22. La escuela y el maestro
Despertar las
facultades mentales.
La verdadera educación no consiste en inculcar por la fuerza la instrucción en
una mente que no está lista para recibirla. Hay que despertar las facultades
mentales, lo mismo que el interés. A esto respondía el método de enseñanza de
Dios. El que creó la mente y ordenó sus leyes, dispuso su desarrollo de acuerdo
con ellas.
En el hogar y el santuario, por medio de las cosas de la naturaleza y el arte,
en el trabajo y en las fiestas, en el edificio sagrado y la piedra fundamental,
por medio de, métodos, ritos y símbolos innumerables, Dios dio a Israel
lecciones que ilustraban sus principios y conservaban el recuerdo de sus obras
maravillosas. Entonces, al levantarse una pregunta, la instrucción dada
impresionaba la mente y el corazón. -Ed 41 (1903).
La educación imparte energía vitalizadora.
No es la obra más elevada de la educación el comunicar meramente conocimientos,
sino el impartir aquella energía vivificadora que se recibe por el contacto de
la mente con la mente y del alma con el alma. Únicamente la vida puede
engendrar vida. - DTG 215 (1898)
El más elevado desarrollo de las facultades mentales.
Está bien que la juventud considere que debe alcanzar el más alto desarrollo de
sus facultades intelectuales. No queremos poner limites a la educación que Dios
ha hecho ilimitada. Pero de nada nos sirve lo que logramos si no lo empleamos
para honra de Dios y beneficio de la humanidad.
No conviene atestar la mente con estudios que requieren intensa aplicación,
pero no se utilizan en la práctica. -MC 355 (1905).
Peligros de algunas escuelas.
Muchos jóvenes salen de las instituciones de enseñanza con costumbres
degradadas y poderes físicos debilitados, sin conocimientos para la vida
práctica y con pocas fuerzas para desempeñar sus tareas.
Al ver estos males, pregunté: ¿Deben nuestros hijos e hijas volverse debiluchos
morales y físicos a fin de obtener una educación en las escuelas? Esto no debe
ser así; no necesita serlo, si los maestros y los alumnos fueran fieles a las
leyes de la naturaleza, las cuales también son leyes de Dios. Todas las
facultades de la mente y del cuerpo deberían ser ejercitadas en forma activa
para que los jóvenes puedan llegar a ser hombres y mujeres fuertes y bien
equilibrados. -ST, 29 de junio de 1882; FE 71.
Amparar la educación.
La mente será de igual carácter que aquello de que sé alimenta; la cosecha, de
igual naturaleza que la semilla sembrada. ¿No bastan estos hechos para hacernos
ver cuán necesario es amparar desde los primeros años la educación de los
jóvenes? ¿No sería mejor para los jóvenes crecer hasta cierto punto en
ignorancia de lo que comúnmente se acepta por educación, más bien que llegar a
ser indiferentes a la verdad de Dios? -2JT 453 (1900).
Ha de ser clara la relación de Dios con el hombre.
Es de la máxima importancia que cada ser humano, a quién Dios ha dado poderes
de razonamiento, comprenda su relación con Dios. Por su bien presente y eterno
ha de preguntarse 193 cada paso: ¿Es éste el camino del Señor?. . . Necesitamos
invitar más fervientemente a cada ser humano para que compare su carácter con
la ley de Dios, la norma del carácter para todos los que entrarán en el reino
de Dios, y llegar a ser ciudadanos del país celestial. -Ms 67, 1898.
La educación más elevada.
La ciencia de una vida cristiana pura, saludable y consecuente se obtiene por
el estudio de la Palabra del Señor. Esta es la educación más elevada que
cualquier ser terrenal puede obtener. Estas son las lecciones que deben
enseñarse a los estudiantes en nuestras escuelas, para que puedan salir con
pensamientos puros y mentes y corazones limpios, preparados para ascender la
escalera del progreso y practicar las virtudes cristianas. -Ms 86, 1905.
Los hábitos de los maestros ejercen influencia.
