LA VERDAD PRESENTE EN, DEUTERONOMIO
EL LIBRO DEL PACTO: DEUTERONOMIO
La historia es la siguiente: Durante el reinado del rey Josías en Jerusalén (640-609 a.C.), alguien que probablemente trabajaba en el Templo encontró un ejemplar de un libro y lo leyeron ante el rey Josías. “Y cuando el rey hubo oído las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestidos” (2 Rey. 22:11). ¿Por qué? Porque se dio cuenta de que él y su pueblo no estaban obedeciendo lo que estaba escrito en el libro.
Luego, sobre la base de ese libro, llamado el “libro del pacto” (2 Rey. 23:2), Josías comenzó una gran reforma. Podemos leer sobre esa reforma en 2 Reyes 23.
¿Cuál fue el libro que tuvo tanto impacto en el rey y su nación? Se cree que fue Deuteronomio, nuestro estudio para este trimestre.
El quinto y último de los cinco libros de Moisés, Deuteronomio, un nombre que proviene de la palabra latina deuteronomium (que significa “segunda ley”), podría resumirse de la siguiente manera:
Después de salir de Egipto y de establecer el Pacto con el Señor en el Sinaí, los hijos de Israel, en lugar de ir directamente a Canaán, vagaron por el desierto durante cuarenta años. Cuando se cumplieron los cuarenta años y los hebreos estaban finalmente a punto de cruzar a la Tierra Prometida, Moisés les habló en una serie de discursos, cuyo mensaje esencial podría parafrasearse así: “Ahora están a punto de entrar en la Tierra Prometida. ¡Por fin! No olviden lo que el Señor ha hecho por ustedes, y no olviden lo que les pide ahora, que es amarlo con todo el corazón y alma y revelar ese amor mediante la obediencia a todos sus mandamientos, todo según el Pacto”.
Y, para enfatizar la importancia del Pacto, Moisés repitió al pueblo los Diez Mandamientos: el fundamento legal de sus obligaciones de ese pacto que el Señor había establecido primero con sus padres, y que ahora estaba restableciendo con ellos, justo en la frontera de Canaán.
Por lo tanto, nos preguntamos: ¿Podría haber paralelismos entre lo que enfrentaron los hijos de Israel en la frontera de la Tierra Prometida, y lo que nosotros enfrentamos hoy, justo en las fronteras de la Nueva Tierra prometida?De allí el tema de este trimestre, que se titula: “La Verdad Presente, en Deuteronomio”. Y eso es lo que vamos a analizar: los mensajes de la Verdad Presente que podemos extraer de las palabras de Dios a su pueblo del Pacto.
En este trimestre estudiaremos Deuteronomio temáticamente. Abordaremos el tema del Pacto eterno, la Ley y la gracia, lo que implica amar a Dios y al prójimo, y –lo más importante de todo– cómo el libro de Deuteronomio nos revela el amor de Dios, cuya manifestación más poderosa ocurrió con la muerte y la resurrección de Jesús.
Por supuesto, una gran brecha cultural y temporal separa a nuestra iglesia hoy de aquella iglesia del desierto. Pero, lo que tenemos en común con ellos quizá sea más que lo que nos separa de ellos. Por ejemplo, las siguientes palabras ¿no podrían dirigirse a nosotros también?
“Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella.
Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta” (Deut. 4:5, 6).
Fíjate que no eran las leyes en sí las que les daban “sabiduría y entendimiento” ante las naciones, sino
su obediencia a esas leyes. Decididamente, hay un mensaje para nosotros aquí. Y este es solo uno de los
tantos que veremos en el libro de Deuteronomio.
Clifford R. Goldstein es el editor mundial de la Guía de Estudio de la Biblia para Adultos y autor, entre muchos otros libros, de El bautismo del diablo y 1844 hecho simple.
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