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CAPÍTULO 89 | INFLUENCIAS POSITIVAS SOBRE LA MENTE | Mente, carácter y personalidad T2


 89 INFLUENCIAS POSITIVAS SOBRE LA MENTE

La gratitud promueve la salud

Nada tiende más a fomentar la salud del cuerpo y del alma que un espíritu de agradecimiento y alabanza. Resistir la melancolía, y los pensamientos y sentimientos de descontento, es un deber tan positivo como el de orar.­ MC 194 (1905). 

"Comprados sois por precio"

¡Qué natural es considerarnos los perfectos dueños de nosotros mismos! Pero la palabra inspirada declara: "No sois vuestros" . . . "Comprados sois por precio" (1 Cor. 6: 19, 20). . . En la relación con nuestros semejantes somos los propietarios de las facultades mentales y físicas que se nos han confiado; pero en nuestra relación con Dios, somos prestatarios, mayordomos de su gracia.­ NEV 42 (1900). 

Procuremos la unidad

Dios quiere que haya unión y amor fraternal entre su pueblo. En la oración que elevó Cristo precisamente antes de su crucifixión pidió que sus discípulos fueran uno como él era uno con el Padre, para que el mundo creyera que Dios lo había enviado. Esta oración conmovedora y admirable llega a través de los siglos hasta nuestros días, pues sus palabras fueron: "Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos" (Juan 17: 20).

Aunque no hemos de sacrificar un solo principio de la verdad, debemos procurar constantemente ese estado de unidad. Es la evidencia de nuestro carácter de discípulos de Jesús, pues él dijo: "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor unos con otros" (Juan 13: 35). El apóstol Pedro exhorta a la iglesia así: "Sed todos de un mismo corazón, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables, no volviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino antes por el contrario, bendiciendo; sabiendo que vosotros sois llamados para que poseáis bendición en herencia" (1 Ped. 3: 8, 9).­ PP 557, 558 (1890). 

Aprovechemos lo positivo del ambiente

Todos hemos visto en medio del lago el hermoso nenúfar blanco. Con cuánto anhelo y esfuerzo hemos deseado poseer esa flor. No importa cuánta impureza, desperdicios y suciedad la rodeen, nada disminuye nuestro deseo de conseguirla. Nos preguntamos cómo puede ser tan blanco y hermoso ese nenúfar, si se encuentra donde hay tanta suciedad.

Bien, su raíz penetra en la dorada arena del fondo, de la que extrae sólo las más puras sustancias para alimentarse, hasta convertirse en una flor pura y sin mácula, así como la vemos. Esto, ¿no nos enseña una lección? Debería hacerlo. Nos muestra que aunque haya iniquidad por todas partes, no deberíamos absorber nada de ella. No hablemos acerca de la iniquidad y la maldad que hay en el mundo; por el contrario, elevemos nuestras mentes y hablemos acerca del Salvador. Cuando veamos la iniquidad que nos rodea, deberíamos estar más felices aún de que él es nuestro Salvador y nosotros somos sus hijos.

Por lo tanto, ¿contemplaremos la iniquidad que nos rodea y nos concentraremos en el lado oscuro de las cosas? No podemos mejorar nada de esto; entonces hablemos de algo que sea más elevado, mejor y más noble. Hablemos acerca de las cosas que nos dejarán una buena impresión en la mente, y elevarán a cada alma por encima de esta iniquidad hacia la luz que se contempla más allá.­ Ms 7, 1888. 

Hablemos de las bendiciones que recibimos

Si las energías mal encauzadas fueran dedicadas a agradecer y transmitir las ricas provisiones de la gracia de Dios en esta vida, ¡qué testimonios podríamos colocar en los recintos de la memoria, recordando las misericordias y los favores de Dios! . . . Entonces tendríamos el hábito de llevar con nosotros, como un principio permanente, el deseo de acumular los tesoros espirituales tan ferviente y perseverantemente como los mundanos trabajan por la obtención de las cosas terrenas y temporales.

Bien podéis estar descontentos con la actual provisión, cuando el Señor tiene un cielo de bendiciones y una tesorería de buenas cosas para satisfacer las necesidades del alma. Hoy necesitamos más gracia y una renovación del amor de Dios y de las señales de su bondad, y él no retendrá estos buenos y celestiales tesoros del que los busca en verdad.­ NEV 190 (1889). 