Los principios y hábitos del maestro deberían considerarse de mayor importancia
aun que su preparación académica. Si el maestro es un cristiano sincero,
sentirá la necesidad de tener igual interés en la educación física, mental,
moral y espiritual de sus alumnos. A fin de ejercer la influencia correcta
debería tener un control perfecto sobre sí mismo, y su propio corazón debería
estar ricamente imbuido de amor por sus alumnos, lo que se manifestará en su
apariencia, palabras y actos. Debería tener firmeza de carácter; entonces podrá
moldear las mentes de sus alumnos, así como también instruirlos en las
ciencias.
La educación temprana de los jóvenes generalmente forma su carácter para la
vida. Los que tratan con los jovencitos deberían ser muy cuidadosos en
desarrollar las cualidades de la mente, para que puedan saber cómo dirigir
mejor sus facultades, y para que puedan ejercitarlas de la mejor manera
posible. - RH , 14 de julio de 1885,
Desarrollar las cualidades superiores de la mente.
Debería ejercerse el mayor cuidado en la educación de los194 niños y variar la
instrucción como para desarrollar las elevadas y nobles facultades de la mente.
Los padres y los maestros de las escuelas están ciertamente descalificados para
educar adecuadamente a los niños si no han aprendido primero las lecciones de
dominio propio, paciencia, tolerancia, suavidad y amor. ¡Qué posición
importante para los padres, tutores y maestros! Muy pocos perciben las
necesidades más esenciales de la mente y saben cómo dirigir el intelecto en
desarrollo, los pensamientos y sentimientos en crecimiento de los jóvenes. - RH
, 14 de julio de 1885.
Ser inspirados por el Espíritu Santo.
Tratar con las mentes humanas es la tarea más delicada que puede hacerse, y los
maestros necesitan ser inspirados por el Espíritu de Dios para que puedan ser
capaces de hacer bien su trabajo. -Ms 8, 1899.
Afrontar las faltas.
Nunca los eduquen dando publicidad a los errores y faltas de ningún alumno,
pues ellos lo considerarán una virtud en ellos exponer las faltas de otros.
Nunca humillen a un alumno presentando sus equivocaciones y quejas y pecados
delante del alumnado: no se puede hacer nada más efectivo que esto para
endurecer su corazón y confirmarlo en el mal. Hablen y oren con él a solas, y
muestren la misma ternura que Cristo les demostró a ustedes, los maestros. Nunca
estimulen a un alumno a criticar y hablar de las faltas de otro. Escondan una
multitud de pecados de toda manera posible, siguiendo la forma de Cristo para
sanarlo. Esta clase de educación será una bendición, que será visible en esta
vida y alcanzará a serlo en la futura vida inmortal. -Ms 34, 1893.
Plenamente capacitado para tratar con las mentes humanas.
Cada maestro necesita que Cristo viva en su corazón por la fe, y poseer un
espíritu fiel, abnegado y de sacrificio propio por amor de Cristo. Alguien
puede tener suficiente educación y conocimiento de la ciencia como para
enseñar, 195 pero, ¿se ha averiguado si tiene tacto y sabiduría para tratar con
las mentes humanas? Si los instructores no tienen el amor de Cristo en su
corazón, no están capacitados para ser puestos en contacto con los niños, ni
para llevar las graves responsabilidades que les fueron asignadas de educar a
estos niños y jóvenes. Les faltan la educación superior y el adiestramiento, y
no saben cómo tratar con las mentes humanas. El espíritu de sus propios
corazones naturales e insubordinados lucha por el control, y someter las mentes
y los caracteres dúctiles de los niños a tal disciplina es dejar en la mente
cicatrices y magulladuras que nunca se borrarán.
Si un maestro no puede sentir la responsabilidad y el cuidado que debería
revelar al tratar con las mentes humanas, es que su educación en algunos casos
ha sido muy defectuosa. En la vida de hogar el adiestramiento ha sido
perjudicial para el carácter, y es triste reproducir este carácter y conducción
defectuosos en los niños puestos bajo su cuidado. - FE 260, 261 (1893).
Responsabilidades que no son para los inexpertos.
La escuela de la iglesia de Battle Creek es una parte importante de la viña que
ha de ser cultivada. Se necesitan mentes bien equilibradas y caracteres
simétricos en los maestros en todas las áreas. No entreguen esta tarea en manos
de jóvenes y señoritas que no sepan cómo tratar con las mentes humanas. Esto ha
sido un error, y ha producido un mal en los niños y jóvenes bajo su cuidado. .
