SÁBADO 25 DE ENERO
El Señor tiene una obra para que todos la hagamos; y si la verdad no está arraigada en el corazón, si los rasgos naturales de carácter no son transformados por el Espíritu Santo, nunca podremos ser colaboradores con Jesucristo. El yo aparecerá constantemente y el carácter de Cristo no se manifestará en nuestras vidas (Carta 80, 1898). (CBA T7 p. 980)
Satanás instigó a otros a rebelarse, y después de que fueron expulsados del cielo los reunió en una alianza para hacer todo el mal posible al hombre, como el único medio de herir a Dios. Ya excluido del cielo, resolvió vengarse haciendo daño a la hechura de Dios. Malos obreros de todas las generaciones se han reunido alrededor del estandarte de rebelión que él estableció. Los ángeles malos se han unido con hombres malos en, una lucha contra el reino de Cristo.
El propósito de Satanás ha sido reproducir su propio carácter en los seres humanos. Tan pronto como fue creado el hombre, Satanás resolvió borrar de él la imagen de Dios y colocar su sello donde debiera estar el de Dios. Y ha tenido éxito en instalar en el corazón del hombre el espíritu de envidia, de odio, de ambición. En este mundo ha establecido un reino de oscuridad, del cual él es príncipe, el caudillo de los delitos. Deseaba usurpar el trono de Dios. Como ha fracasado en esto, ha actuado a oscuras en la ilegalidad, en engaño, para usurpar un lugar en los corazones de los hombres. Ha establecido su trono entre Dios y el hombre para apropiarse de la adoración que sólo pertenece a Dios (MS 33, 1911). (CBA T6 p. 1119)
Del orgullo a la humildad
Cuán pocos tienen en cuenta que el tentador fue una vez un querubín protector, un ser a quien Dios creó para la gloria de su propio nombre. Satanás cayó de su elevada posición por causa de su ensalzamiento egoísta; abusó de la magnífica capacidad con que Dios lo dotó tan ricamente. Cayó por la misma razón por la que miles están cayendo hoy día: debido a la ambición de ser primeros y a la renuencia a estar bajo restricciones. El Señor quiere enseñar al hombre la lección de que aunque esté legalmente unido a la iglesia no está salvado hasta que el sello de Dios sea colocado sobre él...
El Señor tiene una obra para que todos la hagamos; y si la verdad no está arraigada en el corazón, si los rasgos naturales de carácter no son transformados por el Espíritu Santo, nunca podremos ser colaboradores con Jesucristo. El yo aparecerá constantemente y el carácter de Cristo no se manifestará en nuestras vidas (Carta 80, 1898). (CBA T7 p. 980)
Hablando de Satanás, el Señor declara que no había verdad en él. Una vez fue hermoso, resplandeciente de luz; pero la Palabra de Dios declara de él: "Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura".
Satanás instigó a otros a rebelarse, y después de que fueron expulsados del cielo los reunió en una alianza para hacer todo el mal posible al hombre, como el único medio de herir a Dios. Ya excluido del cielo, resolvió vengarse haciendo daño a la hechura de Dios. Malos obreros de todas las generaciones se han reunido alrededor del estandarte de rebelión que él estableció. Los ángeles malos se han unido con hombres malos en, una lucha contra el reino de Cristo.
El propósito de Satanás ha sido reproducir su propio carácter en los seres humanos. Tan pronto como fue creado el hombre, Satanás resolvió borrar de él la imagen de Dios y colocar su sello donde debiera estar el de Dios. Y ha tenido éxito en instalar en el corazón del hombre el espíritu de envidia, de odio, de ambición. En este mundo ha establecido un reino de oscuridad, del cual él es príncipe, el caudillo de los delitos. Deseaba usurpar el trono de Dios. Como ha fracasado en esto, ha actuado a oscuras en la ilegalidad, en engaño, para usurpar un lugar en los corazones de los hombres. Ha establecido su trono entre Dios y el hombre para apropiarse de la adoración que sólo pertenece a Dios (MS 33, 1911). (CBA T6 p. 1119)
La obra de refinamiento y purificación que Dios ejecuta debe proseguir hasta que sus siervos estén tan humillados, tan muertos al yo que, cuando sean llamados al servicio activo, sean sinceros en buscar la gloria de Dios. Entonces él aceptará sus esfuerzos; no obrarán impetuosamente, por impulso; no se apresurarán y pondrán en peligro la causa del Señor, siendo esclavos de tentaciones y pasiones, ni seguirán sus propios ánimos carnales encendidos por Satanás. ¡Oh, cuán terriblemente mancillada queda la causa de Dios por la perversa voluntad del hombre y su genio insumiso! ¡Cuánto
sufrimiento trae él sobre sí al seguir sus propias y temerarias pasiones! Dios arroja vez tras vez a los hombres al suelo, y aumenta la presión hasta que la perfecta humildad y una transformación de carácter los pongan en armonía con Cristo y el espíritu del cielo y sean vencedores de sí mismos. (Testimonios para la iglesia t4, pp. 88,89)
sufrimiento trae él sobre sí al seguir sus propias y temerarias pasiones! Dios arroja vez tras vez a los hombres al suelo, y aumenta la presión hasta que la perfecta humildad y una transformación de carácter los pongan en armonía con Cristo y el espíritu del cielo y sean vencedores de sí mismos. (Testimonios para la iglesia t4, pp. 88,89)
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