11. EL ESTUDIO DE LA BIBLIA Y LA MENTE
Fundamento de
todo estudio.
La Palabra de Dios debe ser el fundamento de todo estudio, y las palabras de la
revelación, cuidadosamente estudiadas, apelan, tanto al intelecto como al
corazón y los fortalecen. Se requiere el cultivo del intelecto para que
comprendamos la revelación de la voluntad de Dios para nosotros. No puede ser
descuidada por los que son obedientes a sus mandamientos. Dios no nos dio las
facultades de la mente para ser dedicadas a proyectos vulgares y frívolos. -Ms
16, 1896.
Fortaleza de principios.
Al ser recibidas, las verdades de la Biblia enaltecerán la mente y el alma. Si
se apreciara debidamente la Palabra de Dios, jóvenes y ancianos poseerían una
rectitud interior y una fuerza de principios que los capacitarían para resistir
la tentación.- MC 364 (1905).
La única guía verdadera.
La familiaridad con las Escrituras agudiza la capacidad de discernimiento, y
fortifica el alma contra los ataques de Satanás. La Biblia es la Palabra del
Espíritu, que nunca dejará de vencer al adversario. Es el único verdadero guía
en todos los asuntos de fe y de práctica. La razón por la cual Satanás tiene
tanto control sobre la mente y el corazón de los hombres, es que no han hecho
de la Palabra de Dios su consejero, y todos sus caminos no han sido probados
mediante la prueba verdadera. La Biblia nos mostrará el curso que debemos
seguir para llegar a ser los herederos de la gloria. - RH , 4 de enero de 1881;
NEV 33.
Se define la educación superior.
No se puede adquirir una educación superior a la que fue dada a los primeros
discípulos, la cual nos es revelada por la Palabra de Dios. Adquirir la
educación superior significa seguir implícitamente la Palabra, andar en las
pisadas de Cristo, practicar sus virtudes. Significa renunciar al egoísmo, y
dedicar la vida al servicio de Dios. La educación superior exige algo mayor,
algo más divino que el conocimiento que se puede obtener solamente de los
libros. Significa un conocimiento personal y experimental de Cristo; significa
emancipación de las ideas, de los hábitos y prácticas que se adquirieron en la
escuela del príncipe de las tinieblas, y que se oponen a la lealtad a Dios.
Significa vencer la terquedad, el orgullo, el egoísmo, la ambición mundanal y
la incredulidad. Es un mensaje de liberación del pecado. CM 13 (1913).
Inspira la mente.
En la Palabra de Dios halla la mente temas de la más profunda meditación, las
más sublimes aspiraciones. Allí podemos estar en comunión con los patriarcas y
los profetas, y escuchar la voz del Eterno mientras habla con los hombres. Allí
contemplamos la Majestad de los cielos tal como se humilló para hacerse nuestro
sustituto y garante, para luchar a solas con las potestades de las tinieblas y
obtener la victoria en nuestro favor. Una reverente contemplación de estos
temas no puede menos que suavizar, purificar y ennoblecer el corazón, y al
mismo tiempo inspirar a la mente nueva fortaleza y vigor. -CM 51 (1913).
Revela el propósito de la vida.
Pero lo que sobre todas las demás consideraciones debiera inducirnos a apreciar
la Biblia, es que en ella se revela a los hombres la voluntad de Dios. En ella
aprendemos el propósito de nuestra creación, y los medios por los cuales se lo
puede alcanzar. Aprendemos a aprovechar sabiamente la vida presente, y a
asegurarnos la futura. Ningún otro libro puede satisfacer los anhelos del
corazón o contestar las preguntas que se suscitan en la mente. Si obtienen un
conocimiento de la Palabra de Dios y le prestan atención, los hombres pueden
elevarse de las más bajas profundidades de la degradación hasta llegar a ser
hijos de Dios, compañeros de los ángeles sin pecado. -CM 52 (1913).
Las parábolas han de impresionar y despertar las mentes.
