclavizan las inteligencias. Si nunca hubierais leído una
sola palabra en estos libros, seríais hoy mucho más capaces de comprender el
Libro más digno de ser estudiado y que da las únicas ideas correctas sobre
educación.- 2JT 429 (1900).
La lectura superficial produce una imaginación enferma.
A muchos de nuestros jóvenes el Señor ha dotado con facultades superiores. Les
ha dado los mejores talentos; pero sus facultades han sido embotadas, sus
mentes confundidas y debilitadas, y por años no han crecido en la gracia y en
el conocimiento de las razones de nuestra fe, porque han complacido su gusto de
leer cuentos. Tienen tanta dificultad de controlar el apetito de esas lecturas
superficiales como el ebrio lo tiene para controlar su deseo de bebidas
intoxicantes.
Ellos podrían estar relacionados con nuestras casas editoras y ser obreros
eficientes en la contabilidad, la redacción o la corrección de pruebas; pero
sus talentos se han pervertido al punto de ser dispépticos mentales, y en
consecuencia, incapacitados para cargos de responsabilidad en cualquier parte.
La imaginación está enferma. Viven una vida irreal. Están incapacitados para
los deberes prácticos de la vida; y lo que es más triste y desalentador es que
han perdido todo gusto por lectura sólida.
Se han apasionado y encantado con alimentos para la mente tales como el
excitante cuento contenido en La cabaña del tío Tom. Ese libro hizo bien en su
día a los que necesitaban despertarse con respecto a sus falsas ideas de la
esclavitud; pero estamos en la misma frontera del mundo eterno, donde tales
cuentos no se necesitan en la preparación para la vida eterna.- 5T 518, 519
(1889).
Libros que debilitan la mente.
Las novelas de amor y las historias frívolas y excitantes constituyen otra
clase de libros que son una maldición para todo lector. Puede el autor insertar
una buena moraleja, puede también entremezclar en su obra sentimientos
religiosos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, es Satanás que se disfraza
de ángel de luz para engañar y seducir con más facilidad. El espíritu es
afectado en gran medida por las cosas de que se nutre. Los lectores de las
historias frívolas o excitantes se vuelven incapaces de cumplir los deberes que
les incumben. Viven en lo irreal, y no tienen el menor deseo de escudriñar las
Escrituras para nutrirse del maná celestial. Su mente se debilita y pierde su
facultad de considerar los grandes problemas del deber y del destino.- 3JT 165
(1902).
La ficción y los pensamientos sensuales.
El alimento mental que le gusta es contaminador en sus efectos y conduce a
pensamientos impuros y sensuales. He sentido sincera lástima por estas almas al
considerar todo lo que pierden por descuidar las oportunidades de obtener el
conocimiento de Cristo, en quien se concentran nuestras esperanzas de vida
eterna. Cuanto tiempo precioso se malgasta, que podría ser dedicado al estudio
del Modelo de la verdadera bondad.- MJ 278 (1880).
La mente se hundirá en la imbecilidad (palabras de advertencia a una ama de
casa inválida).
Durante años su mente ha sido como un arroyo susurrante casi lleno de rocas y
malezas, cuya agua se desperdicia. Si sus facultades estuviesen controladas por
propósitos elevados no seria inválida como es ahora. Se le antoja que sus
caprichosos apetitos deben ser complacidos, así como su deseo de leer
excesivamente.
Vi arder la lámpara a la medianoche en su pieza mientras usted leía alguna
historia fascinante, aguijando así su ya sobreexcitado cerebro. Esta conducta
ha estado disminuyendo su vitalidad, y debilitándola física, mental y
moralmente. La irregularidad ha causado desorden en su casa, y si esto
continúa, hundirá su espíritu en la imbecilidad. Usted ha abusado del tiempo de
gracia que Dios le concedió y lo ha despilfarrado.- 1JT 571 (1880).
Ebrios mentales.
Los lectores de cuentos frívolos y excitantes se incapacitan para los deberes
de la vida práctica. Viven en un mundo irreal. He observado a niños a quienes
se había permitido hacer una práctica de la lectura de tales historias. En su
casa o fuera de ella, estaban agitados, sumidos en ensueños y no eran capaces
de conversar sino sobre los asuntos más comunes. La conversación y el
pensamiento religiosos eran completamente ajenos a su mente. Al cultivar el
apetito por las historias sensacionales, se pervirtió el gusto mental, y la
mente no queda satisfecha a menos que se la alimente con este alimento malsano.
No puedo pensar en un nombre más adecuado para los que se dedican a tales
lecturas que el de ebrios mentales. Los hábitos intemperantes en la lectura
tienen sobre el cerebro el mismo efecto que los hábitos intemperantes en el
comer y beber tienen sobre el cuerpo.- CM 127 (ed PP); 104 (ed ACES) (1913).
Complacencia excesiva que es pecado.
La complacencia excesiva en el comer, el beber, el dormir o el mirar es pecado.
El funcionamiento saludable y armonioso de todas las facultades del cuerpo y de
la mente resulta en felicidad... Las facultades de la mente deberían
ejercitarse en temas relacionados con nuestros intereses eternos. Esto
favorecerá la salud del cuerpo y de la mente.- 4T 417 (1880).
