Lunes 18 de agosto | Lección 8
LA PREPARACIÓN PARA RECIBIR EL DON
Lee Éxodo 19:9 al 25. ¿Cómo preparó Dios a Israel para recibir los Diez Mandamientos?
Éxo 19:9 Yahvé dijo a Moisés: "Yo me acercaré a ti en una densa nube para que el pueblo me oiga hablar contigo, y así te crea para siempre." Y Moisés refirió a Yahvé las palabras del pueblo.
Éxo 19:10 Yahvé dijo a Moisés: "Ve al pueblo y que se purifiquen hoy y mañana; que laven sus vestidos
Éxo 19:11 y estén preparados para el tercer día; porque el tercer día descenderá Yahvé sobre el monte Sinaí a la vista de todo el pueblo.
Éxo 19:12 Señala un límite alrededor del monte, y di: Guardaos de subir al monte o de tocar su falda. Quien toque el monte morirá.
Éxo 19:13 Nadie pondrá la mano sobre el culpable; será apedreado o asaeteado, sea hombre o animal; no quedará con vida. Sólo cuando suene el cuerno podrán subir al monte."
Éxo 19:14 Moisés bajó del monte, adonde estaba el pueblo, lo purificó y ellos lavaron sus vestidos.
Éxo 19:15 Y dijo al pueblo: "Estad preparados para el tercer día; no os acerquéis a vuestra mujer."
Éxo 19:16 El tercer día, al rayar el alba, hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un fuerte sonido de trompeta. Todo el pueblo, en el campamento, se echó a temblar.
Éxo 19:17 Moisés hizo salir al pueblo del campamento, al encuentro de Dios, y se detuvieron al pie del monte.
Éxo 19:18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Yahvé había descendido sobre él en el fuego. Subía el humo como el de un horno, y todo el monte retemblaba con violencia.
Éxo 19:19 El sonar de la trompeta se hacía cada vez más fuerte; Moisés hablaba y Dios le respondía con el trueno.
Éxo 19:20 Yahvé bajó al monte Sinaí, a la cumbre del monte, y llamó a Moisés a la cima del monte, y Moisés subió.
Éxo 19:21 Yahvé dijo a Moisés: "Baja y advierte al pueblo que no traspase las límites para ver a Yahvé, porque morirían muchos de ellos.
Éxo 19:22 Los sacerdotes que se acerquen a Yahvé deben purificarse también, para que Yahvé no irrumpa contra ellos."
Éxo 19:23 Moisés respondió a Yahvé: "El pueblo no podrá subir al monte Sinaí, porque nos has advertido, diciendo: Señala un límite alrededor del monte y decláralo sagrado."
Éxo 19:24 Yahvé le dijo: "Anda, baja, y luego subes con Aarón; pero los sacerdotes y el pueblo no traspasarán las lindes para subir hacia Yahvé, a fin de que él no irrumpa contra ellos."
Éxo 19:25 Bajó, pues, Moisés adonde estaba el pueblo y les dijo...
Dios dio instrucciones específicas acerca de cómo debían prepararse los israelitas para la entrega de la Ley en el Sinaí. Su pureza externa debía reflejar su total dedicación a Dios. Tenían que estar preparados para la espléndida manifestación de la gloria del Señor que estaba a punto de ocurrir. Cuando llegó, vino acompañado de “truenos y relámpagos, y una espesa nube sobre el monte. Y un penetrante sonido de trompeta estremeció a todo el pueblo que estaba en el campamento” (Éxo. 19:16).
El Decálogo, los Diez Mandamientos, es el corazón de la revelación de Dios y de la ética bíblica. Constituye la sustancia y el fundamento de las normas divinas para toda la humanidad. Sus principios son eternos y universales.
Según el relato bíblico, el Decálogo fue anunciado por Dios (Éxo. 19:19; 20:1; Deut. 5:4, 5, 24), y fue escrito por él mismo (Éxo. 24:12; 31:18; Deut. 5:22). En dos ocasiones fue entregado a Moisés como un regalo especial (Éxo. 32:19; 34:1; Deut. 10:1, 2).
En Éxodo, el Decálogo es llamado “el testimonio” (hebreo: ‘edut; Éxo. 31:18), o “las palabras del pacto” (hebreo: dibre habberit; Éxo. 34:28). En el libro de Deuteronomio, esas palabras son escritas en “las tablas del pacto” (Deut. 9:9, 11, 15).
Ninguno de los dos libros utiliza la expresión hebrea que significa “mandamientos” (mitzvot), sino que en tres ocasiones son designados como “las diez palabras”, ‘aseret haddebarim, de dabar, que significa “palabra, sentencia, asunto, discurso, historia, promesa, pronunciamiento” (Ver Éxo. 34:28; Deut. 4:13; 10:4).
Existen dos versiones del Decálogo con muy ligeras diferencias. La primera se encuentra en Éxodo 20:1 al 17 y la segunda en Deuteronomio 5:6 al 21. La segunda versión fue presentada oralmente por Moisés a Israel casi cuarenta años después del Sinaí, justo antes de que el pueblo entrara en la Tierra Prometida (Deut. 1:3, 4; 4:44-47). Estas circunstancias explican las ligeras diferencias entre ambas versiones.
Cuando Pablo dijo que el amor es el resumen de la Ley, citó el Decálogo (Rom. 13:8-10). El amor es, en efecto, la suma de la Ley de Dios, porque él es un Dios de amor (1 Juan 4:16).
¿Cómo entiendes la idea de los Diez Mandamientos como expresión del amor de Dios? ¿Qué significa eso? ¿Cómo se revela en ellos el amor de Dios?
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