Ir al contenido principal

La determinación de la fecha 457 AC.

La Determinación de La Fecha 457 AC.

El año 457 AC., la fecha clave de la profecía que llega hasta el año 1 844, está firmemente establecida tanto en la Escritura como en la historia.
(L. P. Tolhurst )

LOS ADVENTISTAS DEL SEPTIMO DIA cree­mos que “la orden para restaurar y edificar a Jerusalén” Dan. 9:25) no sólo determina el comienzo de la profecía de las setenta sema­nas, sino también el comienzo de los 2.300 días mencionados en Daniel 8:14. Creemos que esta última profecía llega hasta el año 1844, señalándonos como el pueblo levanta­do por Dios para proclamar el último mensa­je de advertencia al mundo. Si esto es así, debemos estar en condiciones de justificar nuestra afirmación generando una evidencia que sustente esta postura.

Hay tres decretos persas que juegan un papel clave en la restauración del pueblo de Dios de la cautividad babilónica.1 La confirmación de nuestra Interpretación, de las im­portantes profecías de Daniel, depende de la Identificación y datación del decreto con el qué Dios determinó que se comenzara el cálculo del tiempo Involucrado en la profecía.

Ciro emitió un primer decreto en el año primero de su reinado, es decir, el 538 ó 537 AC. La Biblia no indica el momento preciso del año primero de su reinado cuando se libró este decreto, por lo que no sabemos si fue el 538 o el 537 AC. La Biblia tampoco nos dice cuándo el grupo de Zorobabel dejó Babilonia y cuándo llegó a Jerusalén, por lo que des­conocemos el momento en que este decre­to entró en vigencia. La vaguedad de la Bi­blia con respecto a estos detalles argumenta en contra de la evidencia de que éste sea el decreto más importante. Además. el decre­to de Ciro no dice nada con respecto a la res­tauración de la ciudad Sólo se refiere a la re­construcción del templo.

Otra evidencia de que éste no es el de­creto clave para recomponer el tiempo de la profecía, es que no armoniza con la profecía de Daniel 9 con respecto al tiempo de la lle­gada del Mesías, el Ungido. Con la fecha de este decreto como punto de partida, los 483 años de los que habló Daniel, ni se acercan al tiempo de Jesús. Esta fecha tampoco ayu­da a Identificar el año de su bautismo —el ungimiento del Señor— que ocurrió en el año 27 DC.

La Escritura no establece la fecha del segundo decreto, el de Darío el Grande. Todo lo que sabemos es que el documento se emi­tió en los primeros años de su reinado porque, como consecuencia de este, se completó la edificación del templo y se lo dedicó al Señor2.

1 Se ha sugerido una cuarta posibilidad: algunos con­sideran que la disposición que manifestó Artajerjes ha­cía la petición de Nehemías de regresar para reconstruir Jerusalén (444 AC, Neh. 1:1-3; 2:1) es el decreto que ori­ginó la fecha Inicial de la profecía (véase e. g, Robert A­derson, The Comlng Prlnce, Grand Raplds, Kregel Pub., sin fecha). Sin embargo, comenzar desde esa fecha arro­ja a la profecía de las setenta semanas lejos del bautis­mo de Jesús. Y, en tanto que la Biblia cita minuciosamen­te cada uno de los otros tres decretos precedentes, en este caso sólo dice que Artajerjes otorgó el permiso so­licitado por Nehemías y envió cartas —no se indica que se haya librado decreto alguno. un tratamiento tan infor­mal de este “decreto” no es adecuado a lo que se espe­raría si el Señor quisiera señalarlo como el punto de par­tida de la importantísima profecía de Daniel.

2 La reconstrucción del templo iniciada por el decreto de Ciro, paulatinamente había menguado hasta esfumarse. Los judíos habían comenzado a trabajar nuevamente en el templo y luego escribieron solicitando la anuencia de Da­río pera la realización de estas obras. En el transcurso del segundo año de su reinado, Darío respondió otorgándo­les permiso. La obra continuó, y el templo se dedicó en el sexto año (véase Hag. 2:10-18 y Esd. 6: 15).

