EFESIOS: CÓMO SEGUIR A JESÚS EN TIEMPOS DIFÍCILES
En la Epístola a los Efesios, Pablo nos habla precisamente de los efesios. Años después de los emocionantes eventos de los primeros días de la misión cristiana en Éfeso, los efesios se debatían con la trascendencia de su fe cristiana.
Pablo, otrora alborotador de la economía de esta cuarta ciudad más grande del Imperio Romano, ahora está marginado y encarcelado. Mientras escribe desde la prisión, le preocupa que los creyentes de Éfeso puedan “desmayar” al olvidarse del profundo sentido de lo que significa ser discípulos de Jesús en medio de la cultura sofisticada, urbana y completamente pagana de Éfeso. Aunque sus oyentes ya son cristianos, el tono de Pablo es de alistamiento. Procura volver a enrolarlos en la fe cristiana, volver a encender el fuego de su devoción por Cristo y resucitar la emoción de ser parte de la gran empresa de Dios en el mundo, la iglesia.
Debido a que la fe cristiana tiene que ver precisamente con Cristo, Pablo irradia admiración y adoración por él. Si los discípulos cristianos tambaleantes recuperaran el equilibrio, será porque recobran su primer amor por Jesús y demuestran una confianza renovada en su gracia y su poder. Por lo tanto, Pablo destaca la exaltación de Cristo en el Cielo, por encima de todos los poderes y las deidades que buscan atraer la devoción de los creyentes de Éfeso. Jesús es el objetivo del plan divino para todas las edades. En este plan, los creyentes, como iglesia, juegan un papel importante para unificar todas las cosas en Cristo.
Si bien Pablo procura conducir a los creyentes de Éfeso a una nueva devoción por su Señor, no silencia las demandas del discipulado cristiano. Explica con cierto detalle cómo son el comportamiento cristiano y la comunidad cristiana. Llama a los cristianos a una adoración inspirada en el Espíritu para honrar a Cristo bajo la dirección de Dios, que Pablo ilustra en repetidas ocasiones. Nuestra devoción a Cristo impacta en la forma de actuar y hablar. Amar a Cristo significa respetar y valorar a los demás creyentes. Significa resistir los patrones de comportamiento mezquinos y de decadencia sexual tan desenfrenados de su cultura. Significa, en nuestras relaciones dentro de la iglesia y el hogar, apropiarnos del ejemplo de abnegación que ofrece Cristo. Significa ofrecer a los conciudadanos de Éfeso claros ejemplos de un nuevo modelo de existencia humana.
Pablo dedica gran parte de su carta a expresar su entusiasmo por este nuevo patrón de lo que significa ser humano como miembro de la iglesia de Dios. Se siente especialmente vigorizado por la idea de que Dios ha unido segmentos distanciados de la humanidad (judíos y gentiles) en una sola iglesia. Al poner en práctica la unidad donde se esperaría hostilidad, tienen la oportunidad de exhibir las características de la nueva sociedad de Dios y el Reino venidero.
Para afianzar la importancia de ser parte de la iglesia de Dios, Pablo desarrolla cuatro metáforas de la iglesia. Los creyentes forman el cuerpo de Cristo, donde demuestran su devoción a Cristo y la unidad entre ellos. Son un templo vivo, edificado mediante el sacrificio de Cristo en el Calvario, en el que se adora a Dios. Ellos son la esposa de Cristo, que espera una gran ceremonia de matrimonio cuando el Esposo venga a reclamarlos como suyos. En una metáfora final que expresa los esfuerzos de Pablo por reincorporarlos a la fe cristiana, son el ejército de Cristo, que hacen la paz en su Nombre al combatir las fuerzas de las tinieblas con la fuerza de Dios mientras esperan el regreso de Cristo.
Además, Efesios habla especialmente de tiempos como el nuestro, en los que el encanto del mundo y el paso del tiempo amenazan con entorpecer el discipulado cristiano. Enaltece a Cristo, y acentúa la importancia de seguirlo como miembros comprometidos y activos de su iglesia mientras vivimos la esperanza de su regreso. Este trimestre tenemos el privilegio de prestar oídos a Efesios con oración, y volver a vivir la emoción de seguir a Jesús en tiempos difíciles.
El Dr. John K. McVay es rector y profesor de Religión de la Universidad de Walla Walla, en College Place, Washington, Estados Unidos, donde se desempeña desde 2006.
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