RESEÑA
Texto clave: Éxodo 20:22-24.
Enfoque del estudio: Éxodo 20:21-23:23.
Introducción
Además de la Ley moral, también conocida como Decálogo, los Diez Mandamientos, o las Diez Promesas de Dios, el Señor también dio a Moisés los mishpatim, palabra que significa literalmente "juicios" y que también es traducida como ordenanzas, reglas, leyes o reglamentos. Estas leyes aplicaban los principios del Decálogo a la vida cotidiana de los israelitas. Esta sección de leyes, escrita por Moisés en un rollo, recibió el nombre de "libro del pacto" (Éxo. 24:7) y es ampliada en Éxodo 20:22 a 23:19, tras lo cual se presenta el sermón de Dios acerca de cómo y bajo qué condiciones conduciría a su pueblo a la Tierra Prometida (Éxo. 23:20-33).
Temática de la lección:
Dios amplia las Diez Promesas, Diez Palabras, o Decálogo, y las explica a su pueblo en el Código del Pacto, lo que resulta evidente a la luz de los siguientes pasajes:
1. La primera promesa se refiere al Dios único y viviente (Éxo. 20:23a; 23:13).
2. La segunda promesa tiene que ver con la adoración verdadera y el rechazo de la idolatría (Éxo. 20:23b; 22:20; 23:24, 32b, 33).
3. La tercera promesa trata acerca de la reverencia hacia Dios y lo que él representa (Éxo. 22:28a).
4. La cuarta promesa se refiere al descanso sabático (Éxo. 23:10-12).
5. La quinta promesa subraya el deber de los hijos de honrar a sus padres (Éxo. 21:15, 17).
6. La sexta promesa tiene que ver con el respeto a la vida (Éxo. 21:12-14, 23, 29).
7. La séptima promesa se enfoca en el respeto al matrimonio (Éxo. 22:16,17).
8. La octava promesa destaca el respeto a la propiedad (Éxo. 22:1-4).
9. La novena promesa gira en torno al respeto hacia la reputación de las personas y la verdad (Éxo. 22:11; 23:1-9).
10. La décima promesa tocante al respeto propio, la pureza mental y contra la codicia permea todo el Código del Pacto.
Estas leyes (algunas aplicables a situaciones específicas, otras de aplicación universal o incondicional) reflejan el Decálogo en sentido amplio. Por ejemplo, todas las prescripciones relativas a las injurias o daños apuntan a la sexta Promesa, o Mandamiento, mientras las regulaciones relacionadas con el robo señalan hacia la octava. El objetivo de estos pronunciamientos era ayudar a los creyentes a ser hombres y mujeres íntegros.
COMENTARIO
Éxodo 19 a 24 se refiere al establecimiento (Éxo. 19:3-8) y la renovación o confirmación del pacto de Dios con su pueblo en una ceremonia solemne que incluyó la aspersión de sangre como ratificación o sellamiento de ese pacto (Éxo. 24:3-8). Entre ambos textos se presentan los principios fundamentales del carácter de Dios en relación con la humanidad.
Estos valores universales y eternos, que trascienden las épocas y las culturas, se expresan en la Ley Moral, o Decálogo (Éxo. 20:1-17), y son luego explicados más detalladamente en el Código del Pacto (Éxo. 20:22-23:33). La aplicación y extensión del Decálogo en forma de Código del Pacto puede ser estructurada de la siguiente manera:
El Prólogo (Éxo. 20:22-23:19)