Y como en el caso de Ciro, el de­creto de Darío estaba relacionado con la res­tauración del templo, no de la ciudad. Obvia­mente, para establecer un punto de partida de la profecía, este decreto no es muy sig­nificativo.

Si Dios quería que alguno de estos decre­tos determinara el comienzo del tiempo de una profecía tan importante como la de los 2.300 años, entonces el mismo Señor debió cuidar que los detalles necesarios quedaran registrados en la Biblia.

El decreto de Artajerjes 

Recién con el tercer decreto —emitido en el séptimo año de Artajerjes y registrado en Esdras 7: 8, 9 disponemos de la información necesaria que permite ubicar en el tiempo esta importante profecía. En relación con es­te decreto, se nos dice que Esdras abando­nó Babilonia el primer día del mes primero, del séptimo año del reinado de Artajerjes, y que el dirigente hebreo y su grupo llegaron a Jerusalén el primer día del mes quinto del mismo año. De ningún otro decreto dispone­mos de tantos detalles. Este mismo hecho es significativo. Seguramente, Dios estaba Intentando comunicar alguna idea, porque la Palabra divina es muy explícita con respec­to a este decreto, en tanto que es vaga con respecto a los otros dos.

Además, este decreto proporcionó las pautas del restablecimiento del gobierno lo­cal en una escala que los otros decretos no mencionan (véase Esd. 7:21-28). instrumen­to mecanismos jurídicos para castigar a los malhechores, hasta el grado de conceder autoridad para Imponer la pena capital. Co­mo resultado de este decreto, Esdras comen­zó a construir la ciudad —véase la carta di­rigida a Artajerjes en Esdras 4.

Sin embargo, posiblemente el mayor ar­gumento de todos es que cuando calcula­mos el tiempo de la profecía de Daniel 9, utilizando la fecha de este decreto (457 AC) como determinante de su iniciación, la pro­fecía llega exactamente al bautismo de Je­sús. De hecho, Daniel 9: 24 sugiere que los eventos que ocurrieron en el lapso de las 70 semanas le imponen a toda la profecía el se­llo de la aprobación divina. Y esto demues­tran que la profecía fue otorgada divinamen­te, por lo que es digna de confianza. No hay otra fecha que llegue a satisfacer tan clara­mente las demandas de esta profecía.

Obviamente, el decreto que Dios sugiere que utilicemos es el de Esdras 7 —emitido durante el séptimo año del reinado de Arta­jerjes. Dios nos dio detalles con respecto al momento en que se emitió este decreto y, también, indicó cuándo entró en vigencia. La precisión con la que se relaciona con el bau­tismo de Jesús determina su autenticidad. Es muy exacto como para que esté equivo­cado!

Al haber determinado que es el decreto de Artajerjes el que marca el comienzo de es­tos períodos proféticos, debemos establecer el 457 AC como el año en que fue emitido.

Los métodos de datación de los babilonios y los persas

En el tiempo de los persas, todos los eventos y los documentos fechados estaban caracterizados por registrar los siguientes datos: el número del día1 el nombre o núme­ro del mes y el número del año del rey que estaba en el poder. Por ejemplo, como ya lo mencionamos, Esdras dice que salió hacía Jerusalén el día primero del mes primero del año séptimo de Artajerjes, y que llegó a des­tino el día primero del mes quinto del mis­mo año.

Cuando un rey moría y otro ocupaba el trono, el lapso anual restante era considerado como el año ascensional del nuevo rey y no era ni contado ni calificado como el año primero del nuevo soberano. Solo el primer año calendario completo del rey era conside­rado como su primer año de reinada (véase el cuadro 1). Como se observará, el año as­cencional podía ser largo o corto, y esto de­pendía del momento en que el nuevo monar­ca llegaba al trono.