Según los dones recibidos son los intereses ganados

Cada siervo tiene un cometido del que es responsable, y los diferentes cometidos concuerdan con nuestra capacidad. Al otorgar sus dones, el Señor no ha obrado con parcialidad. Ha distribuido los talentos de acuerdo con las conocidas facultades de sus siervos, y espera que los intereses ganados concuerden con ellos.­ 2T 282 (1869). 

Uso apropiado de las capacidades físicas y mentales

El tiempo debe usarse juiciosa y seriamente, y bajo la santificación del Espíritu Santo. Debemos comprender qué es correcto o incorrecto hacer con la propiedad y con las facultades mentales y físicas. Dios tiene un derecho positivo de propiedad sobre cada facultad que ha encomendado a los seres humanos. Mediante su propia sabiduría, establece los términos en que el hombre ha de emplear cada don de Dios. Bendecirá el uso debido de cada facultad ejercida para la gloria de su nombre. Los talentos del habla, la memoria y la propiedad deben acrecentarse para gloria de Dios, para adelantar su reino. Dios nos ha dejado a cargo de sus bienes en su ausencia. Cada mayordomo tiene su obra especial que hacer en el adelantamiento del reino de Dios. Ninguno tiene excusa.­ NEV 42 (1900). 

Dios da los talentos el hombre cultiva la mente

Hemos de cultivar los talentos que Dios nos ha dado. Son sus dones, y deben utilizarse en la debida relación unos con otros, para configurar un todo perfecto. Dios da los talentos, las facultades de la mente; el hombre construye el carácter. La mente es el jardín de Dios; el hombre debe cultivarla cuidadosamente a fin de formar un carácter a la semejanza divina.­ NEV 108 (1899).

Muchos de los que se excusan de hacer esfuerzo cristiano presentan como causa su incapacidad para la obra. ¿Pero los hizo Dios tan incapaces? No, nunca. La incapacidad fue producida por su propia inactividad y perpetuada por su elección deliberada. Ya, en su propio carácter, están percibiendo el resultado de la sentencia: "Quitadle el talento".

El continuo mal uso de sus talentos, apagará del todo para ellos el Espíritu Santo, que es la única luz. La sentencia "Echadle en las tinieblas de afuera" coloca el sello divino sobre la elección que ellos mismos han hecho para la eternidad.­ PVGM 299, 300 (ed. PP); 258 (ed. ACES) (1900).

Es el plan de Dios que haya unidad en la diversidad. Entre los seguidores de Cristo debe existir la unión de los elementos diversos, uno adaptado al otro, y cada uno debe hacer su obra especial para Dios. Cada persona tiene su lugar en el 832 cumplimiento de un gran plan que lleva la estampa de la imagen de Cristo. . . Uno es apto para cierta obra; otro tiene una obra diferente para la cual está capacitado; y un tercero todavía, tiene una capacidad diferente; pero cada uno debe ser el complemento de los demás. . . El Espíritu de Dios, obrando en los diversos elementos y mediante ellos, producirá armonía de acción. . . Debe haber un solo espíritu maestro: el Espíritu de Aquel que es infinito en sabiduría, y en quien los diversos elementos se reúnen en una unidad hermosa y sin par.­ NEV 171 (1894).

Cualquier cosa que seamos en el corazón será revelada en el carácter, y ejerceremos una influencia sobre aquellos con quienes nos asociamos. Nuestras palabras y acciones, son un sabor de vida para vida o de muerte para muerte. Y en el juicio seremos puestos frente a frente con aquellos a quienes debimos haber ayudado en los caminos rectos y seguros mediante nuestras palabras elegidas y consejos, si hubiéramos tenido una conexión diaria con Dios y un interés permanente y vivo en la salvación de sus almas.­ NEV 243 (sin fecha).

Ud. debería desarrollar un carácter enérgico, porque el ejemplo de un hombre enérgico es abarcante e incita a la imitación; parece ejercer un poder electrizante sobre otras mentes. No hay muchos hombres fervientes en nuestro mundo. Todo obrero de Dios tendrá que hacer frente a obstáculos y barreras pues los hombres tienden a abrirse paso a la fuerza en medio de ellos. El obrero enérgico y fervoroso no permitirá que se le cierre el camino. Derribará las barreras a la fuerza.

Ud. necesita una energía constante, uniforme, que no ceda. Tiene que disciplinarse a sí mismo. Introduzca un cambio total en su vida. Haga un esfuerzo y venza todo sentimiento infantil. Se ha tenido demasiada lástima. Debe decidirse a que no se le vaya la vida atendiendo nimiedades.