.
Hay que tratar con toda clase de caracteres en los niños y jóvenes. Sus mentes
son impresionables. Cualquier exhibición apresurada y apasionada de parte del
maestro puede destruir su influencia para el bien en los alumnos que se
pretende que eduque. ¿Será esta educación para el bien actual y el bien eterno
futuro de los niños y jóvenes? Hay que ejercer una influencia correcta sobre
ellos para su bien espiritual. -Ms 34, 1893.
Consejo a un maestro de genio rápido.
Cada maestro tiene su propio rasgo peculiar de carácter que debe vigilar para
que Satanás no lo use como su agente para destruir almas mediante sus rasgos de
carácter no consagrados. La única seguridad para los maestros es aprender
diariamente en la escuela de Cristo, su mansedumbre, su humildad de corazón;
entonces el yo se esconderá en Cristo, y humildemente llevará el yugo de Cristo
y considerará que está tratando con la herencia de El.
Debo señalarle que se me ha mostrado que los mejores métodos no se han practicado
siempre al tratar con los errores y faltas de los alumnos, y el resultado ha
sido que se han puesto en peligro las almas, y algunas se han perdido. Él mal
genio de los maestros, los movimientos imprudentes y la dignidad propia han
hecho su obra perversa. No hay forma de vicio, mundanalidad o ebriedad que hará
una obra más maligna sobre el carácter, amargando el alma, y poniendo en marcha
males que sobrepujan lo bueno, que las pasiones humanas que no están bajo el
control del Espíritu de Dios. Nunca serán provechosas la ira, la agitación o la
pérdida de los estribos.
Cuántos hijos pródigos quedan fuera del reino de Dios por el carácter
descuidado de los que pretenden ser cristianos. Celos, envidia, orgullo,
sentimientos duros, justicia propia, fácil provocación, malicia, aspereza,
frialdad, falta de simpatía, son todos atributos de Satanás. Los maestros los
encontrarán en los caracteres de sus alumnos. Es terrible tener que tratar con
estas cosas; pero al procurar arrojar fuera estos males, el obrero ha
desarrollado, en muchos casos, atributos similares que han arruinado el alma de
aquel con quien están tratando. -Carta 50, 1893.
Necesitan una mente bien equilibrada.
Los maestros que trabajan en esta parte de la viña del Señor, necesitan tener dominio
propio, mantener bajo control su genio y sus sentimientos, y asimismo estar
sujetos al Espíritu Santo. Deben dar evidencia de poseer, no una experiencia
unilateral, 197 sino una mente bien equilibrada, un carácter simétrico. -CM 183
(ed PP); 148 (ed ACES) (1913).
La decisión de mejorar es importante.
Las oportunidades de un maestro pueden haber sido limitadas, de modo que no
haya logrado acumular tantos conocimientos como sería de desear; sin embargo,
si sabe incursionar en las intimidades de la naturaleza humana; si siente amor
sincero por su trabajo, si aprecia su magnitud y está decidido a mejorar; si
está dispuesto a trabajar afanosa y perseverantemente, comprenderá las
necesidades de los alumnos y, mediante su espíritu comprensivo y progresista,
despertará en ellos el deseo de seguirlo mientras trata de guiarlos por el
camino ascendente. -Ed 279 (1903).
No se usa ni la mitad de las facultades mentales.
Es importante que tengamos escuelas intermediarias y secundarias. Nos ha sido
confiada una gran obra, la proclamación del mensaje del tercer ángel a toda
nación, tribu, lengua y pueblo. Tenemos tan sólo pocos misioneros. Desde
nuestra patria y del extranjero nos llegan muchos urgentes pedidos de obreros.
Los jóvenes de ambos sexos, los de edad madura, y de hecho, todos los que
pueden dedicarse al servicio del Maestro, debieran aplicar su mente hasta el
límite, el esfuerzo de prepararse para contestar a estos llamamientos. Por la
luz que Dios me ha dado, sé que no empleamos las facultades de la mente ni con
la mitad de la diligencia que debiéramos poner en un esfuerzo para prepararnos
para ser más útiles. -CM 200, 201 (ed PP); 161, 162 (ed ACES) (1913).