Dios quiere que nuestras mentes fueran impresionadas, despertadas e instruidas
por sus sagradas parábolas. Desea que la naturaleza contrarreste los intentos
de divorciar la ciencia del cristianismo bíblico. Desea que las cosas de la
naturaleza que captan nuestros sentidos, retengan la atención e impresionen
verdades celestiales sobre la mente. -YI, 6 de mayo de 1897.
La Biblia no tiene rival.
Como poder educador la Biblia no tiene rival. Nada impartirá tal vigor a todas
las facultades como el exigir a los estudiantes que capten las estupendas
verdades de la revelación. La mente se adapta gradualmente a los temas sobre
los que se le permite detenerse. Si se la ocupa sólo con cosas comunes, con la
exclusión de temas grandiosos y elevados, se empequeñecerá y debilitará. Si
nunca se le exige que luche con problemas difíciles o se esfuerce por
comprender verdades importantes, después de un tiempo casi habrá perdido el
poder de crecer. -5T 24 (1882).
Aceptarla con fe sencilla.
Dios desea que el hombre ejercite sus facultades de raciocinio; y el estudio de
la Biblia fortalecerá y elevará el intelecto como ningún otro estudio puede
hacerlo. Es el mejor ejercicio intelectual y espiritual para la mente humana.
Sin embargo, no debemos endiosar la razón, que está sujeta a la debilidad y
flaqueza de la humanidad.
Si no queremos que las Escrituras queden veladas para nuestro entendimiento, de
manera que no podamos comprender las más claras verdades, debemos tener la
sencillez y fe de un niñito, estar listos para aprender y solicitar la ayuda
del Espíritu Santo. Un sentido del poder y la sabiduría de Dios y de nuestra
incapacidad para comprender su grandeza, debe inspirarnos humildad, y debemos
abrir su Palabra con tanta reverencia como si entráramos en su presencia.
Cuando acudimos a la Biblia, la razón debe reconocer una autoridad superior a
ella, y el corazón y el intelecto deben inclinarse ante el gran YO SOY. -2JT
308 (1889).
No estudiar nada que anuble la Palabra de Dios.
Jesucristo es nuestra piedra de toque espiritual. El revela al Padre. No se
debería dar como alimento al cerebro nada que traiga ante la mente una nube o
una neblina con respecto a la Palabra de Dios. No debería prestarse una
atención descuidada con respecto al cultivo del suelo del corazón. La mente
debe estar preparada para apreciar el trabajo y las palabras de Cristo, porque
El vino del cielo para despertar un deseo y dar el pan de vida a todos los que
tienen hambre del conocimiento espiritual. Ms 15, 1898.
Las Escrituras reconocen la libertad de elección moral del hombre.
Cuando investigamos la Palabra de Dios, los ángeles están a nuestro lado,
reflejando brillantes rayos de luz sobre sus páginas sagradas. Las Escrituras
se dirigen al hombre porque tiene poder de elegir entre el bien y el mal le
hablan con advertencias, reproches, ruegos y palabras de aliento. Debe
ejercitarse la mente con las solemnes verdades de la Palabra de Dios, o se
debilitará... Debemos examinar y conocer por nosotros mismos las razones de
nuestra fe comparando pasaje con pasaje. Tomen la Biblia, y sobre sus rodillas,
rueguen a Dios que ilumine sus mentes. - RH , 4 de marzo de 1884.
La mente encuentra su desarrollo más noble.
Si la Biblia fuera estudiada como debiera serlo, los hombres llegarían a ser de
intelecto fuerte. Los temas tratados en la Palabra de Dios, la digna sencillez
de su lenguaje, los nobles temas que presenta a la mente, desarrollan
facultades en el hombre que no podrían desarrollarse de otro modo. En la Biblia
se abre un campo sin límites para la imaginación. El estudiante llegará, al
contemplar sus grandes temas, a relacionarse con sus elevadas imágenes, a ser
más puro y elevado en pensamiento y sentimiento que si hubiera pasado el tiempo
leyendo cualquier obra de origen meramente humano, por no decir nada de los de
carácter superficial.
