Sábado 25 de mayo: TIEMPO DE PERDER
La senda puede ser áspera y espinosa, y la cuesta puede ser empinada, requiriendo mucho trabajo. Podrá ser necesario que continuéis adelante aún estando cansados, cuando anheláis el reposo. Podréis tener que luchar cuando estéis desfallecientes, y tener esperanza cuando estéis desanimados, pero con Cristo como vuestro guía, no podéis perder el camino de la vida inmortal. No podéis fracasar en alcanzar el elevado asiento al lado de vuestro guía, cuyos propios pies recorrieron el áspero camino antes que vosotros, emparejando el camino para vuestros pies. Si seguís tras el orgullo y la ambición egoísta, encontraréis placentero al principio vuestro camino, pero el final es dolor y tristeza. Podéis seguir tras el egoísmo, que puede prometeros mucho, pero finalmente envenenará y amargará vuestra vida. Hay seguridad en seguir a Cristo. El no permitirá que los poderes de las tinieblas dañen un solo cabello de vuestra cabeza. Confiad en vuestro Redentor, y estaréis a salvo.—Carta 1b, 1873, pp. 1-3. (Vuestra elevada vocación, p. 27)
De buhardillas, de chozas, de calabozosos, de patíbulos, de montañas y desiertos, de cuevas de la tierra y cavernas del mar, Cristo reunirá a sus hijos a sí. En la tierra, han sido destituidos, afligidos y atormentados. Millones han descendido a la tumba cargados de infamia por haber rehusado rendirse a las engañosas pretensiones de Satanás. Los hijos de Dios han sido ajusticiados por los tribunales humanos como los más viles criminales. Pero está cerca el día cuando Dios será “el juez”.26 Entonces las decisiones de la tierra serán invertidas. “Quitará la afrenta de su pueblo”. A cada hijo de Dios se le darán ropas blancas. “Y llamarles han Pueblo Santo, Redimidos de Jehová”.
Cualesquiera sean las cruces que hayan sido llamados a llevar, cualesquiera las pérdidas que hayan soportado, cualquiera la persecución que hayan sufrido, aun hasta la pérdida de su vida temporal, los hijos de Dios serán ampliamente recompensados. “Verán su cara; y su nombre estará en sus frentes”. (Palabras de vida del Gran Maestro, p. 143)
Del relato de cómo fué librado Daniel, podemos aprender que en los momentos de prueba y lobreguez, los hijos de Dios deben ser precisamente lo que eran cuando las perspectivas eran halagüeñas y cuanto los rodeaba era todo lo que podían desear. En el foso de los leones Daniel fué el mismo que cuando actuaba delante del rey como presidente de los ministros de estado y como profeta del Altísimo. Un hombre cuyo corazón se apoya en Dios será en la hora de su prueba el mismo que en la prosperidad, cuando sobre él resplandece la luz y el favor de Dios y de los hombres. La fe extiende la mano hacia lo invisible y se ase de las realidades eternas.
El cielo está muy cerca de aquellos que sufren por causa de la justicia. Cristo identifica sus intereses con los de su pueblo fiel; sufre en la persona de sus santos; y cualquiera que toque a sus escogidos le toca a él. El poder que está cerca para librar del mal físico o de la angustia está también cerca para salvar del mal mayor, para hacer posible que el siervo de Dios mantenga su integridad en todas las circunstancias y triunfe por la gracia divina. (Profetas y reyes, p. 400)
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