Combinar lo natural con lo espiritual y procurar las más elevadas
realizaciones.
En los estudios de nuestras escuelas, lo natural y lo espiritual han de
combinarse. Los trabajos agrícolas ilustran las lecciones bíblicas. Las leyes
que la tierra obedece revelan el hecho de que está bajo el dominio magistral de
un Dios infinito. Los mismos principios rigen el mundo espiritual y el mundo
natural. Si divorciamos a Dios y su sabiduría de la adquisición del
conocimiento, tenemos una educación unilateral y pobre, muerta a todas las
cualidades salvadores que dan poder al hombre, de modo que él no puede adquirir
la inmortalidad por medio de la fe en Cristo. El autor de la naturaleza es el
autor de la Biblia. La creación y el cristianismo tienen un Dios.
Todos los que se ocupan en la adquisición de conocimiento deberían apuntar a
alcanzar el nivel más elevado de progreso. Avancen tan rápidamente y tan lejos
como puedan; sea su campo de estudio tan amplio como sus facultades puedan
abarcar, haciendo de Dios su sabiduría, aferrándose al que es infinito en
conocimiento, quien puede revelar los secretos escondidos por las edades, quien
puede resolver los problemas más difíciles para las mentes que creen en el
único que tiene inmortalidad, quien vive en luz inaccesible para el hombre. El
testigo viviente de Cristo, que sigue conociendo al Señor, encontrará que sus
salidas están dispuestas como el alba. " "Todo lo que el hombre
sembrare, eso también segará" (Gálatas 6: 7). Con honestidad y diligencia,
con un cuidado adecuado del cuerpo, aplicando cada facultad de la mente a la
adquisición de conocimiento y sabiduría en las cosas espirituales, cada alma
puede ser completa en Cristo, quien es el modelo perfecto de un hombre
completo. - FE 375, 376.
Las lecciones correctas no pueden impresionar las mentes de quienes no
conocen la verdad de la Palabra de Dios.
Pero la raza caída no comprenderá. Se cree que la ciencia de la naturaleza
controla al Dios de la naturaleza. Las lecciones correctas no pueden
impresionar la mente de los que no conocen la verdad ni la Palabra de Dios.
Cuando el corazón y la mente están sometidos a Dios, cuando el hombre está
dispuesto a ser instruido como un niñito, se encontrará la ciencia de la
educación en la Palabra de Dios. La educación superior del mundo ha demostrado
ser una farsa. Cuando los maestros y los alumnos bajan de sus zancos 199 y
entran en la escuela de Cristo para aprender de él, hablarán en forma
inteligente, de la educación superior porque comprenderán que es este
conocimiento el que capacita a los hombres para comprender la esencia de la
ciencia. -Ms 45, 1898.
Se necesitan ayudas visuales.
El uso de ilustraciones, pizarrones, mapas y figuras ayudará a explicar estas
lecciones (espirituales) y grabarlas en la memoria. Los padres y maestros
deberían buscar constantemente métodos mejores. -Ed 186 (1903).
Eviten una variedad demasiado grande de alimento mental.
Dios quiere que mantengamos puras y limpias las facultades mentales. Pero a
menudo se da a la mente una variedad demasiado grande de alimento. Resulta
imposible absorberlo y usarlo adecuadamente. El cerebro debería ser aliviado de
toda carga innecesaria. Sólo los estudios que sean de mayor uso, no sólo aquí
sino en la vida futura, que proveerán la mejor instrucción para el cuerpo y el
alma, serán llevados a la eternidad. -Ms 15, 1898.
El estudio y la vida práctica.
No es bueno atiborrar la mente con una clase de estudios que requiere intenso
esfuerzo y aplicación pero que no se podrá usar en la vida práctica. Una
educación de esta clase será una pérdida para el estudiante, pues estos
estudios quitan el deseo y la inclinación por los estudios que lo prepararían
para ser útil y lo capacitarían para cumplir las responsabilidades a él
asignadas como colaborador con Dios para socorrer a los que debería ayudar, por
precepto y por ejemplo, a obtener la inmortalidad. -Ms 15, 1898.