Para establecer la fecha de un episodio en marco de nuestro calendario, los eru­ditos primero tenían que determinar la suce­sión de los reyes y el tiempo de sus reina­dos. Esta información la podemos encontrar en las listas de los reyes que los antiguos escritores nos proporcionaron. Otra forma de obtenerla es el método que Ríchard A. Parker y Waldo H. Dubberstein desarrollaron al reunir la información publicada en su valio­so libro Babylonian Chronology: 626 B. C.- 75 A. D. El método de Parker y Dubberstein surgió del hallazgo de centenares de table­tas fechadas por sus autores durante las mo­narquías de los reyes del Cercano Oriente antiguo. Estos dos investigadores surgieron que se podía llegar a establecer la fecha de los reinados al encontrar tres o cuatro table­tas que llevaran las últimas fechas del reina­do de cada monarca y tres o cuatro tabletas con las fechas más tempranas de cada su­cesor. Utilizando este método, los eruditos pueden calcular el mes y, a veces, hasta el día de la muerte de un rey y la fecha en la que el sucesor asumió el cargo. De esta ma­nera, estos dos investigadores pudieron compilar una lista de los reyes de Babilonia y de Persia junto con detalles tan preci­sos como: cuándo llegó el monarca al tro­no y que duración tuvo su gobernación.


Para asignar las fechas de los reinados anteriores a Cristo, los eruditos todavía de­bían dar otro paso; era necesario encontrar una forma de vincular los reinados de los re­yes del pasado a nuestra escala de la época postcristiana. Establecieron este vínculo de datación por medio de las tabletas que regis­traban las fechas de los eclipses que ocurrie­ron en las fechas de aquellos reyes. La ma­yoría de estas tabletas describe en detalle los eclipses ocurridos, y por lo menos una de ellas predice un eclipse futuro, que habría de ocurrir en el séptimo año de Cambises. El hecho que los científicos de esa época pu­dieran predecir los eclipses revela el eleva­do nivel de conocimiento astronómico que estos antiguos pueblos habían desarrollado.

Así como los arqueólogos encontraron y tradujeron las tabletas que describían los eclipses, los astrónomos calcularon y ajus­taron a nuestro calendario el momento pre­ciso en que ocurrió ese fenómeno. De este modo se elimina la conjetura y se establecen fechas precisas para los reinados de los mo­narcas de la antigüedad. En el marco de la cronología, los períodos babilonio y persa se encuentran entre los períodos mejor docu­mentados de la historia (el cuadro 2 enume­ra algunos de los eclipses descriptos por las tabletas).  

La fecha del séptimo año de Artajerjes 

Con semejante riqueza de información con respecto a la cronología de este perío­do, podemos establecer con confianza la fe­cha del séptimo año del rey Artajerjes.

Jerjes, el predecesor de Artajerjes, fue asesinado entre el 17 de diciembre del 465 y el 3 de enero del 464 AC. La tableta por­tadora de la última fecha conocida de su reinado está fechada el noveno mes (que co­rresponde a diciembre) de su vigésimo pri­mer año de reinado. Y el papiro elefantino egipcio contiene la primera fecha identificada con el reinado de Artajerjes -que equi­vale a nuestro 3 de enero del 464 AC. Como esta fecha surge de los registros que se ori­ginaron en Egipto, la mayoría de los eruditos concuerdan en que Jerjes murió antes del fin de diciembre, pues es relativamente difícil que las noticias de su muerte y la sucesión de Artajerjes haya viajado de Persia a Egip­to en tres días. Por lo tanto, parece ser más coherente sostener que la muerte de Jerjes haya ocurrido en la última parte del mes de diciembre del 465 AC.

Aun cuando los judíos siguieron un calen­dario de primavera a primavera en su año re­ligioso, con el tiempo aplicaron además un segundo calendario —muchos Países en la actualidad tienen un año fiscal y un año ca­lendario. Y así como el principio y el fin de nuestro calendario fiscal difiere unos seis meses de nuestro año calendario, el calen­dario judío que va de otoño a otoño difiere unos seis meses del calendario que va de primavera a primavera. Y del mismo modo que los meses de nuestro calendario fiscal y de nuestro año calendario retienen los mis­mos nombres, los meses de los calendarios que van de primavera a primavera y de oto­ño a otoño conservan los mismos números. Por consiguiente, en tanto que el calendario que va de primavera a primavera comienza con el mes uno y finaliza con el mes doce; el calendario que va de otoño a otoño comien­za en el mes séptimo y concluye en el mes sexto (véase el cuadro 3).

