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Mostrando entradas de noviembre, 2021

CAPÍTULO 23: EL AMOR, UN PRINCIPIO DIVINO Y ETERNO - Mente, carácter y personalidad T1

  23. EL AMOR, UN PRINCIPIO DIVINO Y ETERNO El amor, el principio de acción. Cuando el principio celestial del amor eterno llena el corazón, fluirá a los demás... porque el amor es el principio de acción, que modifica el carácter, gobierna los impulsos, domina las pasiones, subyuga la enemistad y eleva y ennoblece los afectos. -4T 223 (1876); 3TS 265. Es diferente de cualquier otro principio. El amor puro es sencillo en sus manifestaciones, y distinto de cualquier otro principio de acción. 1JT 209 (1876). Es una planta delicada que debe ser cultivada y apreciada. El amor es una planta tierna, y debe ser cultivada y apreciada, y las raíces de la amargura deben ser arrancadas de su alrededor, a fin de que tenga lugar para expandirse, y entonces llevará bajo su influencia a todos los poderes de la mente, y del corazón, para que amemos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. - NEV 175 (1894). El sustituto de Satanás: egoísmo en vez de amor.

CAPÍTULO 22: LA ESCUELA Y EL MAESTRO - Mente, carácter y personalidad T1

22. La escuela y el maestro Despertar las facultades mentales. La verdadera educación no consiste en inculcar por la fuerza la instrucción en una mente que no está lista para recibirla. Hay que despertar las facultades mentales, lo mismo que el interés. A esto respondía el método de enseñanza de Dios. El que creó la mente y ordenó sus leyes, dispuso su desarrollo de acuerdo con ellas. En el hogar y el santuario, por medio de las cosas de la naturaleza y el arte, en el trabajo y en las fiestas, en el edificio sagrado y la piedra fundamental, por medio de, métodos, ritos y símbolos innumerables, Dios dio a Israel lecciones que ilustraban sus principios y conservaban el recuerdo de sus obras maravillosas. Entonces, al levantarse una pregunta, la instrucción dada impresionaba la mente y el corazón. -Ed 41 (1903). La educación imparte energía vitalizadora. No es la obra más elevada de la educación el comunicar meramente conocimientos, sino el impartir aquella energía vivificadora

CAPÍTULO 21: CRISTO TRATA CON LAS MENTES - Mente, carácter y personalidad T1

  21. CRISTO TRATA CON LAS MENTES Las enseñanzas de Cristo son una guía. La enseñanza de Cristo, lo mismo que su simpatía, abarcaba el mundo. Nunca podrá haber una circunstancia de la vida, una crisis de la experiencia humana que no haya sido prevista en su enseñanza, y para la cual no tengan una lección sus principios. Las palabras del Príncipe de los maestros serán una guía para sus colaboradores, hasta el fin. -Ed 81, 82 (1903). Se identificó con los intereses de sus oyentes. Enseñaba de tal manera que les hacía sentir cuán completamente se identificaba con los intereses y la felicidad de ellos. Tan directa era su enseñanza, tan adecuadas sus ilustraciones, y sus palabras tan impregnadas de simpatía y alegría, que sus oyentes se quedaban embelesados. -MC 14, 15 (1905). Comprende la operación oculta de la mente humana. Aquel que pagara el precio infinito para redimir a los hombres lee con inequívoca precisión todas las ocultas maquinaciones de la mente humana, y sabe exa

CAPÍTULO 20: LA ATMÓSFERA DEL HOGAR - Mente, carácter y personalidad T1

20. LA ATMÓSFERA DEL HOGAR El hogar afecta la sociedad. El hogar es el corazón de la sociedad, de la iglesia y de la nación. El bienestar de la sociedad, el buen éxito de la iglesia y la prosperidad de la nación dependen de la influencia del hogar. -MC 269 (1905). Agencia efectiva para la formación del carácter. Dios quiere que las familias de la tierra sean un símbolo de la familia celestial. Los hogares cristianos, establecidos y dirigidos de acuerdo con el plan de Dios, se cuentan entre sus agentes más eficaces para formar el carácter cristiano y para adelantar su obra. -3JT 63 (1900). El culto en la casa. Tuve padres piadosos, que de diversas maneras procuraban relacionarnos con nuestro Padre celestial. Cada mañana y cada noche tengamos oración en familia. Cantábamos alabanzas a Dios en nuestro hogar. Había ocho niños en la familia, y nuestros padres aprovechaban cada oportunidad para animarnos a dar nuestros corazones a Jesús. -Ms 80, 1903. Mayor influencia cuando