EL ÉXODO: VIAJE A LA TIERRA PROMETIDA
EI libro de Éxodo revela al Señor como el Dios de amor que trajo la salvación y la liberación a su pueblo en el momento señalado y con sus poderosas acciones (Gén. 15:12-16). El Éxodo de Egipto y el cruce del Mar Rojo fueron acontecimientos cruciales y únicos, actos espectaculares y maravillosos realizados por Dios. Ningún evento mayor o más glorioso que esos ocurrió en la historia del antiguo Israel antes de la cruz. Por lo tanto, la historia de la liberación del pueblo de Dios de la esclavitud en Egipto es, por así decirlo, el Evangelio según Moisés.
Dios actuó repetidamente de manera milagrosa para demostrar su cuidado y su protección en favor de los hebreos a pesar sus constantes recaídas. La misericordia divina superó con creces la capacidad de ellos para entenderla y procesarla emocionalmente. Con su brazo extendido, el Señor condujo a su pueblo a la libertad. Fue un acto sin precedentes. Esta inesperada serie de intervenciones divinas fue el comienzo de una renovada experiencia de ellos con Dios, un viaje desde Egipto hasta Canaán.
Aunque desempeña un papel importante en el libro de Éxodo, Moisés no es su personaje central, sino el Dios del amor, la verdad, la justicia, la libertad y el perdón, el Dios que finalmente fue a la cruz por nosotros. Al estudiar el libro de Éxodo, obtenemos una visión única de cómo es realmente nuestro Dios.
¿Cómo es él en realidad? Es un Dios que fue fiel a su pueblo a pesar de la infidelidad de este. Un Dios que siempre estuvo a su lado, incluso cuando estaban en su contra. Una y otra vez les mostró su misericordia, proveyéndoles ánimo, corrección e instrucción. Al guiarlos de la mejor manera posible, quiso que lo adoraran y obedecieran voluntariamente, por amor a él y a su carácter, y por su propio bien.
El Dios de Moisés es el de las relaciones. Su objetivo primordial no era lograr algo o cumplir una agenda, sino entablar una relación significativa, una comunión profunda con Israel, su pueblo elegido, para lo cual lo condujo al Sinaí.
El apóstol Pablo enseña que lo sucedido al pueblo de Dios en el pasado es una lección objetiva para nosotros, a fin de que podamos aprender de sus errores y seguir fielmente al Señor hoy: "Estas cosas les sucedieron por ejemplo, y fueron escritas para advertirnos a nosotros, a los que han llegado al fin del tiempo" (I Cor. 10:11). Estos acontecimientos pasados deberían ser una advertencia y una fuente de instrucción inolvidable para nosotros. Deberíamos leerlos, estudiarlos y aprender de ellos, porque, por diferentes que sean las circunstancias, los principios espirituales que los sustentan siguen siendo los mismos.
Nuestro plan para el estudio del libro de Éxodo durante estas trece semanas es sencillo. El libro se ha dividido en lecturas semanales de capítulos de diversa extensión y organizados temáticamente para un mayor aprovechamiento: (1) La esclavitud en Egipto, el nacimiento de Moisés y sus primeros cuarenta años (Éxo. 1-2); (2) el llamado de Dios a Moisés (Éxo. 3-4); (3) las complicaciones que aparecen cuando la vida empeora (Éxo. 5-6); (4) las nueve primeras plagas (Éxo. 7-10); (5) la décima plaga y la celebración de la Pascua (ÉxO. 11-12); (6) la liberación de Egipto y la experiencia del Mar Rojo (ÉxO. 13-15); (7) el viaje al monte Sinaí (Éxo. 16-18); (8) el don del pacto de Dios y el Decálogo (Éxo. 19-20); (9) la aplicación de la Ley de Dios (Éxo. 21-23); (10) el pacto confirmado y el plano del Tabernáculo (Éxo. 24-31); (I1) la apostasía del becerro de oro y la intercesión de Moisés (ÉXO. 32); (12) la autorevelación de Dios y el resplandor en el rostro de Moisés (ÉXO. 33-34); (13) la construcción y la dedicación del Tabernáculo (Éxo. 35-40). Cada semana nos centraremos en pasajes y acontecimientos clave de los capítulos indicados.
Que nuestro bondadoso Señor nos bendiga al estudiar este libro fundamental que nos recuerda cómo quiere Dios conducir a su pueblo desde la esclavitud hasta la libertad, de la muerte a la vida y del desierto a la Nueva Jerusalén (Heb. 12:22).
Jiří Moskala es profesor de Exégesis y Teología del Antiguo Testamento y decano del seminario teológico adventista de la Universidad Andrews.
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