Las mentes juveniles no alcanzan su desarrollo más noble cuando descuidan la
más elevada fuente de sabiduría -la Palabra de Dios. La razón por la que
tenemos tan pocos hombres de mente buena, de estabilidad y de valor sólido, es
porque no se teme a Dios, no se ama a Dilos, y los principios de la religión no
son puestos en práctica en la vida como debieran serlo. FE 165 (1890).
Busquen sus tesoros escondidos.
La Biblia, tal como está escrita, ha de ser nuestra guía. No hay nada más a
propósito para ampliar la mente y fortalecer el intelecto que el estudio de la
Biblia. Ningún otro estudio elevará tanto el alma y vigorizará las facultades
como el estudio de los oráculos vivientes. Las mentes de miles de ministros del
Evangelio se empequeñecen porque se les permite detenerse en cosas comunes y no
se ejercitan en escudriñar los tesoros escondidos de la Palabra de Dios. Al
conducir la mente al estudio de la Palabra de Dios, aumentará la comprensión y
se desarrollarán los poderes superiores para comprender la verdad superior y
ennoblecedora.
La mente se empequeñece o se expande de acuerdo con el carácter de los temas
con los cuales se familiariza. Si la mente no es impulsada a hacer esfuerzos
vigorosos y persistentes en procura de comprender la verdad comparando un
pasaje con otro, seguramente se contraerá y perderá su tono. Deberíamos poner nuestras
mentes a la tarea de buscar las verdades que no están en la misma superficie. -
RH , 28 de sept. de 1897.
La Biblia dirige la vida rectamente.
La Biblia entera es una revelación de la gloria de Dios en Cristo. Aceptada,
creída y obedecida, constituye el gran instrumento para la transformación del
carácter. Es el gran estímulo, la fuerza que constriñe, que vivifica las
facultades físicas, mentales y espirituales y encauza debidamente la vida.
La razón por la cual los jóvenes, y aun los de edad madura, se ven tan
fácilmente inducidos a la tentación y al pecado es porque no estudian la
Palabra de Dios ni la meditan como debieran. La falta de fuerza de voluntad
firme y resuelta que se manifiesta en su vida y carácter resulta del descuido
de la sagrada instrucción que da la Palabra de Dios. No hacen esfuerzos
verdaderos por dirigir la mente hacia lo que le inspiraría pensamientos puros y
santos y la apartaría de lo impuro y falso. -MC 364 (1905).
Revela las reglas para una vida santa.
El Señor, en su gran misericordia, nos ha revelado en las Escrituras sus reglas
para una vida santa, sus mandamientos y sus leyes. En ellos nos dice los
pecados que debemos evitar; nos explica el plan de salvación y nos señala el
camino al cielo. Si obedecemos su mandato de "escudriñar las
Escrituras", ninguno necesita ignorar estas cosas.
El progreso real del alma en la virtud y el conocimiento divino se realiza
mediante el plan de la adición, añadiendo constantemente las gracias que Cristo
vino a poner al alcance de todos haciendo un sacrificio infinito. Nosotros
somos finitos, pero hemos de tener un sentido de lo infinito.
Debemos someter la mente a un esfuerzo, contemplando a Dios y su maravilloso
plan, para nuestra salvación. El alma se elevará así por sobre las cosas
comunes y se fijará en las eternas.
El pensamiento de que estamos en el mundo de Dios y en la presencia del gran
Creador del universo, quien hizo al hombre a su propia imagen y semejanza,
elevará la mente a campos más amplios y elevados para la meditación que lo que
puede lograr cualquier historia ficticia. El pensamiento de que el ojo de Dios
nos vigila, que El nos ama y se interesó tanto por el hombre caído como para
dar a su muy amado Hijo a fin de redimirnos para que no perezcamos miserablemente,
es un pensamiento admirable, y todo el que abre su corazón a la aceptación y a
la contemplación de estos grandes temas nunca se satisfará con temas triviales
y sensacionalistas. - RH , 9 de nov. de 1886.
