Lunes 30 de marzo
¿Quién escribió la Biblia y dónde?
Los escritores de la Biblia tuvieron que expresar sus ideas con lenguaje humano. Fue escrita por seres humanos. Ellos fueron inspirados por el Espíritu Santo. Debido a las imperfecciones de la comprensión humana del lenguaje, o a la perversidad de la mente humana, ingeniosa para eludir la verdad, muchos leen y entienden la Biblia para agradarse a sí mismos. No es que la dificultad esté en la Biblia. Los adversarios políticos arguyen acerca de puntos de la ley en los códigos y defienden puntos de vista opuestos en su aplicación de esas leyes.
Las Escrituras fueron dadas a los hombres, no en una cadena continua de declaraciones ininterrumpidas, sino parte tras parte a través de generaciones sucesivas, a medida que Dios en su providencia veía una oportunidad adecuada para impresionar a los hombres en varios tiempos y en diversos lugares. Los hombres escribieron a medida que fueron movidos por el Espíritu Santo. Primero es el brote, después el capullo y después el fruto, "primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga" (Mar. 4: 28). Esto es exactamente lo que son las declaraciones de la Biblia para nosotros.
No siempre hay orden perfecto o aparente unidad en las Escrituras. Los milagros de Cristo no se presentan en orden exacto, sino como ocurrieron las circunstancias que demandaron la revelación divina del poder de Cristo. Las verdades de la Biblia son como perlas ocultas. Deben ser buscadas, extraídas mediante esfuerzos concienzudos. Los que tan sólo dan un vistazo a las Escrituras, con un conocimiento superficial que piensan que es muy profundo, hablan de las contradicciones de la Biblia y ponen en duda la autoridad de las Escrituras. Pero aquellos cuyo corazón está en armonía con la verdad y el deber, escudriñarán las Escrituras con un corazón preparado para recibir impresiones divinas.- Mensajes selectos, t. 1, pp. 22, 23
La Biblia no nos es dada en un grandioso lenguaje sobrehumano. Jesús tomó la humanidad a fin de llegar hasta el hombre donde éste está. La Biblia debió ser dada en el lenguaje de los hombres. Todo lo que es humano es imperfecto. Diferentes significados se expresan con la misma palabra: no hay una palabra para cada idea distinta. La Biblia fue dada con propósitos prácticos.
Las impresiones de las mentes son diferentes. No todos captan de la misma manera las expresiones y asertos. Algunos entienden las declaraciones de las Escrituras para que se ajusten a su mente particular y a su propio caso. Las predisposiciones, los prejuicios y las pasiones ejercen una poderosa influencia para oscurecer el entendimiento y confundir la mente, aun al leer las palabras de las Sagradas Escrituras...
La Biblia está escrita por hombres inspirados, pero no es la forma del pensamiento y de la expresión de Dios. Es la forma de la humanidad. Dios no está representado como escritor. Con frecuencia los hombres dicen que cierta expresión no parece de Dios. Pero Dios no se ha puesto a sí mismo a prueba en la Biblia por medio de palabras, de lógica, de retórica. Los escritores de la Biblia eran los escribientes de Dios, no su pluma. Considerad a los diferentes escritores.
No son las palabras de la Biblia las inspiradas, sino los hombres son los que fueron inspirados. La inspiración no obra en las palabras del hombre ni en sus expresiones, sino en el hombre mismo, que está imbuido con pensamientos bajo la influencia del Espíritu Santo. Pero las palabras reciben la impresión de la mente individual. La mente divina es difundida. La mente y la voluntad divinas se combinan con la mente y voluntad humanas. De ese modo, las declaraciones del hombre son la palabra de Dios.- Mensajes selectos, t. 1, pp. 23, 24
Las Escrituras fueron dadas a los hombres, no en una cadena continua de declaraciones ininterrumpidas, sino parte tras parte a través de generaciones sucesivas, a medida que Dios en su providencia veía una oportunidad adecuada para impresionar a los hombres en varios tiempos y en diversos lugares. Los hombres escribieron a medida que fueron movidos por el Espíritu Santo. Primero es el brote, después el capullo y después el fruto, "primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga" (Mar. 4: 28). Esto es exactamente lo que son las declaraciones de la Biblia para nosotros.
No siempre hay orden perfecto o aparente unidad en las Escrituras. Los milagros de Cristo no se presentan en orden exacto, sino como ocurrieron las circunstancias que demandaron la revelación divina del poder de Cristo. Las verdades de la Biblia son como perlas ocultas. Deben ser buscadas, extraídas mediante esfuerzos concienzudos. Los que tan sólo dan un vistazo a las Escrituras, con un conocimiento superficial que piensan que es muy profundo, hablan de las contradicciones de la Biblia y ponen en duda la autoridad de las Escrituras. Pero aquellos cuyo corazón está en armonía con la verdad y el deber, escudriñarán las Escrituras con un corazón preparado para recibir impresiones divinas.- Mensajes selectos, t. 1, pp. 22, 23
La Biblia no nos es dada en un grandioso lenguaje sobrehumano. Jesús tomó la humanidad a fin de llegar hasta el hombre donde éste está. La Biblia debió ser dada en el lenguaje de los hombres. Todo lo que es humano es imperfecto. Diferentes significados se expresan con la misma palabra: no hay una palabra para cada idea distinta. La Biblia fue dada con propósitos prácticos.