Con esta información podemos trazar una línea en el tiempo para ubicar los primeros años de Artajerjes y, de este modo, llegar hasta el importantísimo séptimo año de su reinado. Podemos calcular ese año según el calendario judío que va de otoño a otoño —el calendario que Esdras estaba utilizando cuando se refirió al decreto de Artajerjes (véase el recuadro Cómo empleaban los ju­díos el calendario que va de otoño a otoño).

El cuadro 4 demuestra que el séptimo año de Artajerjes comenzó en el 458 AC y se extendió al 457 AC, y que las fechas regis­tradas en la Escritura en relación con este de­creto —las referidas a la partida de Esdras hacia Jerusalén y a su llegada— se ajustan perfectamente al año 457 AC.

Es interesante notar que Guillermo Miller y sus asociados utilizaron un método dife­rente para calcular cuál de los años de nues­tro sistema es el que corresponde al sépti­mo año de Artajerjes. Pero, basados en el Canon de Ptolomeo, llegaron a establecer la misma fecha. En realidad, esta es una grati­ficante confirmación de la confiabilidad de nuestra posición y debiera ayudarnos a for­tificar nuestra fe en el mensaje que transmi­timos al mundo. Como lo dijo el apóstol Pe­dro: “Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucris­to siguiendo fábulas artificiosas” (2 Ped. 1:16).  


Bibliografía
S. H. Hom y L. H. Wood, The Chronology of Ezra 7
(Washington, D.C.; Review and Herald Pub. Assn., 1963).
Richard A. Parker y Waldo H. Dtibberstein, Baby/onlan Chronology: 626 B.C.-A.D. 75 3a. edlc. (Providence, R. 1, Brown ¡Jniversity Press, 1969>. F. D. Nichoi, Comentarlo blbllco adventista (Mountain View, California, Publicacio­nes Interamericanas, 1978>, tomos 3 y 4. E. A. ThIele, The Mysterious Numbers of the Hebrew Kings (Exter, Devon, Engiand, Paternoster Press, 1965). 0. J. Wiseman, Chro­floJee of Chaldaean Kings (626-556 B.C.) (Londres, Trus­toes of the British Museum, 1961).
Transcrito por Edgar Huamán Julca, de la Revista Ministerio Adventista Noviembre – Diciembre de 1988

Comentarios

Entradas populares de este blog

Crucigrama - Hechos 15: 1-17

Hechos 15: 1-17 CONCILIO DE JERUSALÉN Hch 15:1  Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. Hch 15:2  Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión. Hch 15:3  Ellos, pues, habiendo sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la conversión de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos. Hch 15:4  Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos. Hch 15:5  Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés. Hch 15:6  Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asu

Descargar: Preparación para el tiempo del fin - 2 trimestre 2018

CRISTO Y EL FIN DE LOS DÍAS En las últimas horas de su estadía terrenal, el Jesús encarnado les dirigió estas palabras de consuelo a sus discípulos: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino” (Juan 14:1-4). Aunque sin duda no entendieron completamente el significado de lo que les dijo, ni el tiempo en el que se cumpliría su promesa, los discípulos indudablemente obtuvieron consuelo de las palabras de Jesús. ¿Una habitación en la casa de su Padre? ¿Un lugar que Jesús mismo les estaba preparando? Seguramente, eso sería mejor que cualquier lugar de este mundo en el que se encontraban en ese momento. De hecho, no mucho antes, mientras estaba reunido con sus discípulos,

El Libro de Apocalipsis - 1º Trimestre 2019

EL LIBRO DE APOCALIPSIS  CONTENIDO Introducción ........................................................................................................ 2 1. El evangelio de Patmos.................................................................................... 5 2. En medio de los candeleros............................................................................ 12 3. Los mensajes de Jesús a las siete iglesias ..................................................... 19 4. Digno es el Cordero........................................................................................ 26 5. Los siete sellos................................................................................................ 33 6. El pueblo de Dios es sellado........................................................................... 40 7. Las siete trompetas.......................................................................................... 47 8. Satanás, un enemigo derrotado .......................