Un corazón nuevo significa una mente nueva.
Las palabras: "Un corazón nuevo pondré dentro de ti" significan:
"Te daré una mente nueva". Este cambio de corazón siempre está
acompañado de un claro concepto del deber cristiano una comprensión de la
verdad. La claridad de nuestra visión de la verdad será proporcional a nuestra
comprensión de la Palabra de Dios. Quien presta cuidadosa y devota atención a
las Escrituras, obtendrá una comprensión clara y un juicio sólido, como si al
volverse a Dios hubiera alcanzado un grado más alto de inteligencia. - RH , 10
de nov. de 1904.
No ha de leerse con indiferencia.
No es seguro para nosotros alejarnos de las Sagradas Escrituras, y hacer
únicamente una lectura casual de sus páginas sagradas... Ceñid la mente a la
elevada tarea que ha sido puesta delante de ella, y estudiad con un decidido
interés, para que podáis entender la verdad divina. Aquellos que hacen esto,
quedarán sorprendidos de encontrar lo que la mente puede lograr, -YI, 29 de
junio de 1893; NEV 37.
Adiestrar la memoria ayuda a la mente.
La mente debe ser refrenada y no se le debe permitir que divague. Debería ser
adiestrada para espaciarse en las Escrituras y en temas nobles y elevados.
Porciones de las Escrituras, aun capítulos enteros, pueden ser memorizados a
fin de repetirlos cuando Satanás venga con sus tentaciones. El capítulo 58 de
Isaías es útil para este propósito. Construya un muro para el alma con las
restricciones e instrucciones dadas, por la inspiración del Espíritu de Dios.
Cuando Satanás quiera conducir la mente a detenerse sobre cosas sensuales y
terrenas, se lo puede resistir, con más eficacia con un "así dice
Jehová"... Cuando sugiera dudas en cuanto si somos realmente el pueblo a
quien Dios está conduciendo, al cual por pruebas y aflicciones está preparando
para estar firmes en el gran día, estemos listos para afrontar sus
insinuaciones presentando la clara evidencia de la Palabra de Dios de que este
es el pueblo remanente que guarda los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. -
RH , 8 de abril de 1884.
El estudio de la Biblia produce mentes bien equilibradas.
Los que están bajo el adiestramiento del Espíritu Santo serán capaces de
enseñar la Palabra con inteligencia. Y cuando se la hace el libro de texto, con
fervientes súplicas por la conducción del Espíritu y con una completa entrega
del corazón para ser santificado por la verdad, realizará todo lo que Cristo
prometió.
El resultado de tal estudio de la Biblia será mentes bien equilibradas; porque
se desarrollarán armoniosamente las facultades físicas, mentales y morales. No
habrá parálisis en el conocimiento espiritual. Se aguzará la comprensión se
despertará la sensibilidad, se sensibilizará la conciencia: se purificarán las
simpatías y los sentimientos, se creará una atmósfera moral mejor, y se
impartirá un nuevo poder para resistir la tentación. - FE 433,434 (1896).
Un antídoto para las insinuaciones ponzoñosas.
Cuando la mente es aprovisionada con la verdad bíblica, sus principios arraigan
profundamente en al alma, y la preferencia y los gustos se entrelazan con la
verdad, y no hay deseo de publicaciones rebajantes y excitadoras, que debilitan
las facultades morales y destruyen los dones que Dios ha derramado par a ser
utilizados con fidelidad. El conocimiento bíblico resultará un antídoto contra
las venenosas insinuaciones recibidas a través de una lectura incontrolada... -
RH , 9 de nov. de 1886; NEV 204.
Protege de la superstición.
Si las enseñanzas de esta Palabra fueran la influencia controladora de nuestras
vidas, si la mente y el corazón fueran sometidas a su poder restrictivo, los
males que ahora existen en las iglesias y en las familias no encontrarían
lugar... Las enseñanzas de la Palabra de Dios han de controlar la mente y el
corazón, para que la vida hogareña demuestre el poder de la gracia de Dios...
