Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho" (Juan 1: 3).
Él, Jesús, hizo "todas las cosas", y no obstante, según las Escrituras, "Jesús lloró" (Juan n: 35). ¿El Creador lloró? Más aún, Jesús fue "despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto" (Isa. 53: 3). ¿El Creador, varón de dolores, despreciado y rechazado? Y una vez exclamó: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (Mat. 27: 46).
¿Cómo es posible? Porque Jesús, nuestro Creador, también fue nuestro Redentor, y como tal fue el Dios crucificado, el Creador que asumió la humanidad, y en esa condición humana sufrió una vida de privaciones y trabajo duro, y terminó ajusticiado en una cruz romana.
Por lo tanto, nuestro Creador, en quien "vivimos, y nos movemos, y somos" (Hech. 17: 28), como ser humano sufrió de una manera que ninguno de nosotros podría haber sufrido jamás. Nosotros solo podemos experimentar nuestros propios dolores y aflicciones; en la Cruz, él llevó "nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores" (Isa. 53: 4), absolutamente todos. Es el acto más asombroso de toda la historia cósmica.
Con ese trasfondo (el del Dios crucificado que vela sobre nosotros), durante los próximos meses buscaremos entender mejor lo incomprensible: nuestro propio sufrimiento, el sufrimiento de los cristianos, de aquellos que han entregado su vida a Cristo. No pretendemos tener todas las respuestas ni mucho menos; solo afirmamos que "Dios es amor" (1 Juan 4: 8) y que, aunque estas cosas suceden, podemos confiar en Dios a pesar de ellas y, por cierto, crecer en gracia por medio de ellas, sin importar cuán doloroso sea el proceso.
Este trimestre estudiaremos la Palabra de Dios y veremos cómo otras personas de carne y hueso, aunque llenas de fe, enfrentaron la desesperación, la traición, la desilusión, la pérdida, la injusticia y el abuso (¿alguna similitud con la que te puedas identificar?) ¿Cómo los sobrellevaron? ¿Qué aprendieron? ¿Qué nos pueden enseñar sus ejemplos?
Al observar a estas personas, sus experiencias, sus luchas y sus pruebas de fe (que pueden parecerse mucho a las nuestras), siempre debemos verlas contrastadas con el trasfondo de la Cruz. Siempre debemos recordar que, independientemente de lo que alguien enfrente, Jesucristo, nuestro Creador y Redentor, pasó por cosas peores.
Nuestro Dios es un Dios sufriente. Incluso Albert Camus, a quien difícilmente podríamos definir como cristiano, comprendía algunas de las implicaciones de la Cruz y los sufrimientos de Dios allí: "La noche en el Gólgota es sumamente importante en la historia del hombre solo porque, a su sombra, la Deidad abandonó sus privilegios tradicionales y bebió hasta la última gota (incluyendo la desesperación) la agonía de la muerte" (A. Camus, The Rebel, p. 33). O, como lo expresó Elena de White: "La Cruz es, para nuestros sentidos entorpecidos, una revelación del dolor que, desde su comienzo, produjo el pecado en el corazón de Dios" (Ed 263).
Nuestras lecciones no son una teodicea, la justificación de Dios frente al mal. Más bien, como ya dijimos, intentan ayudarnos a superar el sufrimiento inevitable que todos enfrentamos en un mundo en el que el pecado es tan fácil como respirar. Lo que intentaremos mostrar es que el dolor, el sufrimiento y la pérdida no significan que Dios nos haya abandonado; solo significan que, incluso como creyentes, ahora compartimos
la suerte común de la raza caída. La diferencia es que, gracias a Jesús y la esperanza que él ofrece, podemos hallar significado y propósito en lo que aparenta ser un sinsentido y un despropósito, y que, de alguna manera, aunque no podamos imaginar cómo, podemos confiar en la promesa de que "a los que aman a Dios [el Dios que, aunque hizo todas las cosas, también sufrió todas las cosas, y por eso lo amamos], todas las cosas les ayudan a bien" (Rom. 8: 28).
Gavin Anthony, colaborador principal de este trimestre, es originario de Sri Lanka como hijo de misioneros. Trabajó como pastor en Inglaterra y era presidente de Asociación en Islandia cuando escribió estas lecciones.
Contenido:
I. El crisol del Pastor ...... .................... ... ... ... .. .. ..... ........ .......................... 5
2. Los crisoles venideros ...... ......... ........ ... ... ... ... .................................... 13
3. La jaula del pájaro ................................... .. .. ......... ... .......... .. .............. 21
4. Ver el rostro del Orfebre ............... .............................................. ...... 29
5. Calor extremo ....................................... ...... ...... ......... ....................... 37
6. "Luchando con la fuerza de Cristo" ................................... ............... 45
7. Esperanza indestructible ....................................... .......................... 53
8. Viendo al Invisible ............ ............................. ................................... 61
9. Una vida de alabanza ....... .............. ......... ... ......... ... .......... ................ 69
10. Templanza en el crisol ........ ....................... ...... ... ... .......................... 77
11. Aguardar en el crisol ..... ...... ................. ................. ........... ... ............. 85
12. Morir como una semilla ................................ ................................... 93
13. Cristo en el crisol ....... ....... .. ...................... ....... ...... ......................... 101
Gracias a Dios y todos los que colaboran a traves de los medios de comunicacion tenemos acceso a la palabra de Dios bendiciones a todos.
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