Lección 1: Para el 5 de abril de 2025
ALGUNOS PRINCIPIOS DE INTERPRETACIÓN PROFÉTICA
Sábado 29 de marzo
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Jeremías 9: 23, 24; Salmo 139: 1–6; Daniel 12: 4; Apocalipsis 22: 10; 2 Timoteo 3: 15–17; Hebreos 4: 12.
PARA MEMORIZAR:
«“Sino alábese en esto el que se haya de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy el Señor, que actúo con bondad, justicia y rectitud; porque eso me complace”, dice el Señor» (Jer. 9: 24).
Como ocurre con casi todo lo demás en las Escrituras, los cristianos no se ponen de acuerdo sobre la interpretación de las profecías bíblicas, lo que lleva a muchos a pensar que no vale la pena tratar de comprenderlas.
Después de todo, si los cristianos luchan entre sí acerca de cada jota y tilde de las profecías, ¿qué validez puede haber en ellas? Por desgracia, incluso muchos creyentes consideran que algunos libros de la Biblia, como el Apocalipsis, son incomprensibles y los evitan, pensando que estudiar la profecía provoca más problemas que los que resuelve.
No siempre fue así. Durante los primeros 18 siglos de la historia cristiana, la mayoría de los cristianos se sentían muy cómodos con la profecía bíblica y había un sorprendente nivel de acuerdo acerca de cuáles eran sus mensajes clave. Así es como Dios quería que fuera: «Les ruego hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que hablen todos una misma cosa y que no haya entre ustedes divisiones. Antes, estén perfectamente unidos en una misma mente y un mismo parecer» (1 Cor. 1: 10). Esta semana exploraremos algunos principios que permiten una comprensión coherente y fiable de la profecía.
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