Martes 19 de noviembre:
Estructura del Pacto
(Josué] era un sabio dirigente. Su vida estaba totalmente dedica.da a Dios. Antes de morir reunió a las huestes hebreas y siguiendo el ejemplo de Moisés recapituló sus peregrinaciones por el desierto y también la obra misericordiosa llevada a cabo por el Señor en favor de ellos. Acto seguido les habló con elocuencia... "Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quien sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová".
"Entonces el pueblo respondió y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses; porque Jehová nuestro Dios es el que nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre; el que ha hecho estas grandes señales y nos ha guardado por todo el camino por donde hemos andado, y en lodos los pueblos por entre los cuales pasamos".
El pueblo renovó su pacto con Josué. Le dijeron: "A Jehová nuestro Dios serviremos, y su voz obedeceremos". Josué escribió las palabras de este pacto en el Libro que contenía las Leyes y los estatutos dados a Moisés. Recibió el amor y el respeto de todo Israel, y su muerte fue sumamente lamentada (La historia de la redención, pp. 185, 186).
Dios nos ha dado la facultad de elección; a nosotros nos toca ejercitarla. No podemos cambiar nuestros corazones ni dirigir nuestros pensamientos, impulsos y afectos. No podemos bacernos puros, propios para el servicio de Dios. Pero sí podemos escoger el servir a Dios; podemos entregarle nuestra voluntad, y entonces él obrará en nosotros el querer y el hacer según su buena voluntad. Así toda nuestra naturaleza se someterá a la dirección de Cristo (El ministerio de curación, p. 131).
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