1. Casos relacionados con los esclavos hebreos (Éxo. 21:2-11).
2. Casos relacionados con la pena de muerte (Éxo. 21:12-17).
3. Casos relacionados con lesiones personales (Éxo. 21:18-32).
4. Casos de daños a la propiedad, protección de ella y robo (Éxo. 21:33-22:15).
5. Casos relacionados con la vida en sociedad (Éxo. 22:16-31).
6. Casos relacionados con la justicia y la vecindad (Éxo. 23:1-9).
7. Leyes relacionadas con los ciclos y las festividades sagrados (Éxo. 23:10-19).
El epílogo (Éxo. 23:20-33)
Los principios que están detrás de estas regulaciones del Código del Pacto pueden ser aplicados aún hoy, pero sin implementar las penas o castigos adjuntos ya que fueron enunciados para el sistema teocrático de Israel y limitados a ese contexto original. La teocracia y las leyes relacionadas con los sacrificios terminaron con la muerte de Jesús en la Cruz (Dan. 9:25-27; Mat. 27:51; Col. 2:14) y con el apedreamiento del diácono Esteban en el año 34 d. C. (Hech. 7:54-60). La muerte de Esteban marcó el final de la profecía de las 70 semanas de Daniel 9:24 al 27, cumpliendo así el tiempo determinado para los judíos como nación y marcando el comienzo de la proclamación del evangelio a todo el mundo, tanto a judíos como a gentiles (Mat. 28:18-20; Hech. 1:8).
"Donde yo establezca la memoria de mi nombre" (Éxo. 20:24)
En el prólogo de los Diez Mandamientos, que establece el tono de lo que sigue, Dios declara: "Ustedes han visto que les hablé desde el cielo [refiriéndose a la reciente proclamación majestuosa, oral y pública de los Diez Mandamientos; ver Éxo. 20:1; Deut. 5:24] [...] Donde yo establezca la memoria [hebreo: zakar: "recordar"] de mi nombre, vendré a ti y te bendeciré" (Éxo. 20:22-24). Este cuádruple énfasis en lo que Dios hizo y haría es crucial. La estructura gramatical traducida como "donde yo establezca la memoria de mi nombre" (Éxo. 20:24) tiene al Señor como sujeto. Dios mismo quería asegurar a su pueblo que estaría con ellos. El Señor les prometió que estaría con ellos en los lugares donde estableciera su nombre y haría que fuera honrado; allí los bendeciría.
Esos lugares incluían numerosos puntos geográficos transitorios y especialmente, más tarde, el templo de Jerusalén, donde él sería adorado genuinamente. La declaración implica que las personas debían responder adecuadamente y cultivar una relación con él. Su presencia y bendición no eran algo automático, sino que él estaría donde su nombre fuera recordado. Esto está vinculado con la revelación que Dios hizo de su nombre a Moisés y, por su intermedio, a los israelitas, el nombre por el cual debía ser recordado "para siempre" (Éxo. 3:15). En consecuencia, en el centro teológico de las leyes de Éxodo 20:24-26 acerca del altar se subrayan la presencia y la bendición de Dios. El Señor ya había demostrado que estaba en Egipto, aunque los egipcios no lo reconocieran como quien era (Éxo. 8:22). Pero ahora proclamó que estaría en medio de su pueblo.
El versículo central de Éxodo
Según los comentarios marginales masoréticos al texto hebreo de Éxodo, el versículo central del libro se encuentra en Éxodo 22:27. Este texto se centra en uno de los atributos fundamentales de Dios: su gracia, que él concede gratuitamente y que consiste en un don inmerecido ofrecido a los seres humanos. El contexto habla del cuidado de Dios hacia los pobres y de la razón de ello: "Porque soy compasivo". Obsérvese que este es el único atributo del Señor que se enmarca en la Escritura dentro de la identificación que él hace de sí mismo como "Yo soy". La compasión es parte de la naturaleza moral de Dios y de su carácter. El Señor es compasivo por naturaleza. Esta verdad esencial acerca de Dios es mencionada cuatro veces en Éxodo: dos veces como adjetivo (Éxo. 22:27; 34:6), y dos veces en forma de verbo (Éxo. 33:19).
El pueblo de Dios debe ser tan misericordioso como Dios, al ayudar desinteresadamente a los necesitados.
