¿QUÉ MÁS PUDE HACER?
Sábado 8 de marzo
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Juan 18: 37; Romanos 3: 23–26; 5: 8; Isaías 5: 1-4; Mateo 21: 33-39; Isaías 53: 4; Romanos 3: 1-4.
PARA MEMORIZAR:
«Le dijo entonces Pilato: “Luego, ¿eres tú rey?”. Respondió Jesús: “Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz”» (Juan 18: 37).
Hace algunos años fue publicado en la revista Guide un cuento infantil muy perspicaz. La historia se centra en un niño huérfano llamado Denis, quien fue adoptado por una familia en la época medieval. Denis odia apasionadamente al rey de su tierra porque cuando sus padres se enfermaron los soldados del rey se los llevaron y nunca volvió a verlos. Mucho después supo que el rey los separó para evitar que las personas sanas padecieran los horrores de la peste negra. La verdad acerca del rey liberó a Denis del odio que había albergado casi toda su vida. El rey había actuado siempre y en todos los casos por amor a su pueblo.
Hoy, muchas personas ven a Dios como Denis veía al rey. El mal que han presenciado o experimentado los lleva a odiar a Dios o a negar su existencia. ¿Dónde está Dios cuando hay sufrimiento? Si Dios es bueno, ¿por qué existe tanto mal? El Conflicto Cósmico arroja luz sobre esta cuestión crucial, pero quedan muchos interrogantes. Sin embargo, cuando todos nuestros intentos de respuesta no nos satisfacen, podemos mirar a Jesús en la Cruz y ver en él que es posible confiar en Dios a pesar de todas las preguntas que siguen sin respuesta.
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