UN ENEMIGO HIZO ESTO
Lee Mateo 13: 24 al 27. ¿Cómo nos ayuda esa parábola a entender la existencia del mal en nuestro mundo?
Mat 13:24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;
Mat 13:25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
Mat 13:26 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.
Mat 13:27 Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?
Jesús cuenta la historia de un agricultor que siembra solo semillas buenas en su campo. Sin embargo, la cizaña brota entre el trigo. Al ver esto, los criados del propietario le preguntan: «Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo, pues, tiene cizaña?» (Mat. 13: 27). Esto se asemeja a la pregunta que se oye a menudo acerca del problema del mal: Si el mundo era perfecto cuando salió de las manos de Dios, ¿por qué hay maldad en él?
Lee Mateo 13: 28 al 30 a la luz de la explicación de Cristo en Mateo 13: 37 al 40. ¿Cómo ilumina esto la naturaleza del Conflicto Cósmico?
Mat 13:28 El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?
Mat 13:29 El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.
Mat 13:30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.
Mat 13:37 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.
Mat 13:38 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo.
Mat 13:39 El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles.
Mat 13:40 De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo.
El amo responde a la pregunta de su criado: «Un enemigo ha hecho esto» (Mat. 13: 28). Más adelante, Jesús identifica al «que siembra la buena semilla» como «el Hijo del hombre», que es el propio Jesús (Mat. 13: 37), y explica que «el campo es el mundo» (Mat. 13: 38), y que el «enemigo» que sembró la cizaña es «el diablo» (Mat. 13: 39), describiendo explícitamente un conflicto cósmico entre Cristo y Satanás. ¿Por qué existe el mal en el mundo? El mal es el resultado del enemigo (el Diablo) que se opone al amo. «Un enemigo ha hecho esto» (Mat. 13: 28).
Esta respuesta, sin embargo, provoca la siguiente pregunta: «¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?». En otras palabras, ¿por qué no desarraigar el mal inmediatamente? El amo dijo entonces: «No, porque al arrancar la cizaña podrían también arrancar el trigo. Dejen que crezcan lo uno y lo otro hasta la cosecha. Cuando llegue el momento de cosechar, yo les diré a los segadores que recojan primero la cizaña y la aten en manojos, para quemarla, y que después guarden el trigo en mi granero» (Mat. 13: 29, 30, RVC; compara con Mar. 4: 29). Según la parábola, Dios acabará finalmente con el mal, pero desarraigarlo antes de tiempo provocaría daños colaterales irreversibles que perjudicarían al bien.
¿Cuáles son los riesgos de arrancar ahora la cizaña que está en medio del trigo? Al mismo tiempo, ¿por qué el hecho de no arrancarla no significa que debamos ser indiferentes ante el mal?
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