CAPÍTULO 12. DESDE LA LIBERACIÓN HASTA LA SEGUNDA VENIDA
ESTE capítulo abarca uno de los períodos más dramáticos y llenos de sucesos extraordinarios, cuya descripción reviste el más candente interés.
Siendo que no tendríamos lugar para transcribir en esta obrita las extensas y apasionantes descripciones que hace la pluma inspirada de esos acontecimientos, y en vista de que ellas aparecen en un orden cronológico claramente definido en El conflicto de los siglos y en Primeros escritos, no haremos aquí otra cosa que dar la referencia respecto a estos dos libros, y hacer una enunciación esquemática, en forma de bosquejo, de los tremendos eventos que forman la cadena que va desde la liberación hasta la segunda venida de Cristo. (Para tener en forma ordenada el cuadro completo, incluimos aquí también los acontecimientos descritos al final del capítulo anterior, bajo el subtítulo “La liberación”.)
Las páginas pertinentes son las siguientes:
a. El conflicto de los siglos, págs. 693-719.
b. Primeros escritos, págs. 285-291.
ENUNCIACIÓN ORDENADA DE LOS SUCESOS
1. Movimiento simultáneo para destruir al pueblo de Dios:
· Se resuelve dar el golpe una noche determinada.
· Multitudes de hombres perversos, profiriendo gritos, estarán a punto de lanzarse sobre su presa.
· Son contenidas en el acto.
· Densas tinieblas.
· Un arco iris refleja la gloria de Dios.
2. Voz de Dios: “Enderezaos” y “Consumado es”.
3. Sucesión de señales y prodigios.
· Ríos dejan de correr.
· Nubes negras y pesadas se entrechocan.
· Hay un claro de gloria indescriptible, de donde baja la voz de Dios que sacude cielos y tierra.
· Un gran terremoto.
— Los cielos parecen abrirse y cerrarse
— Montes movidos, rocas quebrantadas
— El mar azotado con furor
— Silbido del huracán
— Toda la tierra se alborota, se hincha y se raja
— Desaparecen islas habitadas
— Puertos son tragados por las olas
· Granizo hace terrible destrucción.
· Las más soberbias ciudades son arrasadas; palacios caen en ruinas.
· Muros de las cárceles se parten y son libertados los hijos de Dios.
4. Resurrección parcial, en la que participan:
· Todos los que murieron en la fe del mensaje del tercer ángel.
· Los que se mofaron de Cristo.
· Herodes.
· Los que lo golpearon y escupieron.
· Los que lo clavaron.
· Muchos sacerdotes y escribas.
5. Una estrella arroja rayos por un desgarrón de las nubes.
· Esperanza y júbilo para los fieles que cantan: “Dios es nuestro amparo...”
· Severidad para los transgresores.
6. Aparece una mano en el cielo que sostiene las tablas de piedra.
· Todos pueden leerlas.
· Horror y desesperación de los que pisotearon sus preceptos.
· Todos reconocen demasiado tarde la santidad del sábado.
7. Los impíos y apóstatas se destruyen unos a otros.
· Están llenos de pesar, pero no de arrepentimiento.
· Ningún lenguaje puede describir su desesperación.
· Se acusan unos a otros.
· Abruman sobre todo a los pastores falsos del rebaño, que los engañaron.
· Pronuncian contra los falsos pastores las más terribles maldiciones.
· Se levantan para aniquilarlos. Las espadas que debían servir para destruir al pueblo de Dios se usan para matar a los enemigos de los santos. Por todas partes hay luchas y derramamiento de sangre.
· Los ángeles de la muerte de Eze. 9:1-6 hacen su obra.
8. La voz de Dios proclama el día y la hora de la venida de Cristo.
9. Aparece una pequeña nube negra: envuelve al Salvador.
· Se va haciendo más luminosa a medida que se acerca a la tierra.
· Es el Príncipe de vida, cuyo rostro brilla más que la luz deslumbradora del sol a mediodía.
· Cristo desciende envuelto en llamas de fuego.
10. El cielo se recoge como un libro que se enrolla, la tierra tiembla, y se mueven los montes y las islas.
· Se esconden los capitanes, los fuertes, todo siervo y todo libre... y piden a las rocas que caigan sobre ellos.
· De las bocas de los impíos estalla el grito: “El gran día de su ira es venido; ¿y quién podrá estar firme?”
11. Resurrección de los justos.
· En medio de las conmociones que sufre la tierra, Cristo llama a la vida a los justos dormidos: “¡Despertaos!”
· Toda la tierra repercute bajo las pisadas de una multitud extraordinaria que avanza revestida de gloria inmortal. Unen sus voces con los santos vivos en prolongada aclamación de victoria.
12. Los justos vivos son transformados y glorificados.
13. Ambos grupos son arrebatados a recibir al Señor en el aire.
14. Los impíos todavía vivos son destruidos por el resplandor de su gloria.
15. Los redimidos ascienden al cielo en un místico carro triunfal.
16. Cristo confiere a sus discípulos los emblemas de la victoria.
· Los cubre con las insignias de la dignidad real.
· Sobre la cabeza de los vencedores Jesús coloca con su propia diestra la corona de gloria.
17. Jesús abre las puertas de perla de la santa ciudad y entran los redimidos.
· Delante del trono, sobre el mar de cristal, está la compañía de los que salieron victoriosos sobre la bestia, su imagen y su señal.
· Los 144.000 se hallan allí.
· Nosotros también debemos encontrarnos sobre el mar de vidrio.
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