SÁBADO 24 DE AGOSTO: El servicio en la iglesia del Nuevo Testamento
Predicad la verdad a todas las clases—La invitación evangélica ha de ser dada a los ricos y a los pobres, a los encumbrados y a los humildes, y debemos idear medios para llevar la verdad a nuevos lugares, y a todas las clases sociales.—Medical Ministry, 312 (1899).
Dadles una oportunidad de comprender—No piense nadie que las personas pobres y sin instrucción han de ser descuidadas. Los métodos correctos de trabajo no excluirán a esta clase de personas en ningún sentido. Fue una de las evidencias del mesianismo de Cristo el que se predicara el Evangelio a los pobres. Debemos estudiar la manera de dar a todas las clases una oportunidad de comprender las verdades especiales para este tiempo.—The Review and Herald, 25 de noviembre de 1890.
Un mensaje salvador para toda alma—Muchos sienten una profunda necesidad, una necesidad que las riquezas terrenales o los placeres no pueden suplir; pero no saben cómo recibir aquello que anhelan con vehemencia.
El Evangelio de Cristo es desde el comienzo hasta el fin el Evangelio de la gracia salvadora. Es una idea distintiva y dominante. Será una ayuda para los necesitados, una luz para los ojos que están ciegos a la verdad, y una guía para las almas que buscan el verdadero fundamento. La salvación plena y eterna está al alcance de toda alma. Cristo espera y anhela pronunciar el perdón e impartir la gracia gratuitamente ofrecida. El vela y aguarda, y dice como le dijo al hombre ciego que estaba a las puertas de Jericó: “¿Qué quieres que te haga?” Yo quitaré tus pecados; yo te lavaré en mi sangre.
En todos los caminos de la vida hay almas para ser salvadas. Los ciegos andan a tientas en las tinieblas. Dadles la luz y Dios os bendecirá como a sus obreros.—Carta 60, 1903.
Los planes por las clases elevadas alcanzarán a todos— Elevad vuestra mente a la grandeza de la obra. Vuestros planes estrechos, vuestras ideas limitadas no han de incorporarse a vuestros métodos de trabajo. Debe haber una reforma en este punto, y se obtendrán más medios para hacer posible que la obra se eleve a la alta y exaltada posición que debe ocupar siempre. Habrá hombres que tengan recursos y que discernirán algo del carácter de la obra, aun cuando ellos mismos no tengan el valor de elevar la cruz y soportar el reproche que comporta una verdad impopular. Alcanzad primeramente a las clases elevadas, si es posible, pero no deben descuidarse las clases más bajas.
Pero el caso es que los planes y los esfuerzos han sido de tal naturaleza en muchos campos, que las clases más bajas solamente son las que pueden alcanzarse. Deben, sin embargo, idearse métodos para alcanzar a las clases más elevadas, que necesitan la luz de la verdad tanto como las clases más humildes. Estas ven la verdad, pero están, por así decirlo, en la esclavitud de la pobreza, y ven el hambre ante ellos si aceptan la verdad. Haced planes para alcanzar a las clases mejores, y no dejaréis de alcanzar a las clases más bajas.—Carta 14, 1887.
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