Necesidad de adiestramiento práctico.
El estudio del latín y del griego es de mucho menor importancia para nosotros
mismos, para el mundo y para Dios, que el estudio y el uso cuidadoso de toda la
maquinaria humana. Es un pecado estudiar libros y descuidar el conocimiento de
los diversos ramos de utilidad en la vida práctica. En algunos, la aplicación
íntima a los libros es un desperdicio. La maquinaria física que no está
sometida a esfuerzos, conduce a una gran actividad cerebral. Este llega a ser
el taller del diablo. La vida que ignora la casa donde vivimos, nunca llegará a
ser armoniosa. -Carta 103, 1897.
Libros de texto y modelos de pensamiento. (Nota: *Véase el capítulo 13,
Alimento para la mente.)
Con voz solemne el Orador continuó: "¿Encuentran ustedes que estos autores
[incrédulos] tienen aquello que pueden recomendar como esencial para la
verdadera educación superior? ¿Se atreverían a recomendar su estudio a los
alumnos que ignoran su verdadero carácter? Los hábitos equivocados de
pensamiento, una vez aceptados, llegan a ser un poder despótico que atrapa la
mente como con una mano de acero. Si muchos que han recibido y leído estos
libros nunca los hubieran visto y en cambio hubieran aceptado las palabras del
divino Maestro, estarían mucho más adelantados de lo que están ahora en el
conocimiento de las verdades divinas de la Palabra de Dios, las cuales hacen
sabios a los hombres para su salvación. Estos libros han conducido a miles
hacia donde Satanás condujo a Adán y Eva: a un conocimiento que Dios les
prohibió tener. Por medio de sus enseñanzas, los estudiantes se han vuelto de
la Palabra del Señor a las fábulas". - RH , 12 de marzo de 1908.
Los amplios principios de la Biblia han de controlar los conceptos.- (Nota:
*Véase el capítulo 11, El estudio de la Biblia y la mente.)
Sobre la mente de cada estudiante debería impresionarse el pensamiento de que
la educación es un fracaso a menos que el entendimiento haya aprendido a
apoderarse de las verdades de la revelación divina, y a menos que el corazón
acepte las enseñanzas del evangelio de Cristo. El estudiante que, en lugar de
los amplios principios de la Palabra de Dios, acepte ideas comunes y permita
que se absorba su tiempo y atención con asuntos vulgares y triviales, encontrará
que su mente se empequeñecerá y debilitará; perderá la capacidad de crecer. La
mente debe ser educada para comprender las importantes verdades que conciernen
a la vida eterna. -Carta 64, 1909.
El mejor uso de las partes de la máquina humana.
Si los maestros hubieran estado aprendiendo las lecciones que el Señor deseaba
que aprendieran, no habría una clase de alumnos cuyas cuentas deban ser pagadas
por alguien o deban salir del colegio con una pesada deuda sobre ellos. Los
educadores no están haciendo la mitad de su trabajo cuando saben que un joven
está dedicando años de intensa aplicación al estudio de los libros, y no busca
ganar los medios necesarios para pagar sus estudios, y sin embargo no hacen
nada sobre el asunto. Debería investigarse cada caso, debería preguntarse con
bondad e interés por cada uno de estos jóvenes para evaluar su situación
financiera.
Uno de los estudios puesto ante él como muy valioso debería ser el ejercitar la
razón que Dios le ha dado en armonía con sus poderes físicos, su cabeza, su
cuerpo, sus manos y sus píes. El uso correcto del propio ser es la lección más
valiosa que se puede aprender. No debemos hacer sólo trabajo cerebral y
detenernos allí, o hacer esfuerzos físicos y detenernos allí; sino que hemos de
hacer el mejor uso de cada una de las diferentes partes que componen la
maquinaria humana: cerebro, huesos y músculos, cuerpo, cabeza y corazón. Ningún
hombre está preparado para el ministerio si no entiende cómo hacer esto. -Carta
103, 1897.
Los maestros cooperan en la recreación.
