Martes, 16 de junio:
Afrontar las dificultades con humildad
La Palabra de Dios es verdad y luz. Es como una lámpara que guía nuestros pasos hacia los portales de la ciudad de Dios. Por esta razón, Satanás realiza esfuerzos tan desesperados para poner tropiezos en el sendero trazado para que transiten por él los redimidos del Señor. Usted no debe llevar sus ideas a la Biblia y hacer de sus opiniones el centro en torno al cual la verdad se define. Al llegar a la puerta de la investigación, con humildad hay que deponer todas las ideas personales, y con un corazón contrito, con oración sincera y el yo escondido en Cristo hemos de buscar la sabiduría que procede de Dios. Porque concierne a su bienestar personal y eterno, usted debe sentir que necesita la verdad revelada que proviene de Dios. La Biblia es la guía orientadora que lo ayudará a encontrar las huellas a la vida eterna. Tiene que desear de lo alto todo aquello que le permita conocer la voluntad y los caminos del Señor. No debemos escudriñar las Escrituras con el propósito de encontrar textos que podemos torcer para apoyar nuestras propias teorías; porque la Palabra de Dios declara que esto es usar la Escritura para nuestra propia destrucción. Debemos vaciarnos de todo prejuicio y venir con un espíritu de oración para escudriñar la Palabra de Dios — Fundamentals of Christian Education, p. 307; parcialmente en Recibiréis poder, p. 10.Dios desea que el hombre ejercite sus facultades de raciocinio; y el estudio de la Biblia fortalecerá y elevará el intelecto como ningún otro estudio puede hacerlo. Es el mejor ejercicio intelectual y espiritual para la mente humana. Sin embargo, no debemos endiosar la razón, que está sujeta a la debilidad y flaqueza de la humanidad. Si no queremos que las
Escrituras queden veladas para nuestro entendimiento, de manera que no podamos comprender las más claras verdades, debemos tener la sencillez y fe de un niñito, estar listos para aprender y solicitar la ayuda del Espíritu Santo. Un sentido del poder y la sabiduría de Dios y de nuestra incapacidad para comprender su grandeza, debe inspirarnos humildad, y debemos abrir su Palabra con tanta reverencia como si entráramos en su presencia. Cuando acudimos a la Biblia, la razón debe reconocer una autoridad superior a ella, y el corazón y el intelecto deben inclinarse ante el gran YO SOY. Progresaremos en el verdadero conocimiento espiritual tan solo en la medida en que comprendamos nuestra propia pequeñez y nuestra entera dependencia de Dios; pero todos los que acudan a la Biblia con un espíritu dispuesto a ser enseñado y a orar, para estudiar sus declaraciones como Palabra de Dios, recibirán iluminación divina. Hay muchas cosas aparentemente difíciles u oscuras, que Dios hará claras y sencillas para los que traten así de comprenderlas -- Testimonios para la iglesia, t. 5, pp. 658, 659.
Como lo puedo escuchar?
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