Sábado 5 de octubre: Nehemías
Nehemías no fue consagrado como sacerdote ni profeta, pero el Señor lo usó para que hiciera una obra especial. Aunque se lo eligió como caudillo del pueblo, su fidelidad a Dios no dependió de su cargo.
El Señor mostró al pueblo, por quien había hecho tanto, que no toleraría sus pecados. No actuó por medio de los que se negaban a servirlo con sinceridad de propósitos, y que se habían corrompido delante de él, sino mediante Nehemías, pues éste estaba registrado en los libros del cielo como un hombre. Dios ha dicho: "Honraré a los que me honran". Nehemías demostró que era un hombre a quien el Señor podía usar para derribar falsas reglas y para restaurar los principios emanados del cielo; y Dios lo honró. El Señor quiere usar en su obra a hombres que sean como el acero en su lealtad a lo que es eterno, y que no se dejen desviar por las sofisterías de los que han perdido su visión espiritual.- Review and Herald, 2 de mayo de 1899 (Recibireís poder, p.278)
El Señor mostró al pueblo, por quien había hecho tanto, que no toleraría sus pecados. No actuó por medio de los que se negaban a servirlo con sinceridad de propósitos, y que se habían corrompido delante de él, sino mediante Nehemías, pues éste estaba registrado en los libros del cielo como un hombre. Dios ha dicho: "Honraré a los que me honran". Nehemías demostró que era un hombre a quien el Señor podía usar para derribar falsas reglas y para restaurar los principios emanados del cielo; y Dios lo honró. El Señor quiere usar en su obra a hombres que sean como el acero en su lealtad a lo que es eterno, y que no se dejen desviar por las sofisterías de los que han perdido su visión espiritual.- Review and Herald, 2 de mayo de 1899 (Recibireís poder, p.278)
Los hombres y mujeres que profesan las verdades más solemnes que se hayan dado a los mortales, ¿se mantendrán fieles a sus principios? Tienen que hacerlo si es que han de influir para que el mundo reflexione seriamente; su indumentaria y conversación tienen que estar en armonía con su creencia especial. Los que son mayores han de educar a los que son jóvenes, por medio del precepto y del ejemplo, y han de enseñarles cómo cumplir lo que la sociedad y su Hacedor esperan de ellos. Sobre estos jóvenes se han de imponer serias responsabilidades.
Un buen carácter se ha de edificar ladrillo por ladrillo, creciendo cada día en proporción al esfuerzo que haga. Los rasgos que han de llevar consigo al cielo se obtendrán mediante el ejercicio diligente de sus propias facultades, aprovechando cada oportunidad que la Divina Providencia les permita, y vinculándose con la Fuente de toda sabiduría. Apuntad hacia un blanco elevado. No permitáis que vuestra mente se fragüe en un molde inferior. Los caracteres de José y Daniel son buenos modelos que podéis seguir; pero el ejemplo perfecto es Jesús. (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 125)
LA VERDADERA educación no desconoce el valor del conocimiento científico o literario, pero considera que el poder es superior a la información, la bondad al poder y el carácter al conocimiento intelectual. El mundo no necesita tanto hombres de gran intelecto como de carácter noble. Necesita hombres cuya capacidad sea dirigida por principios firmes.
"Sabiduría ante todo"Sabiduría ante todo"; por tanto, "adquiere sabiduría". "La lengua de los sabios adornará la sabiduría"adquiere sabiduría". "La lengua de los sabios adornará la sabiduría". La verdadera educación imparte esa sabiduría. Enseña el mejor empleo que se puede dar no sólo a uno sino a todos nuestros conocimientos y facultades. De ese modo abarca toda la gama de nuestras obligaciones hacia nosotros mismos, hacia el mundo y hacia Dios. (Nota: Prov. 4: 7; 15: 2.*)
La edificación del carácter es la obra más importante que jamás haya sido confiada a los seres humanos y nunca antes ha sido su estudio diligente tan importante como ahora. Ninguna generación anterior fue llamada a hacer frente a problemas tan importantes; nunca antes se hallaron los jóvenes frente a peligros tan grandes como los que tienen que arrostrar hoy. (La Educación, p. 225)
"Sabiduría ante todo"Sabiduría ante todo"; por tanto, "adquiere sabiduría". "La lengua de los sabios adornará la sabiduría"adquiere sabiduría". "La lengua de los sabios adornará la sabiduría". La verdadera educación imparte esa sabiduría. Enseña el mejor empleo que se puede dar no sólo a uno sino a todos nuestros conocimientos y facultades. De ese modo abarca toda la gama de nuestras obligaciones hacia nosotros mismos, hacia el mundo y hacia Dios. (Nota: Prov. 4: 7; 15: 2.*)
La edificación del carácter es la obra más importante que jamás haya sido confiada a los seres humanos y nunca antes ha sido su estudio diligente tan importante como ahora. Ninguna generación anterior fue llamada a hacer frente a problemas tan importantes; nunca antes se hallaron los jóvenes frente a peligros tan grandes como los que tienen que arrostrar hoy. (La Educación, p. 225)
Comentarios
Publicar un comentario