UN ÁNGEL DEMORADO
Como hemos visto, los falsos «dioses» de las naciones eran en realidad demonios disfrazados. Además, las Escrituras revelan que los gobernantes celestiales demoníacos a veces están detrás de los gobernantes terrenales. Esas fuerzas del Enemigo pueden incluso oponerse a los agentes angélicos enviados por Dios.
Lee Daniel 10: 1 al 14, prestando especial atención a los versículos 12 y 13. ¿Qué enseñanza relevante contienen estos versículos acerca del Conflicto Cósmico? ¿Qué opinas de la oposición enfrentada durante 21 días por el ángel enviado por Dios?
Dan 10:1 Ciro llevaba tres años como rey de Persia, cuando Daniel, llamado también Baltasar, recibió un mensaje verdadero pero muy difícil de entender. Daniel se esforzó mucho para entenderlo y finalmente logró comprender todas las imágenes.
Dan 10:2 En ese tiempo, yo, Daniel, estuve muy triste durante tres semanas.
Dan 10:3 En esas tres semanas no comí ningún plato exquisito, ni comí carne ni bebí vino, y tampoco me puse aceite en la cabeza.
Dan 10:4 El día veinticuatro del primer mes estaba a orillas del gran río Tigris.
Dan 10:5 En un momento levanté la mirada y vi a un hombre vestido con una túnica de lino y un cinturón de oro.
Dan 10:6 Su cuerpo parecía una piedra preciosa. Su rostro resplandecía como un relámpago, sus ojos brillaban como llamaradas, sus brazos y piernas parecían bronce pulido y cuando hablaba, su voz se oía como toda una multitud hablando.
Dan 10:7 Junto a mí había gente, pero sólo yo, Daniel, pude ver al hombre. Sin embargo, los que estaban a mi lado se asustaron tanto que salieron corriendo a esconderse.
Dan 10:8 Entonces yo me quedé solo mirando esa gran visión. El terror me dejó sin fuerzas y perdí completamente mi vigor habitual.
Dan 10:9 El hombre empezó a hablar y me desmayé de cara al suelo.
Dan 10:10 Enseguida sentí una mano que me tocó y me sacudió poniéndome sobre mis manos y mis rodillas.
Dan 10:11 El hombre habló y me dijo: «Estimado Daniel, presta atención a lo que te voy a decir. Levántate porque he sido enviado hasta ti». Cuando dijo eso, yo me levanté temblando.
Dan 10:12 Él dijo: «Daniel no tengas miedo. Dios escuchó tu oración desde el primer día en que decidiste entender las cosas difíciles y humillarte con ayuno. Por eso estoy aquí.
Dan 10:13 Miguel [a], uno de los príncipes más importantes, me ayudó; porque yo estaba detenido allí junto a los reyes de Persia.
Dan 10:14 Vine para ayudarte a comprender lo que le va a pasar a tu pueblo en los últimos días. Pues esa visión que tuviste es sobre el futuro».
«Durante tres semanas Gabriel luchó con las potestades de las tinieblas, procurando contrarrestar las influencias que obraban sobre el ánimo de Ciro. […] Todo lo que podía hacer el Cielo en favor del pueblo de Dios fue hecho. Se obtuvo finalmente la victoria; las fuerzas del Enemigo fueron mantenidas en jaque mientras gobernaron Ciro y su hijo Cambises» (Elena G. de White, Profetas y reyes, p. 382).
Semejante conflicto angélico es evidencia de que Dios no está usando todo su poder. Se concede al Enemigo cierta libertad y poder genuinos, que no son suprimidos caprichosamente, sino que están restringidos por parámetros conocidos por ambas partes, aunque no por nosotros. Parece que existen reglas en el Conflicto Cósmico dentro de las cuales operan incluso los ángeles de Dios y a las que en las próximas lecciones nos referiremos como las «reglas del Conflicto».
En cierto sentido, comprender estos límites puede no ser difícil si captamos la idea, de la que ya hemos hablado, de que Dios obra solo por amor, y que el amor, no la coacción, es el fundamento de su gobierno. Esta idea, la de que Dios obra solo mediante los principios que emanan del amor, puede ayudarnos a comprender mejor el Gran Conflicto.
¿Cómo has experimentado los límites de obrar únicamente de acuerdo con los principios del amor y no de la coacción? ¿Qué lecciones has aprendido acerca de los límites del poder?
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