Veo algunas cosas aquí en Suiza que pienso que son dignas de imitar. Los 202
maestros de las escuelas a menudo salen con sus alumnos mientras están jugando
y les enseñan cómo recrearse, y están cerca para reprimir cualquier desorden o
faltas. A veces sacan a sus alumnos y tienen una larga caminata con ellos. Me
gusta esto; pienso que hay menos oportunidades para que los niños cedan a las
tentaciones. Los maestros parecen participar de los deportes de los niños y
regularlos. (Nota: *Escrito mientras la autora visitaba Europa, 1885-1887.)
No puedo de ninguna manera sancionar la idea de que los niños deben sentir que
están bajo una continua desconfianza y no pueden actuar como niños. Pero únanse
los maestros en los entretenimientos de los niños, sean uno de ellos, y
muestren que desean verlos felices, y eso los dará confianza a los niños.
Pueden ser controlados por el amor, pero no se logrará si los siguen en sus
comidas y en sus entretenimientos con una severidad agria e inflexible. -5T 653
(1889).
Manifieste confianza en los alumnos.
El educador sabio, al tratar con sus alumnos, procurará estimular la confianza
y fortalecer el sentido del honor. La confianza que se tiene en los jóvenes y
niños los beneficia. Muchos, hasta entre los pequeños, tienen un elevado
concepto del honor; todos desean ser tratados con confianza y respeto y tienen
derecho a ello. No debería hacérseles sentir que no pueden salir o entrar sin
que se los vigile. La sospecha desmoraliza y produce los mismos males que trata
de impedir. En vez de vigilar continuamente, como si sospecharan; el mal, los
maestros que están en contacto con sus alumnos se darán cuenta de las
actividades de una mente inquieta y pondrán en juego influencias que
contrarresten el mal. Hágase sentir a los jóvenes que se les tiene confianza y
pocos serán los que no traten de mostrarse dignos de ella. -Ed 289, 290 (1903).
Es esencial la confianza de los alumnos.
El maestro debe ser apto para su trabajo. Debe tener la sabiduría y el tacto
necesarios para manejar las mentes. Por grande que sea su 203 su conocimiento
científico, por excelentes que sean sus cualidades en otros ramos, si no logra
conquistar el respeto y la confianza de sus alumnos, sus esfuerzos serán vanos.
-Ed 278, 279 (1903).
Ayudar a los atrasados y a los no promisorios.
Si manifiesta bondad, amor, tierna consideración por sus alumnos, cosechará de
ellos lo mismo como respuesta. Si los maestros son severos, criticones,
altivos, insensibles a los sentimientos de otros, recibirán lo mismo como
reacción. Un hombre que desea conservar su respeto propio y dignidad debe ser
cuidadoso de no sacrificar el respeto y la dignidad de los demás. Esta regla
debería ser sagradamente observada hacia los más simples, los menores y los
alumnos que ,más se equivocan.
Lo que Dios hará con estos jóvenes aparentemente sin posibilidades usted no lo
sabe. Dios ha aceptado y escogido, en lo pasado, a personas precisamente como
ellos para hacer una gran obra para El. Su Espíritu, obrando sobre el corazón,
ha actuado como una batería eléctrica, despertando las facultades aparentemente
dormidas a una acción vigorosa y perseverante. El Señor vio en estas piedras
ásperas, sin interés y sin pulir, el metal precioso que soportará la prueba de
la tormenta y la tempestad y la fiera prueba del fuego. Dios no mira lo que el
hombre mira, Dios no juzga como el hombre juzga-. El escudriña el corazón. -Ms
2, 1881.
Cómo tratar con el estudiante lento.
Los maestros deben considerar que están tratando con niños, no con hombres y
mujeres. Son niños que tienen todo por aprender, y aprender es mucho más
difícil para algunos que para otros. El alumno lento necesita mucho más
estímulo de lo que recibe. Si se pone sobre estas diversas mentes a maestros a
quienes por naturaleza les gusta mandar y dictar y engrandecerse por su
autoridad, quienes tratan con parcialidad y tienen favoritos por quienes
muestran preferencias mientras tratan a otros con rigor y severidad, se creará
un estado de confusión y de insubordinación. - FE 269, 270 (1893).
La atmósfera del aula afecta a los estudiantes.
