EL GOBERNANTE TEMPORAL DE ESTE MUNDO
Vimos en lecciones anteriores que Dios concede una jurisdicción terrenal significativa a Satanás y sus secuaces en el Conflicto Cósmico, pero esta es temporal y está limitada a ciertas reglas de enfrentamiento.
Esas reglas del Conflicto no solo limitan las acciones del Enemigo –el Diablo y sus secuaces–, sino también la acción de Dios para eliminar o mitigar el mal que opera temporalmente en la jurisdicción del Enemigo. Puesto que el Señor siempre es fiel a sus promesas y ha aceptado conceder cierto dominio limitado y temporal al diablo, también ha limitado su propio curso de acción, sin que ello implique una disminución de su poder.
Lee Juan 12: 31; 14: 30; 16: 11; 2 Corintios 4: 4; y Lucas 4: 6. ¿Qué enseñan estos textos acerca del gobierno del diablo en el mundo?
Jua 12:31 Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.
Jua 14:30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.
Jua 16:11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
2Co 4:4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Luc 4:6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.
El Nuevo Testamento plantea un choque de reinos, el de la luz y el de las tinieblas, originado en Satanás y su rebelión. Parte de la misión de Cristo era derrotar el reino de Satanás: «Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo» (1 Juan 3: 8).
Sin embargo, hay «reglas» que limitan lo que Dios puede hacer a fin de permanecer fiel a los principios de su gobierno. Estos límites incluyen al menos (1) la concesión del libre albedrío a las criaturas y (2) las reglas del Pacto en cuanto al conflicto, que desconocemos por el momento. Tales impedimentos y limitaciones a la acción divina tienen implicaciones significativas para la capacidad moral de Dios de reducir y/o eliminar inmediatamente el mal en este mundo.
Así, vemos que el mal y el sufrimiento continúan, lo que de hecho puede hacer que muchas personas cuestionen la existencia de Dios o su bondad. Sin embargo, una vez comprendido el trasfondo del Gran Conflicto y los límites que Dios se ha impuesto para tratar con el mal, podemos hasta cierto punto entender mejor por qué las cosas son como son, hasta el triunfo final de Dios sobre el mal.
¿De qué manera el hecho de que Jesús llame a Satanás el «príncipe» de este mundo nos ayuda a entender la presencia del mal en nuestro planeta? ¡Qué reconfortante es saber que el dominio del mal es solo temporal!
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