Debe decidirse a llevar a cabo algo y hacerlo. Tiene buenas resoluciones; siempre está por hacer algo, pero no se decide a hacerlo. Mucha de su actividad es charla y no acción. Tendría mucho mejor salud si fuera más enérgico y ferviente, y llevara a cabo algo a pesar de los obstáculos.­ Carta 33, 1886.

El amor de Cristo es una cadena áurea que une con el Dios infinito a los seres humanos limitados que creen en Jesucristo. El amor que el Señor tiene por sus hijos supera al entendimiento. Ninguna ciencia puede definirlo o explicarlo. Ninguna sabiduría humana puede sondearlo. Mientras más sintamos la influencia de este amor, más mansos y humildes seremos.­ 5CBA 1115 (1896).

La verdadera religión tiene su asiento en el corazón; y como es un principio subyacente, obra hacia el exterior y da forma a la conducta hasta que todo el ser se conforma a la imagen de Cristo, hasta que los pensamientos se someten a la mente del Señor. Si ese principio subyacente no reside en el corazón, la mente humana recibirá el molde de la mente de Satanás, y esto causará la ruina del alma. La atmósfera que rodea a tales almas es deletérea para todos los que están bajo su influencia, sean creyentes o incrédulos.­ Carta 8, 1891.

Las manifestaciones de la naturaleza son bendiciones de Dios destinadas a proporcionar salud al cuerpo, al espíritu y al alma. Son dadas al que goza de buena salud para que la conserve y al enfermo para curarlo. Asociadas a los tratamientos hidroterápicos, son más eficaces para el restablecimiento de la salud que todas las drogas del mundo.­ 5TS 36 (1902).

Habrá paz, constante paz fluyendo del alma, porque el reposo se encuentra en la perfecta sumisión a Jesucristo. La obediencia a la voluntad de Dios genera verdadero descanso. El discípulo que anda en los humildes pasos del Redentor, encuentra el reposo que el mundo no puede darle ni quitarle. "Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti se ha confiado" (Isa. 26: 3).­ NEV 100 (1893).

Cuando los verdaderos seguidores de Cristo poseen la humildad y la mansedumbre de mente que siempre caracterizaron al divino Hijo de Dios, tienen contentamiento, paz y felicidad, y se elevan por encima de la esclavitud de la vida artificial.­ NEV 100 (1871).

¿Cuál es el "descanso" prometido? Es la conciencia de que Dios es fiel, que nunca chasquea a quien acude a él. Su perdón es pleno y gratuito, y su aceptación significa descanso para el alma y reposo en su amor.­ NEV 99 (1899).

El descanso es hallado cuando se abandona toda justicia propia, todo razonamiento hecho desde un punto de vista egoísta. El reposo perfecto en su amor está en una entrega completa, y en la aceptación de sus caminos. . . Haced lo que él os ha pedido, y estad seguros de que Dios hará todo lo que ha prometido. . . ¿Habéis acudido a él, renunciando a vuestros asuntos, a vuestra incredulidad y a vuestra justicia propia? Id tal como sois: débiles, desvalidos y listos para morir.­ NEV 99 (1899).

Recordad que la tentación no es pecado. No importa cuán angustiosa sea la circunstancia en la cual un hombre esté colocado, ninguna cosa puede realmente debilitar su alma mientras no ceda a la tentación y mantenga su propia integridad. Los intereses más vitales para vosotros individualmente, están bajo vuestro propio cuidado. Nadie puede dañarlos sin vuestro consentimiento. Todas las legiones satánicas no pueden haceros daño, a menos que abráis vuestra alma a las artes y dardos de Satanás. Vuestra ruina nunca puede ocurrir a menos que vosotros lo consintáis. Si no hay contaminación de vuestra mente, toda la contaminación que os rodea no puede mancharos.­ NEV 96 (1885).

Nos regocijamos en la esperanza, no en los sentimientos. En la esperanza de la gloria de Dios sabemos que la tribulación produce paciencia y genera esperanza. ¿Qué significa esto? Si no nos sentimos como nos gustaría, ¿tenemos que entregarnos a la impaciencia y pronunciar esas palabras que ponen de manifiesto que todavía tenemos los atributos de Satanás? No podemos permitirnos pronunciar palabras duras y desconsideradas, porque estamos en presencia de todas las inteligencias celestiales, y libramos una batalla mientras todo el universo celestial nos está contemplando. ¡Cómo contristamos el corazón de Dios cuando de alguna manera lo negamos! Las marcas de la crucifixión que están en las manos de Cristo nos demuestran que él nos tiene grabados en sus palmas.­ Ms 16, 1894.