La vida religiosa de muchos profesos cristianos es tal que muestra que no son
cristianos... Sus propios rasgos de carácter heredados y cultivados son
consentidos como cualidades preciosas cuando son mortales en su influencia
sobre otras mentes. En palabras sencillas y claras: caminan a la luz de sus
propias chispas. Tienen una religión que está sujeta a las circunstancias y
controlada por ellas. Si todo sucede como les agrada y no hay circunstancias
irritantes que hagan aflorar la naturaleza no sometida y no semejante a Cristo,
son condescendientes y agradables y aun muy atractivos. Cuando hay cosas que
ocurren en la familia o en su asociación con otros que perturban su paz y
provocan su mal genio, si pusieran todas las circunstancias ante Dios y
perseveraran en sus pedidos de gracia antes de comenzar su tarea diaria como
maestros, y si conocieran por sí mismos el poder y la gracia y el amor de
Cristo morando en sus corazones antes de comenzar sus labores, los ángeles del
cielo entrarían con ellos a la sala de clases.
Pero si entran al aula con un espíritu excitado e irritado, la atmósfera moral
que rodea sus almas estará dejando una impresión sobre los niños que están bajo
su cuidado, y en lugar de estar capacitados para instruirlos, necesitan que
alguien les enseñe las lecciones de Jesucristo. - FE 265, 266 (1893).
Se necesitan paciencia y adaptabilidad (consejos a un maestro).
Usted no tiene éxito como maestro porque no tiene paciencia ni adaptabilidad.
Usted no sabe cómo tratar con las mentes humanas o cómo impartir conocimiento
de la mejor manera posible. Si sus expectativas no se logran, se pone
impaciente. Usted ha tenido todas las ventajas en su educación, y sin embargo,
no es un maestro sabio. Le resulta muy desagradable inculcar ideas en mentes
lentas.
En su juventud necesitó disciplina y entrenamiento. Pero el espíritu que usted
manifestó bajo la corrección echó a perder su vida. -Carta 117, 1901.
Los padres han de cooperar con los maestros.
Un campo abandonado representa la mente sin cultivar. Los padres deben mirar
este asunto bajo una luz diferente. Deben sentir que es su deber cooperar con
el maestro, estimular la sabia disciplina, y orar mucho por quien está
enseñando a sus hijos. Ustedes no ayudarán a los niños impacientándose,
censurándolos o desanimándolos; tampoco habrán... de ayudarles a rebelarse y a
ser desobedientes y faltos de bondad y desagradables por el espíritu que
ustedes desarrollan.- Ms 34, 1893.
La responsabilidad de la comunidad religiosa.
No puede haber obra más importante que la educación apropiada de nuestros
jóvenes. Debemos protegerlos, resistiendo a Satanás, a fin de que no los
arranque de nuestros brazos. Cuando los jóvenes vayan a nuestros colegios, no
se les debería hacer sentir que están entre extraños que no se interesan por
sus almas. Debería haber padres y madres en Israel que vigilen sus almas como
quienes deben dar cuenta de ellas.
Hermanos y hermanas, no se alejen de la querida juventud, como si no tuvieran
preocupación por ellos o responsabilidad sobre ellos. Ustedes, quienes por
mucho tiempo han profesado ser cristianos, tienen una obra que hacer en
guiarlos en forma paciente y bondadosa por el camino correcto. Deberían
mostrarles que los aman porque son los miembros más jóvenes de la familia del
Señor, comprados con su sangre. - RH , 26 de agosto de 1884; FE 89, 90.
Cómo enfrentar corazones obstinados y disposiciones perversas.
Nuestro Redentor comprendía ampliamente a la humanidad. Su corazón siempre se
conmovía por la conocida impotencia de un niño que está sujeto a un trato rudo,
porque El amaba a los niños. Nunca llegó en vano a sus oídos el más débil
clamor de sufrimiento humano. Y todo el que asume la responsabilidad de instruir
a la juventud afrontará corazones obstinados y disposiciones perversas, y es su
tarea cooperar con Dios en la restauración de la imagen moral de Dios en cada
niño. Jesús, precioso Jesús, en su alma había toda una fuente llena de amor. -
FE 265 (1893).
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