El recargo de la mente.
Al alumno que desea realizar en un año el trabajo de dos años, no se le debe
permitir salir con la suya. Pretender realizar un doble trabajo significa, para
muchos, recargar en exceso la mente y descuidar el ejercicio físico. No es
razonable suponer que la mente puede asimilar una provisión excesiva de
alimento mental; y recargar la mente es un pecado tan grande como recargar los
órganos digestivos.- CM 282 (ed PP); 227 (ed ACES) (1913).
Investigar también el alimento de las conversaciones.
Es lo mejor para cada alma investigar cuidadosamente qué alimento mental se le
ofrece para comer. Cuando los que viven para hablar vienen a usted, armados y
equipados para decir: "Cuenten y nosotros lo contaremos", deténgase y
piense si la conversación dará ayuda espiritual, eficiencia espiritual, para
que en comunicación espiritual pueda usted comer la carne y beber la sangre del
Hijo de Dios. "Acercándose " a él, piedra viva, desechada ciertamente
por los. hombres, mas para Dios escogida y preciosa" (1 Ped. 2:4). Estas
palabras expresan mucho.
No hemos de ser charlatanes, o chismosos, o cuenteros; no hemos de dar falso
testimonio. Dios nos prohibe ocuparnos en conversaciones frívolas o necias, en
hacer chistes o bromas, o en hablar palabras vanas. Hemos de dar cuenta a Dios
de lo que decimos. Seremos llevados a juicio por nuestras palabras apresuradas
que no hacen bien ni al que habla ni al que oye. Hablemos todos palabras que
tiendan a la edificación. Recuerde que usted tiene valor ante Dios. No permitan
que conversaciones vulgares o necias, o principios equivocados constituyan su
experiencia cristiana.- FE 458 (1897).
Una mujer cuya visión pervirtió el corazón.
La Hna. ____ aunque posee excelentes cualidades naturales, está siendo alejada
de Dios por sus amigos y parientes incrédulos, quienes no aman la verdad ni
tienen simpatía por el sacrificio y la negación propia que debe hacerse por
amor a la verdad. La Hna. no ha sentido la importancia de separarse del mundo,
como ordena el mandato de Dios. La visión de sus ojos y la audición de sus
oídos han pervertido su corazón.- 4T 108 (1876).
Sonidos, espectáculos e influencias que desmoralizan.
Tenéis motivos por experimentar profunda solicitud por vuestros hijos, quienes
han de hacer frente a tentaciones a cada paso que den hacia adelante. Les
resulta imposible evitar el trato con malas compañías... Ven espectáculos, oyen
sonidos y están sujetos a influencias que tienden a desmoralizarlos y que, a
menos que estén cabalmente guardados, lograrán imperceptible pero seguramente
corromperles el corazón y deformar su carácter.- HAd 369 (1890).
Algunas asociaciones son como veneno lento.
Si mi voz pudiera llegar a los padres por todo el país les advertiría que no
cedieran a los deseos de sus hijos en la elección de sus compañeros o
asociados. Poco se dan cuenta los padres que los jóvenes aceptan mucho más
fácilmente las impresiones perjudiciales que las impresiones divinas; por lo
tanto sus asociaciones deberían ser las más favorables para el crecimiento de
la gracia y para que la verdad revelada en la Palabra de Dios se establezca en
su corazón.
Si los niños están con aquellos cuyas conversaciones tratan de cosas sin
importancia y terrenales, sus mentes bajarán a ese mismo nivel. Si oyen burlas
acerca de los principios de la religión y se menosprecia nuestra fe, si se
dejan caer en sus oídos objeciones sutiles a la verdad, estas cosas se fijarán
en sus mentes y moldearán sus caracteres.
Si sus mentes se llenan con cuentos, sean verdaderos o ficticios, no hay lugar
para la información útil y el conocimiento científico que debiera ocuparlos.
¡Qué desastres ha producido este amor por las lecturas livianas en las mentes!
Ha destruido los principios de la sinceridad y la verdadera piedad, que es el
fundamento de un carácter simétrico. Es como un veneno lento que entra al
sistema, que más temprano o más tarde revelará sus amargos efectos. Cuando se
deja una impresión equivocada en la mente de un joven, se hace una marca, no en
la arena, sino en la roca perdurable.- 5T 544, 545 (1889).
Los ojos fijos en Cristo.
Cuando Cristo tomó sobre sí la naturaleza humana, unió a la humanidad consigo
mismo con un lazo de amor que jamás romperá poder alguno, salvo la elección del
hombre mismo. Constantemente Satanás nos presenta engaños para inducirnos a
romper este lazo, para elegir sepáranos de Cristo. Sobre esto necesitamos
velar, luchar, orar, para que ninguna cosa pueda inducirnos a elegir otro
señor; pues estamos siempre libres para hacer esto. Mas tengamos los ojos fijos
en Cristo, y El nos preservará. Mirando a Jesús estamos seguros. Nada puede
arrebatarnos de su mano. Mirándolo constantemente, "somos transformados en
la misma semejanza, de gloria en gloria, así como por el Espíritu del
Señor" (2 Corintios 3: 18).- CC 72.
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