Háblenles a los que sufren acerca de un Salvador compasivo. . . El mira con compasión a los que se consideran sin esperanza. Mientras el alma esté llena de miedo y terror, la mente no puede ver la tierna compasión de Cristo. Nuestros sanatorios deberían ser medios para brindar paz y reposo a las mentes perturbadas.

Si Uds. pueden inspirar en el desanimado una fe esperanzada y salvadora, la alegría y la felicidad ocuparán el lugar del desánimo y la intranquilidad. Se producirán entonces cambios maravillosos en su condición física. Cristo restaurará el cuerpo y el alma, y al darse cuenta de su compasión y amor, descansarán en él. El es la estrella resplandeciente de la mañana, que alumbra en medio de las tinieblas morales de este mundo pecaminoso y corrompido. El es la luz del mundo, y todos los que le entreguen el corazón encontrarán paz, reposo y alegría.­ Carta 115, 1905; (MM 109, 110).

Un cristiano saludable y en crecimiento no será un receptor pasivo entre sus compañeros. Debe dar tanto como recibir. Nuestras gracias aumentan mediante el ejercicio. La sociedad cristiana nos proporcionará aire puro para respirar, y al respirarlo debemos ser activos. La obra cristiana realizada, las simpatías, el ánimo y las instrucciones que demos a quienes lo necesitan; la abnegación, el amor, la paciencia y la fortaleza, crearán en nosotros fe, obediencia, esperanza y amor a Dios. . .

Es esencial para los músculos y la fortaleza espiritual que el alma se ejercite. Debe desplegarse actividad espiritual y aprovechar todas las oportunidades para hacer el bien. . . Cuanto más fiel sea una persona en el cumplimiento de sus deberes cristianos, tanto más vigor desarrollará.­ NEV 262 (1882).

Por medio de las relaciones sociales el cristianismo se revela al mundo. Todo hombre y mujer que han recibido la divina iluminación deben arrojar luz sobre el tenebroso sendero de aquellos que no conocen el mejor camino. La influencia social, santificada por el Espíritu de Cristo, debe servir para llevar almas al Salvador. Cristo no debe permanecer oculto en el corazón como tesoro codiciado, sagrado y dulce, para que de él goce sólo su dueño. Cristo debe ser en nosotros una fuente de agua que brote para vida eterna y refrigere a todos los que se relacionen con nosotros.­ MC 396 (1905).

En las profesiones comunes de la vida, hay muchos hombres que cumplen sus trabajos diarios inconscientes de que poseen facultades que, si fuesen puestas en acción, los pondrían a la altura de los hombres más estimados del mundo. Se necesita el toque de una mano hábil para despertar estas facultades dormidas. A hombres tales llamó Jesús para que fuesen sus colaboradores; y les dio las ventajas de estar asociados con él. Nunca tuvieron los grandes del mundo un maestro semejante. Cuando los discípulos terminaron su período de preparación con el Salvador, no eran ya ignorantes y sin cultura; habían llegado a ser como él en mente y carácter, y los hombres se dieron cuenta de que habían estado con Jesús.­ DTG 215 (1898).

Tenga un propósito en la vida mientras viva. Rodéese del resplandor del sol y no de las nubes. Trate de ser una flor fresca y hermosa en el jardín de Dios, para esparcir fragancia a su alrededor. Haga esto y no morirá ni un instante antes; por lo contrario, seguramente acortará sus días si cultiva su infelicidad y sus quejas, y si hace de sus dolores y sufrimientos el tema de su conversación.­ RH, junio de 1871.

He visto que quienes viven con un propósito, buscando beneficiar y bendecir a sus congéneres, y honrar y glorificar a su Redentor, son personas verdaderamente felices en la tierra; mientras que el hombre que es inquieto, que está descontento, que busca esto y prueba aquello, esperando encontrar felicidad, sólo encuentra desengaño. Siempre está en necesidad, nunca está satisfecho, porque vive únicamente para él mismo. Que vuestro blanco sea hacer el bien y realizar vuestra parte fielmente en la vida.­ NEV 244 (1872).

Debemos poner en tensión todo nervio y músculo espirituales. . . Dios. . . no desea que sigamos siendo novicios, sino que alcancemos el peldaño más alto de la escalera, y después pasemos de allí al reino de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.­ NEV 219 (1899). 838

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