La ley del Talión (Éxo. 21:23-25)
La llamada ley del talión es a menudo malinterpretada y utilizada para desacreditar el carácter de Dios y las enseñanzas del Antiguo Testamento. Es decir, para "demostrar" que el Dios del Antiguo Testamento era vengativo. Esta noción está lejos de la verdad y de la comprensión del significado y la intención de esa ley, ya que su propósito era limitar las represalias o venganzas personales, disuadiendo así a un individuo o familia de tomar la justicia en sus manos. Se trataba de una ley humana destinada a los jueces que trataban diferentes casos cuando se habían producido lesiones o daños. La ley debía garantizar la aplicación de una indemnización adecuada, no exagerada. La recompensa económica estaba principalmente detrás de estas regulaciones (ver, por ejemplo, Éxo. 21:19,22, 30,32, 34-36) u ofrecimientos de libertad de la esclavitud (Éxo. 21:26, 27), para que la comunidad israelita estuviera protegida y se restringiera el mal.
La conquista de Canaán
Dios aseguró a los israelitas que, así como había luchado por ellos en ocasión del cruce del Mar Rojo (Éxo. 14:13,14, 26-31), volvería a hacerlo cuando entraran en la Tierra Prometida. Él mismo ¡ría delante de ellos y derrotaría a sus enemigos (Éxo. 23:20-31). Dios aparece trece veces en este pasaje como sujeto de diversas acciones en favor de su pueblo. Allí declara lo que haría por Israel para que este heredara la Tierra Prometida:
• "Yo envío mi ángel delante de ti" (Éxo. 23:20).
• "Seré enemigo de tus enemigos" (Éxo. 23:22a).
• "Afligiré a los que te aflijan" (Éxo. 23:22b).
• "A quienes yo destruiré" (Éxo. 23:23).
• "Quitaré toda enfermedad de en medio de ti" (Éxo. 23:25).
· "¡Yo te concederé larga vida!" (Éxo. 23:26, NVI).
• "Enviaré mi terror delante de ti" (Éxo. 23:27).
• "Llenaré de consternación a todo pueblo donde entres" (Éxo. 23:27).
• "Haré que todos tus enemigos huyan de ti" (Éxo. 23:27).
• "Enviaré la avispa delante de ti" (Éxo. 23:28).
• "Poco a poco los echaré de delante de ti" (Éxo. 23:30).
• "Extenderé las fronteras de tu país" (Éxo. 23:31, NVI).
• "Pondré en tus manos a los habitantes del país" (Éxo. 23:31).
Dios también dice claramente lo que su pueblo debía hacer para experimentar plenamente esta bendición divina:
1. "Presta atención" y "obedece" (Éxo. 23:21, NVI) a mi Ángel (Jesucristo preencarnado, designado como el Ángel del Señor; ver Gén. 16:7; Éxo. 3:2, 4, 7; 14:19);
2. "No le seas rebelde" (Éxo. 23:21);
3. "No te inclinarás a sus dioses [los dioses paganos], ni los servirás, ni harás como ellos [los paganos] hacen" (Éxo. 23:24);
4. "Los destruirás del todo, y quebrarás enteramente sus estatuas" (Éxo. 23:24);
5. "No harás alianza con ellos, ni con sus dioses" (Éxo. 23:32);
6. "En tu tierra no habitarán, para que no te hagan pecar contra mí al servir a sus dioses, porque te será de tropiezo" (Éxo. 23:33).
De esta manera, el Señor les advirtió enfáticamente que no establecieran relaciones de pacto con las naciones vecinas ni siguieran sus prácticas idólatras, pues tales relaciones y prácticas romperían la relación de Israel con el Dios viviente, su Creador y Redentor, causando su ruina.
APLICACIÓN A LA VIDA
1. El plan original de Dios era que, al sonar el cuerno del carnero, su pueblo "subiera al monte" (Éxo. 19:13). ¿Qué sucedió y por qué los israelitas desaprovecharon esta gran invitación que Dios les hizo? Analiza con la clase textos como Éxodo 19:16b; 20:19; Deuteronomio 5:5, 25.
2. Según el relato (Éxo. 19), los israelitas tuvieron miedo cuando Dios les habló directamente. ¿Cuál es la diferencia entre un temor correcto y un temor incorrecto (Éxo. 20:19-21)? ¿Qué significa la enseñanza bíblica acerca de "temer a Dios"?
3. ¿Por qué es importante que nuestra relación con el Señor caracterice también nuestra vida cotidiana y nuestra manera de relacionarnos con quienes necesitan nuestra ayuda y respeto?
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