Las impresiones de las mentes son diferentes. No todos captan de la misma manera las expresiones y asertos. Algunos entienden las declaraciones de las Escrituras para que se ajusten a su mente particular y a su propio caso. Las predisposiciones, los prejuicios y las pasiones ejercen una poderosa influencia para oscurecer el entendimiento y confundir la mente, aun al leer las palabras de las Sagradas Escrituras...
La Biblia está escrita por hombres inspirados, pero no es la forma del pensamiento y de la expresión de Dios. Es la forma de la humanidad. Dios no está representado como escritor. Con frecuencia los hombres dicen que cierta expresión no parece de Dios. Pero Dios no se ha puesto a sí mismo a prueba en la Biblia por medio de palabras, de lógica, de retórica. Los escritores de la Biblia eran los escribientes de Dios, no su pluma. Considerad a los diferentes escritores.
No son las palabras de la Biblia las inspiradas, sino los hombres son los que fueron inspirados. La inspiración no obra en las palabras del hombre ni en sus expresiones, sino en el hombre mismo, que está imbuido con pensamientos bajo la influencia del Espíritu Santo. Pero las palabras reciben la impresión de la mente individual. La mente divina es difundida. La mente y la voluntad divinas se combinan con la mente y voluntad humanas. De ese modo, las declaraciones del hombre son la palabra de Dios.- Mensajes selectos, t. 1, pp. 23, 24
"Dios se ha dignado comunicar la verdad al mundo por medio del instrumento
humano, y él mismo, por su Santo Espíritu, habilitó a hombres y los hizo capaces
de realizar esta obra. Guió la inteligencia de ellos en la elección de lo que
debían decir y escribir. El tesoro fue confiado a vasos de barro, pero no por
eso deja de ser del cielo. . . . y el hijo de Dios, obediente y creyente,
contempla en ello la gloria de un poder divino, lleno de gracia y de verdad."-CS
IX.
"Los escritores de la Biblia tuvieron que expresar sus ideas en un lenguaje humano. Fue escrita por seres humanos; pero éstos fueron inspirados por el Espíritu Santo . . .
"Las Escrituras no fueron dadas en forma de una cadena ininterrumpida sino parte por parte a través de las generaciones, como Dios en su providencia vio conveniente para impresionar al hombre en distintos tiempos y lugares . . .
"No hay siempre un orden perfecto o aparente unidad en las Escrituras . . . Las verdades de la Biblia son como perlas escondidas. Tienen que ser buscadas ahondando con esfuerzo perseverante. Los que echan un vistazo superficial sobre la Escritura, con el conocimiento superficial que ellos consideran muy profundo, hablan de las contradicciones de la Biblia y ponen en duda su autoridad. Pero aquellos cuyos corazones están en armonía con la verdad y el deber escudriñarán las Escrituras con el corazón preparado para recibir las impresiones divinas."-1 SM 19, 20.
"Los escritores de la Biblia tuvieron que expresar sus ideas en un lenguaje humano. Fue escrita por seres humanos; pero éstos fueron inspirados por el Espíritu Santo . . .
"Las Escrituras no fueron dadas en forma de una cadena ininterrumpida sino parte por parte a través de las generaciones, como Dios en su providencia vio conveniente para impresionar al hombre en distintos tiempos y lugares . . .
"No hay siempre un orden perfecto o aparente unidad en las Escrituras . . . Las verdades de la Biblia son como perlas escondidas. Tienen que ser buscadas ahondando con esfuerzo perseverante. Los que echan un vistazo superficial sobre la Escritura, con el conocimiento superficial que ellos consideran muy profundo, hablan de las contradicciones de la Biblia y ponen en duda su autoridad. Pero aquellos cuyos corazones están en armonía con la verdad y el deber escudriñarán las Escrituras con el corazón preparado para recibir las impresiones divinas."-1 SM 19, 20.
'El incrédulo Voltaire dijo con arrogancia en cierta ocasión: 'Estoy cansado de
oír de continuo que doce hombres establecieron la religión cristiana. Yo he de
probar que un solo hombre basta para destruirla.' Han transcurrido varias
generaciones desde que Voltaire murió y millones de hombres han secundado su
obra de propaganda contra la Biblia. Pero lejos de agotarse la circulación del
precioso libro, allí donde había cien ejemplares en tiempo de Voltaire hay diez
mil hoy día, por no decir cien mil. Como dijo uno de los primitivos reformadores
hablando de la iglesia cristiana: 'La Biblia es un yunque sobre el cual se han
gastado muchos martillos.' Ya había dicho el Señor: "'Ninguna arma forjada
contra ti tendrá éxito; y a toda lengua que en juicio se levantara contra ti,
condenarás.'" (Isa. 54: 17, V.M.)"-CS 332.
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