Lección 4: EL SEÑOR OYE Y SALVA La Ciudad de David tiene una historia fascinante y sigue siendo un centro religioso para judíos, cristianos y musulmanes. Un recuerdo que los viajeros antiguos y modernos se llevan consigo después de visitar Jerusalén es el constante subir y bajar que se necesita para atravesar la ciudad. Si quieres visitar el Monte del Templo, tienes que subir tramos de escaleras o subidas estrechas. Si quieres visitar el Monte de los Olivos, tienes que descender al Valle de Cedrón y luego comenzar la empinada subida hasta Getsemaní, y luego continuar más arriba para llegar a la cima del Monte de los Olivos. Desde cualquier lugar de Israel, eventualmente tendrás que subir para llegar a Jerusalén. En los tiempos bíblicos, durante las tres fiestas anuales: la Fiesta de los Panes sin Levadura, la Fiesta de las Semanas y la Fiesta de los Tabernáculos (Deuteronomio 16:16), los peregrinos de todo Israel y más allá hacían el largo viaje hasta Jerusalén para adorar en e