PARA ESTUDIAR Y MEDITAR
Lee el capítulo titulado «El premio inmerecido», en las páginas 337 a 349 del libro Palabras de vida del gran Maestro, de Elena G. de White.
«El mundo está envuelto por las tinieblas de la falsa concepción de Dios. Los mortales están perdiendo el conocimiento de su carácter, el cual ha sido malentendido y malinterpretado. En este tiempo, debe proclamarse un mensaje de Dios, un mensaje que ilumine con su influencia y salve con su poder. Su carácter ha de ser dado a conocer. Sobre las tinieblas del mundo ha de resplandecer la luz de su gloria, de su bondad, su misericordia y su verdad.
»Esta es la obra bosquejada por el profeta Isaías en las palabras: “Levanta con fuerza la voz, oh Jerusalén, tú que anuncias buenas nuevas. Levántala; no temas. Di a las ciudades de Judá: ‘¡He aquí su Dios!’. He aquí que el Señor Dios vendrá con poder, y su brazo gobernará por él. He aquí que su retribución viene con él, y su obra delante de él” (Isa. 40: 9, 10, RVA15).
»Aquellos que esperan la venida del Esposo han de decir al pueblo: “¡He aquí su Dios!”. Los últimos rayos de luz misericordiosa, el último mensaje de clemencia que debe darse al mundo, es una revelación de su carácter de amor. Los hijos de Dios tienen que manifestar su gloria. En su vida y carácter se revelará lo que la gracia de Dios ha hecho por ellos.
»La luz del Sol de Justicia debe brillar en buenas obras, en palabras de verdad y hechos de santidad» (Elena G. de White, Palabras de vida del gran Maestro, p. 344).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Peor que pensar que Dios no existe sería creer que Dios nos odia. ¿Qué mundo tan diferente sería el nuestro si eso fuera cierto?
2. ¿Por qué crees que existe una comprensión tan errónea acerca del carácter de Dios en nuestro mundo actual? Reflexiona acerca de cómo podrías ayudar a las personas a percibir más claramente el carácter amoroso de Dios.
3. ¿Cuál es el mensaje que debemos proclamar hoy acerca el carácter de Dios? ¿Cómo explicarías este mensaje a alguien que aún no está familiarizado con la realidad del amor de Dios? ¿Qué evidencia puedes señalar que muestre la realidad de su amor y su maravilloso carácter?
4. Hablar del amor de Dios es una cosa, pero revelarlo y reflejarlo en nuestra vida es otra. ¿Qué «hechos de santidad» podrían revelar el amor de Dios a quienes nos rodean?
AMEN una buena reflexión diaria para un Cristiano verdadero
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