Sin la Biblia seriamos confundidos por las falsas teorías. La mente estaría
sujeta a la tiranía de la superstición y la falsedad. Pero poseyendo una
historia auténtica del comienzo del mundo, no necesitamos enredarnos con
conjeturas humanas y teorías indignas de confianza. - RH , 10 de nov. de 1904.
Mejora las facultades de razonamiento.
Si la mente es puesta a la tarea de estudiar la Biblia para obtener
información, las facultades de razonar mejorarán. Con el estudio de las
Escrituras la mente se expande y llega a ser más imparcialmente equilibrada que
si se ocupa en obtener información general de los libros que se usan pero que
no tienen conexión con la Biblia. Ningún conocimiento es tan firme, tan
consecuente y de tan largo alcance, como el que se obtiene por el estudio de la
Palabra de Dios. Es el fundamento de todo conocimiento verdadero.
La Biblia es como una fuente. Cuanto uno más la mira, más profunda parece. Las
grandiosas verdades de la historia sagrada poseen una fuerza y belleza
asombrosas y son de tanto alcance como la eternidad. Ninguna ciencia es
comparable con la ciencia que revela el carácter de Dios.
Moisés fue educado en toda la sabiduría de los egipcios, y sin embargo dijo:
"Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me
mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar
posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra
sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán
todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación
grande es esta". - RH , 25 de feb. de 1896; FE 393.
Dota de vigor a las facultades.
¿Por qué este Libro -este precioso tesoro- no ha de ser exaltado y estimado
como un amigo valioso? Este es nuestro mapa que nos guía y a través del
tormentoso mar de la vida. Es nuestro libro-guía que nos muestra el camino
hacia las mansiones eternas y el carácter que debemos poseer para habitar en
ellas. No hay otro libro cuya lectura elevará tanto y fortalecerá la mente,
como el estudio de la Biblia. En él, el intelecto encontrará temas del más
elevado carácter para ejercitar sus potencialidades. No hay ninguna otra cosa
que dotará de tanto vigor todas nuestras facultades, como ponerlas en contacto
con las estupendas verdades de la revelación. El esfuerzo realizado para
posesionarse y ponderar estos grandes pensamientos, expande la mente. Podemos
cavar profundamente en la mina de la verdad y obtener preciosas gemas, con las
cuales enriquecer el alma. Aquí aprenderemos la verdadera manera de vivir y la
manera segura de morir. - RH , 4 de enero de 1881; NEV 33.
El estudio de la Biblia ensancha la mente.
La Biblia es nuestra guía en las sendas seguras que conducen a la vida eterna.
Dios ha inspirado a hombres que escriban lo que nos presenta la verdad, lo que
nos atraerá, y que, si lo practicamos, nos capacitará para recibir y obtener
poder moral para situarnos entre las mentes más educadas. La mente de todos
aquellos que estudien la Palabra de Dios, se ampliará. Mucho más que cualquier
otro estudio, su influencia está calculada para aumentar los poderes de
comprensión y dotar a cada facultad con un poder nuevo. Pone a la mente en
contacto con los principios amplios y ennoblecedores de la verdad. Pone a todo
el cielo en relación íntima con las mentes humanas, impartiéndoles sabiduría,
conocimiento y comprensión.- YI, 13 de oct. de 1898; HHD 72.
La Biblia es una revelación de Jehová.
Durante todo el tiempo este Libro ha de conservarse como una revelación de
Jehová. Los oráculos divinos fueron entregados a los seres humanos para ser el
poder de Dios. Las verdades de la Palabra de Dios no son meros sentimientos,
sino las declaraciones del Altísimo. Quien hace de estas verdades una parte de
su vida llega a ser en todo sentido una nueva criatura. No se le dan nuevos
poderes mentales, pero la oscuridad que por la ignorancia y el pecado ha
nublado el entendimiento se ha desvanecido.- RH , 10 de nov. de 1904.
Comentarios
Publicar un comentario