AMOR Y JUSTICIA
El amor y la justicia son inseparables a lo largo de las Escrituras. El verdadero amor exige justicia, y la verdadera justicia solo puede regirse y ser impartida sobre la base del amor. No estamos acostumbrados a pensar en estos dos conceptos juntos, pero ello se debe a que tanto el amor como la justicia han sido pervertidos por la humanidad.
Lee Salmo 33: 5; 85: 10; 89: 14; Isaías 61: 8; y Jeremías 9: 24. ¿Cómo iluminan estos textos el amor de Dios y su preocupación por la justicia?
De la misericordia de Jehová está llena la tierra.
Sal 85:10 La misericordia y la verdad se encontraron;
La justicia y la paz se besaron.
Sal 89:14 Justicia y juicio son el cimiento de tu trono;
Misericordia y verdad van delante de tu rostro.
Isa 61:8 Porque yo Jehová soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto; por tanto, afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo.
Jer 9:24 Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme,(A) que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.
Estos textos declaran explícitamente que Dios ama la justicia (Sal. 33: 5; Isa. 61: 8). En la Escritura, el amor y la justicia de Dios son inseparables ya que a él le preocupa profundamente que se obre con rectitud en el mundo.
Por eso, los profetas denuncian sistemáticamente todo tipo de injusticia, incluidas las leyes injustas; las transacciones comerciales engañosas; y la injusticia y la opresión en perjuicio de los pobres, las viudas y cualquier persona vulnerable. Aunque los seres humanos cometen muchas maldades e injusticias, Dios es quien constantemente actúa con «misericordia, juicio y justicia» (Jer. 9:24). En consecuencia, a lo largo de la Escritura, los fieles a Dios anhelan con gran expectación el juicio divino como algo muy bueno, ya que trae consigo el castigo para los malhechores y los opresores, y la justicia y la liberación para las víctimas de la injusticia y la opresión.
El juicio y la justicia son el fundamento del amoroso gobierno de Dios, a diferencia de los gobiernos corruptos de este mundo, que a menudo perpetúan la injusticia para obtener poder y beneficios personales. En Dios, «la misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron» (Sal. 85: 10).
A su vez, Dios deja claro lo que espera de nosotros. «Él te ha declarado lo que es bueno, lo que pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia y humillarte ante tu Dios» (Miq. 6: 8). Es fundamental que reflejemos el amor, la justicia y la misericordia propios del carácter de Dios.
¿Qué ejemplos existen de justicia humana pervertida? ¿Cómo no habríamos de clamar, entonces, para que la justicia perfecta de Dios se haga realidad?
Comentarios
Publicar un comentario